circle

El lechazo, la tradición vallisoletana que resiste en las mesas navideñas pese a las subidas de precio

Las familias ajustan sus presupuestos para seguir disfrutando de estas fechas tan señaladas

El lechazo, la tradición vallisoletana que resiste en las mesas navideñas pese a las subidas de precio
Pescadería del Mercado del Val
Unai Saez Fernández
Unai Saez Fernández
Lectura estimada: 2 min.
Última actualización: 

En la recta final del año, las mesas navideñas de Valladolid vuelven a llenarse de grandes platos culinarios. El lechazo, plato estrella en la provincia, sigue siendo protagonista en las celebraciones. Sin embargo, las subidas de precio de los alimentos están marcando las compras de los consumidores, quienes buscan alternativas para ajustar sus presupuestos

Los precios actuales reflejan el impacto de estas subidas: las almejas oscilan entre 35 y 48,95 euros por kilo; la pata de pulpo alcanza los 39,96 euros; el langostino fresco cuesta 13,99 euros, mientras que el salvaje sube a 29,90 euros; la lubina está en 9,90 euros; y la merluza varía entre 19,90 y 24,99 euros. En cuanto al lechazo, su precio se sitúa en torno a los 25,99 euros por kilo. 

La carne de lechazo, aunque también ha experimentado un incremento en su precio, se mantiene como una opción preferida frente a productos que han alcanzado cifras "desorbitadas", como el marisco. Una compradora en el Mercado del Val explicaba a TRIBUNA Valladolid: "Las subidas de precios han sido horribles. Las almejas están intocables, el precio del marisco es horroroso; para los pobres ya no vale". Esta percepción se extiende entre los consumidores que, resignados, buscan alternativas. "Algo hay que comer", afirmaba otro cliente. 

El marisco, que tradicionalmente acompaña las cenas navideñas, se ha convertido en un lujo inaccesible para muchas familias. Otro vecino del centro de Valladolid lamentaba: "Lo suben porque quieren, no por otra cosa". Las críticas hacia el alza de precios son generalizadas, especialmente en diciembre, un mes en el que "todo lleva subiendo desde el principio".

Aunque el lechazo también ha visto reflejada una subida de precio, los consumidores parecen dispuestos a mantenerlo en sus mesas. "Este año se han pasado un poquito", comentaba una compradora, que añadía que "todo está más caro en comparación con meses anteriores y con el año pasado".

Los mercados locales siguen siendo un punto de encuentro en estas fechas señaladas. "Yo lo compro fresco", decía otra clienta, refiriéndose tanto al lechazo como al pescado. Esta tendencia refuerza la importancia del producto local, que pese a las dificultades económicas y las nuevas modas, sigue atrayendo a los vallisoletanos.