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Manjar, el veloz Toro de la Vega, no deja heridos en Tordesillas

Aunque hubo algunos momentos de peligro, especialmente en la rotonda, el festejo se desarrolló sin incidentes en apenas 45 minutos

Manjar, el veloz Toro de la Vega, no deja heridos en Tordesillas
Foto Miriam Chacón
José Ángel Gallego Vázquez
José Ángel Gallego Vázquez
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A las once en punto sonaba la primera bomba real que anunciaba que Manjar, el Toro de la Vega 2022, saltaba al adoquinado de la calle San Antolín. Miles de personas abarrotaban las calles, el puente y la entrada a la Vega para ver de cerca, aunque fuera fugazmente, al imponente astado que cruzaba el río Duero de forma altiva y mirando desafiante a los mozos que conducían su embestida.

Como es habitual, en la rotonda, se vivieron auténticos momentos de peligro, cuando dos corredores a punto estuvieron de ser alcanzados por el astado. Un espectador que estaba muy cerca del lugar se llevaba las manos a la cabeza: "Se han librado por los pelos, especialmente uno que no acertaba a entrar en la talanquera". Afortunadamente no hubo que lamentar ningún herido, tal y como confirmaban fuentes cercanas a la organización. En apenas tres minutos, Manjar ya estaba en La Vega, camino de los prados de Zapardiel, un terreno mucho más propicio para el morlaco, de la ganadería de Albarreal, que el siempre duro asfalto de los primeros metros de la carrera.

Era entonces cuando entraban en juego los caballistas. Cuarentaicinco minutos después, una nueva bomba anunciaba el final del festejo y los espectadores irrumpían en aplausos. El toro se había emplazado a unos 800 metros del inicio de la Vega y allí los jinetes pudieron disfrutar de sus embestidas. Manjar sería conducido por los bueyes hasta los corrales del Zapardiel. El Toro de la Vega 2022 era ya historia.