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Pino de Pablos: "La buena acogida que han tenido las dos películas te llena el alma"

La joven actriz vallisoletana ha tenido un despegue meteórico en su carrera al ser la protagonista en dos filmes proyectados en la 68 Seminci

Pino de Pablos en su visita a TRIBUNA Valladolid. Fotos y vídeo: Sergio B.
Rebeca Pasalodos Pérez
Rebeca Pasalodos Pérez
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Se baja el telón de la Seminci y con las espigas entregadas, una ristra de galas celebradas y sus consiguientes alfombras verdes, en la retina lo que nos queda es la imagen de los invitados insignes, esos que ya conocemos porque los hemos visto en los grandes cines o plataformas. Pero, igual, en esta 'ciudad de cine' conviene poner el foco en los talentos locales que empiezan a brillar. Bueno, que ya brillan con fuerza, pero igual estamos mirando a otro lado. Pino de Pablos (Valladolid, 1998) es una actriz que decidió que para entrar en el mundo de la interpretación no había que llamar a la puerta, había que tirarla. Esta joven vallisoletana se ha estrenado en la Seminci protagonizando dos de las películas que se han mostrado en el festival: 'Gallo Rojo' y 'Secundarias'. Una experiencia, grande, loca, agotadora y maravillosa que cuenta a TRIBUNA Valladolid.

PREGUNTA: Cualquier actor vallisoletano soñaría con debutar a lo grande en la Seminci, pero usted se ha estrenado por partida doble. ¿Cómo ha sido la experiencia?

RESPUESTA: Estoy muy contenta. De repente, estrenar dos películas en Seminci ha sido ¡guau! He tenido que gestionar las dos cosas: la ilusión por una y luego la ilusión por la otra. También, el hecho comentárselo a la gente y decir 'tengo dos películas' me daba hasta cosa, la verdad. Ha sido una bonita experiencia, muy intensa y muy cansada, porque lo vives mucho, pero es muy bonito ver que el resultado de todo el equipo ha tenido este premio de poder compartirlo con las personas que queremos y con las que han querido venir a conocernos. Cuando estábamos haciendo coloquios con colegios, por Seminci Joven, lo chicos te hablaban y se agradecía muchísimo. Ha sido una fortuna poder hablar con ellos y que te den sus opiniones y sus dudas. Solo por el hecho de haber llegado a ese público, que les haya llegado el mensaje, con 'Gallo Rojo' concretamente, ya merece la pena.

P: ¿Qué le decían los jóvenes de los colegios?

R: Mucho de lo que nos han dicho, con 'Gallo Rojo', es 'muchas gracias'. Con el tema del pueblo se han sentido muy identificados. Nos decían que tienen esa añoranza del pueblo y lo verdaderamente complicado que es vivir allí. Eso nos lo ha dicho un montón de gente, tanto mayor como adolescente. Y nos hacían preguntas muy frescas.

P:  Hablando de 'Gallo Rojo', de Enrique García-Vázquez, es una película con un formato que mezcla documental y ficción, ¿cuál ha sido el principal reto para afrontar esta película?

R: Es verdad que tiene dos dimensiones. Está la creación del personaje que trabajamos con Enrique, Lucía y yo, y luego la parte en la que las gentes del pueblo también han sido unos personajes más y han tenido que involucrarse. Lo más complicado ha sido el nexo en el que nuestras historias tenían que cuadrar con lo que se iba creando en ese momento con las personas del pueblo, que al final eran personas mayores que se ponían a disposición de la historia. Reconducir esas situaciones en escena era el mayor reto, pero era un gusto, porque conseguir llegar a ese punto es una satisfacción increíble.

P:  Entiendo que el guion es relativo en esta película.

R: Claro, Enrique nos decía 'vale, chicas, quiero que esto vaya por aquí y por aquí', lo adaptábamos a nuestros personajes pero cuando lo compartíamos con personas teníamos que ir redirigiéndolo.

P: Casi en un plano opuesto, el otro largo en el que actúa como protagonista es 'Secundarias', del experimentado Arturo Dueñas, un filme rodado íntegramente como plano secuencia. Un desafío solo apto para valientes.

R: Sí, han sido dos aventuras maravillosas, pero muy diferentes entre sí. Con 'Secundarias' ha sido un plano secuencia, que lo hemos rodado en un día, pero lo hemos trabajado en una semana, ha sido todo muy al límite. Se ha vivido como una obra de teatro. Ya de por sí cuenta la historia de unas actrices que están haciendo una obra de teatro. Era un trabajo de coordinación, de escucharnos mucho entre todos, de tener en cuenta la cámara, porque la cámara va y viene y tú no puedes pasar por un lado sino que tienes que pasar por el otro... Cuando estábamos rodando pasaban cosas que íbamos resolviendo como podíamos... ¡de tetris! Ha tenido esa complicación, pero ha sido maravilloso, porque es algo que no se suele hacer y tener la oportunidad de hacerlo y de ver el resultado ha sido muy interesante.

P: ¿Qué respuesta ha obtenido del público en el plano personal?

R: Una cosa que me han dicho bastante, y que me ha llegado mucho, es que transmitía mucho y que con los ojos tenía mucha información. Es algo que no sabía y conocerlo te hace afinarlo un poco más. En general, la buena acogida que han tenido las dos películas, que nos han aplaudido un montón y que lo han disfrutado muchísimo, te llena el alma.

P: ¿Algún comentario negativo?

R: Bueno, algunas compañeras de escuela me han dicho pequeños detalles. Ahora no podría decir nada, no porque no lo haya, sino porque yo esto lo rodé hace tiempo con todo lo que sabía en ese momento y lo veo ahora y me siento orgullosa del trabajo. También soy autocrítica y me fijo en las cosas para mejorar.


P: Háblenos de usted, ¿cómo empezó en esto de la interpretación? ¿Qué le dio la motivación?

R: Yo empecé interpretación estudiando en la Escuela de Arte Dramático Miguel Delibes (ESADCyL). Bueno, realmente empecé estudiando Derecho, aceptando que lo de ser actriz era algo muy complicado y casi ni me lo planteaba. Pero en Derecho lo pasé bastante mal porque no me gustaba, era un suplicio, me costaba un montón y, de repente, un día decidí dejarlo. Al poco, hablé con mi madre y le dije que lo dejaba. Me preparé las pruebas para entrar en la ESADCyL con Clara Parada, que es otra actriz de Valladolid, y me cogieron. Se lo conté a mis padres cuando quedaban dos días para entrar en la escuela, ya que no sabía si echar la matrícula o no. A mi madre le dije, 'no te preocupes, que no voy a ir', y me contestó: '¿pero qué dices?, ¿te han cogido?', 'pues tendrás que matricularte y hacerlo, ¿no?'. En la escuela he aprendido un montón y he participado en varios proyectos, también en teatro. He hecho 'Los nadadores nocturnos', dirigida por Lucía Luquín y este año tenemos otra obra para montar a nivel profesional. Luego, poco a poco, he ido haciendo cortometrajes y viendo la evolución.

P:  ¿Tiene algún actor o actriz que le inspire personalmente?

R: Me encanta Carmen Machi. Soy superfan. He visto muchas entrevistas de ella, la he visto en cine, la he visto en teatro y es que me parece una mujer increíble en registro de drama, de comedia, que es brutal. Me inspira un montón y me encanta.

P:  De momento, ¿le gusta más trabajar en el cine o en el teatro?

R: El código de comunicación es diferente. La esencia de la interpretación, en mi corta experiencia, nace de la exploración que haces de la formación teatral, porque ahí te conoces mucho como persona, como actor y empiezas a investigar sobre ti y ciertos personajes. Es el punto de partida para trasladar esos conocimientos y adaptarlos al cine, cambiando el código de comunicación. A nivel creativo, cuando tú haces algo en teatro tienes mucho periodo de exploración y conoces mucho más allá de tu personaje. En todo lo que he trabajado hasta ahora en cine, a nivel creativo, sí que está, pero tiene un poco más de límite. El teatro es más grande y el cine es más pequeñito. El teatro es más libre, más grande y puedes llegar a una elocuencia más pura, más impulsiva y más visceral sin tener que cortarte y en el cine, en cambio, tienes que adaptar todo eso al pequeño detalle.

P:  ¿Tiene algún nuevo proyecto en el punto de mira?

R: Hay cositas. En teatro voy a montar una obra con Lucía Luquín otra vez, que se llama 'Espejo contaminado' y tenemos una residencia teatral en Andén 47. Estamos muy contentas porque es una oportunidad muy chula. En cuanto al cine, hay alguna cosilla, algún corto que vamos a hacer más adelante y alguna otra cosa que no sé si puedo contar... Con Enrique García-Vázquez sí que tengo cosas pendientes... algún largometraje.