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El Real Valladolid Baloncesto resucita al tercer día (70-71)

Los pupilos de Paco García sacó un triunfo crucial en la cancha del HLA Alicante y rompió la maldición a domicilio

El Real Valladolid Baloncesto resucita al tercer día (70-71)
Sergio Borja Sobas
Sergio Borja Sobas
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Miércoles de Pasión el domingo ante Oviedo y Domingo de Gloria en Alicante para el UEMC Real Valladolid Baloncesto (70-71). El cuadro vallisoletano, sin penitencia lejos esta vez, resurgió a domicilio para sacar adelante un triunfo crucial en la cancha de un rival directo, el HLA Alicante. Los de Paco García mandaron durante prácticamente todo el encuentro y mostraron su mejor versión atrás, con solvencia, en un último cuarto de infarto y que terminó con una acción decisiva de Jaan Puidet para certificar el 18º triunfo.

Y de nuevo, como en Almansa, el inicio del UEMC Real Valladolid Baloncesto fue muy positivo en todos los aspectos. Los blanquivioleta cerraron el perímetro, la primera clave del partido, y los puntos de Sergio de la Fuente y Lucas N?Guessan posibilitaron las primeras rentas visitantes (3-7). La puesta en escena, fantástica, servía para mostrar credenciales desde que se lanzó la bola al aire.

No quedó en un espejismo el gran inicio. Aplicados atrás, los blanquivioleta sellaron su aro, cerraron el rebote y sacaron a relucir su mejor versión en ataque para encontrar tiros liberados. Los exteriores del Pucela tomaron el relevo de los interiores y también castigaron a base de triples, obra de Pantzar y Belemene, para estirarse y forzar el primer tiempo muerto de la contienda (7-15). El ritmo del partido creció, y el base sueco, dominador en ese contexto, se hizo con las riendas para cerrar el primer periodo con 12 de valoración y el UEMC RVB mandando (16-20).

Trató de salir con una marcha más HLA Alicante para buscar la igualada, pero resistió con solvencia el cuadro del Pisuerga. Y esperó su momento para dar otra estacada. Los de Rafa Monclova se encomendaron al acierto exterior, pero la red de ayudas que tejían los de Paco García funcionó a la perfección para secar al rival. Al otro lado de la cancha, el buen juego y el acierto siguieron rayando a un gran nivel para despegarse de nuevo. Aun con el encuentro más trabado, lento y con muchas faltas, dos triples de Gantt y Mazaira abrieron brecha (20-30). La segunda unidad, brillando en un Pedro Ferrándiz cada vez más metido.

Tras una técnica contra el equipo local, lo cual no ayudó a que el partido recuperara el ritmo del inicio, HLA Alicante y UEMC RVB entraron en un intercambio de tripes que, a fogonazos, aumentó la velocidad del choque. Ahora sí. Las ardillas no mantenían el nivel de acierto para defender la ventaja (8/16 en triples al descanso), con Kovacevic y Mazaira como ejecutores desde el perímetro (31-39). Y tras dos tiempos muertos casi consecutivos de Paco García para que no se quedaran por el camino, las ardillas alcanzaron el descanso ganando (35-43).

Final a cara o cruz

Tras el paso por vestuarios, el partido creció más si cabe en intensidad y los alicantinos reanudaron sus intentos de dar la vuelta al guion. No lo permitió el UEMC Real Valladolid Baloncesto. Dos triples consecutivos de Belemene mantuvieron a raya a los locales, pero los problemas para cerrar el rebote defensivo dieron alas al HLA Alicante (46-51).

El conjunto valenciano recuperaba terreno y aparecían las primeras grietas en el plan de partido, pero rápidamente ajustaron los de Paco García y para enderezar el rumbo. Fuego apagado. Los locales, obcecados en querer sumar de tres en tres, fiaron todo al acierto exterior (5/22 por entonces), pero el perímetro del UEMC RVB, con piernas y solidaridad, lo contestaba todo. Con el marcador congelado durante varios minutos, los puntos de Kevin Allen en la pintura sirvieron para dar otro pasito adelante (46-55), pero el botín se redujo en la recta final del tercer asalto (51-55).

La inercia, no obstante, se mantuvo y HLA Alicante logó dar la vuelta al marcador con cinco puntos consecutivos de Nikola Rakocevic. Los lucentinos, por delante, algo que no sucedía desde el 3-2, y cambio de roles. El partido, en un punto de inflexión, se caldeaba más y más, pero los visitantes mantuvieron fría la cabeza para aguantar en pie. Cinco puntos consecutivos de Jaan Puidet, perro de presa sobre el anotador montenegrino, enfriaron los ánimos del público alicantino (59-62).

En la recta final, ningún equipo fue capaz de abrir brecha y la contienda llegó a los últimos segundos con todo por decidir. Los puntos de Lucas N?Guessan, titánico en el rebote, inteligente forzando faltas y certero desde el tiro libre, dieron la ventaja a un UEMC RVB que ya no la iba a perder (68-71). Eso sí, hubo que pelearlo toda más. Steinarsson no falló desde la personal (70-71) y los visitantes tenían bola para poder sentenciar en el carrusel de tiros libres, pero perdieron la bola. Con 17 segundos en el crono, Jaan Puidet de nuevo frenó a Rakovecic y su defensa fue la puntilla a un HLA Alicante que no anotó sobre la bocina. El domingo, lejos de Pisuerga, fue de Gloria para los vallisoletanos, que asaltaron la pista de un rival directo para poner la 18ª victoria del curso. Apoteósico.