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Daniel Medina, profeta en su tierra, abre la puerta grande de Laguna de Duero

Crónica taurina escrita por Jesús López Garañeda

Daniel Medina, profeta en su tierra, abre la puerta grande de Laguna de Duero
Daniel Medina, a hombros. Fermín Rodríguez
Jesús  López Garañeda
Jesús López Garañeda
Lectura estimada: 2 min.

Y lo ha hecho tras cortar tres orejas a su lote en la novillada de la Feria de Laguna de Duero a dos novillos, bien presentados, bajos de fuerza y nobles de la ganadería jienense de Valdemoro. Dos faenas asentadas, decididas y con cierta gracia, amenizadas por la música de la Banda municipal lagunera, le han hecho acreedor de salir por la puerta grande de su propia tierra, pues el joven novillero es de Laguna de Duero.

Esta tarde ha abierto el paseíllo junto a sus dos compañeros, el zaragozano Cristiano Torres y el salmantino Cristian González. A Cristiano le tocó un marmolillo en quinto lugar, estupendamente presentado, pero con menos gijas y fuerza que el tobillo de un pájaro. Un auténtico tardo y reservón ejemplar el que tuvo que lidiar este joven diestro de Zaragoza, hijo de Ricardo Torres, desmintiendo aquello de "no hay quinto malo" con voluntad y decisión, pero que si quieres arroz, Catalina. El animal negado a embestir ni por asomo y tan cansado y desrazado que se tumbó en el medio del ruedo, tras un infame pinchazo más que bajo, de sótano. El caso es que el puntillero lo levantó y el animal aguantó otras entradas del torero hasta que lo mandó al desolladero de otra estocada. Silencio en la parroquia de Laguna. Y eso que había sido ovacionado con fuerza tras despachar al segundo de la tarde, que se dio un volteretón, al salir de la vara, de los que hacen época y daño a la estructura ósea del burel.

Con este segundo de la tarde estuvo muy bien, con suavidad y templanza por ambas manos. Tras exprimirlo como limón terminó su faena con unas bernardinas finales aplaudidas. Recibió un aviso del palco y acabó con pinchazos y una estocada contraria. Saludó desde el tercio.

El otro Cristiano que apadrina Pablo Santana, el torero de Alaejos, lidió un novillo bien presentado, con cuajo y romana y lo hizo con cierta decisión. El novillo había achuchado al subalterno Alejandro Sánchez al que volteó, bien es verdad que sin consecuencias para él. Tras acabar con el utrero de pinchazo y estocada entera algo tendida recibió una oreja por su labor.

En el que cerraba plaza, muy flojo, bien picado por Rafa Agudo y muy bien lidiado por Mario Campillo, Cristian estuvo con el toro a ver si sacaba algo de un pozo de bravura, seco como la mojama. Lo despachó de estocada entera y recibió unos aplausos del público.

 

Más Info.

FICHA DE LA CORRIDA

Laguna de Duero. Un cuarto de plaza. Seis novillos de Valdemoro, bajos de fuerza, nobles y flojos de remos para

Daniel Medina, oreja y dos orejas.

Cristiano Torres, Ovación tras aviso y silencio.

Cristian González, oreja y aplausos.