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Miércoles de Pasión liberada para el UEMC Real Valladolid Baloncesto. El conjunto de Paco García regresó a la senda del triunfo con una vital victoria ante el Alimerka Oviedo Baloncesto (89-72) en un encuentro en el que se redimió de los últimos partidos.
Los blanquivioleta amplían a 14 de 14 la racha inmaculada en un balsámico Polideportivo Pisuerga, y se hacen con el 17º triunfo del curso. En los prolegómenos, eso sí, el encuentro quedó en un segundo plano aun siendo de vital importancia. Una vez presentados los dos equipos que se daban cita, Sergio de la Fuente, junto con su pareja Laura y la hija de ambos, Carlota, recibieron un obsequio de todo el Real Valladolid y de la Peña Pucelaikos para dar la bienvenida a la recién nacida en familia de las ardillas.
La entidad blanquivioleta, de enhorabuena con la llegada de la pequeña, se ponía manos a la obra para que esperar que también llegase con una victoria bajo el brazo. Y el UEMC RVB puso de su parte para que así fuera. El partido comenzó con mucho, mucho ritmo y una anotación inusitada en los primeros minutos. Y fue precisamente el capitán de los vallisoletanos uno de los protagonistas con cinco puntos que sirvieron para mantener el pulso ofensivo del Alimerka Oviedo Baloncesto (14-11).
Lucas N'Guessan, con otros cinco tantos y grandes acciones defensivas, se unió al '22' en un primer cuarto frenético y del cual se retiró lesionado Mike Torres cuando apenas se habían cumplido dos minutos de juego. A pesar del hándicap por la retirada del campo del '3', el cuadro vallisoletano no sólo no se descompuso, sino que aprovechó el desconcierto para subir tres marchas de golpe. Aunque los de Guillermo Arenas comenzaron con tres triples consecutivos, la
fiesta anotadora se fue tiñendo de blanquivioleta de tres en tres y dos balazos consecutivos de Maj Kovacevic abrieron brecha con el cuadro carbayón (22-11). En la recta final, no obstante, reaccionaron los asturianos para consumar, con una 'mandarina' sobre la bocina, un parcial de 3-11 que apretaba la contienda de nuevo (25-22).
De nada iba a servir el acierto y el buen juego ofensivo sin trabajar atrás, puesto que 22 puntos recibidos se antojaban demasiados. Dicho y hecho. Los triples siguieron llegando en ambos aros, pero el UEMC RVB, paulatinamente, se fue activando en defensa. También se adueñó de la zona y dominó el rebote para escaparse de nuevo (42-35) y despegarse otra vez. Sin Mike Torres, fue Jaan Puidet quien asumió galones en la dirección y lideró desde la defensa, secando a los anotadores carbayones. El conjunto de Guillermo Arenas se estancó durante varios minutos y los locales, desatados por momentos y con todos aportando, abrieron brecha antes del descanso (49-39).
El intercambio de golpes con los ataques desatados, de ese modo, estaba resultando favorable al UEMC Real Valladolid Baloncesto, a pesar de la puntería ovetense: 7/10 en triples para los visitantes. Los pupilos de Paco García, sin embargo, estaban calcando el plan de partido con más rebotes (21-17) que el rival y ninguna pérdida, por las tres de los norteños.
Despacio y con buena letra, el UEMC RVB estaba creciendo con el paso de los minutos y realizando un buen partido, pero aún restaban 20' y estaba todo por decidir. Alimerka Oviedo Baloncesto regresó con otro tono y recortó diferencias con una buena salida (54-51) y con técnica contra el banquillo local incluida. Pero las ardillas, firmes, mantuvieron la cabeza fría para aguantar el chaparrón y esperar el momento.
Pero los blanquivioleta tenían el circo montado y continuaron creciendo los enanos. Lucas N'Guessan, que estaba brillando de nuevo, siguió los pasos de Mike Torres y enfiló hacia la enfermería, también lesionado, y con los visitantes a tiro (59-55).
Segunda baja durante el encuentro, dos menos en el UEMC RVB con 15' por disputarse. Con todo y con eso, y ajeno al (des)concierto arbitral que reinó durante varios momentos (lo cual tenía mucho mérito), el conjunto castellano encaró el último asalto con ventaja (69-63).
Los de Paco García, consistentes y solventes a pesar de los reveses recibidos, resistieron todos los golpes y llegaron a la hora de la verdad con su mejor versión. Belemene, otra vez diferencial atrás y también en ataque, lideró a los castellanos con cinco puntos consecutivos que obligaban al técnico foráneo a pedir tiempo muerto (75-63). Fue el último estirón que necesitaron los pucelanos para encarrilar el triunfo.
Manejando ventajas siempre cercanas a los 15 puntos, los locales bajaron el tempo del partido y jugaron a placer hasta certificar, sin contratiempos, el triunfo (89-72). El UEMC Real Valladolid Baloncesto, así, logra el 17º triunfo del curso y mantiene la imbatibilidad en el Polideportivo Pisuerga, donde suma 14 de 14. Las notas negativas, las lesiones de Mike Torres y Lucas N'Guessan durante el encuentro. Y en apenas cuatro días, el próximo compromiso blanquivioleta: domingo a las 12.30 horas en la cancha del HLA Alicante.
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