Dominio del UEMC RVB ante el Odilo FC Cartagena CB

Los blanquivioletas se hicieron con la undécima victoria de la temporada

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Dominio del UEMC RVB ante el Odilo FC Cartagena CB
fotos: Rubén de la Fuente / Real Valladolid.
R.C.G.T
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Lectura estimada: 6 min.

El UEMC RVB de Alejandro Paniagua y Álvaro Díaz completó un ejercicio defensivo inmenso, dominó de principio de fin a la revelación Odilo FC Cartagena CB y logró la undécima victoria de la temporada a pesar de contar con dos bajas importantes

Sin Kovacevic ni Vucetic por lesión. Sin apenas descanso después de jugar el miércoles y tres partidos en apenas ocho días. Sin casi reacción tras un relevo en el banquillo... pero el UEMC RVB ofreció un derroche de deseo por la permanencia y lo dejó todo para imponerse al Odilo FC Cartagena CB, una de las revelaciones de la temporada. Tras una exhibición defensiva y una labor coral, con mención especial al estelar Eric Demers (28 puntos con 8 triples), Alejandro Paniagua se estrenó en el banquillo del Pisuerga con una victoria, la undécima del curso, trascendental para seguir creyendo y dando argumentos para la permanencia.

No era sencilla la papeleta por todo lo que al UEMC RVB se refiere, y mucho menos teniendo en cuenta el rival que se presentaba en Pisuerga. Un recién ascendido que está en puestos de playoffs por derecho propio, aún con bajas también, pero la revelación junto con el Caja Rural CB Zamora era el rival que visitaba suelo vallisoletano en buena racha. Pero el Pucela dio una exhibición en muchos aspectos del juego y completó, quizá, uno de los mejores encuentros de la temporada.

Con mucho ritmo y acierto presentaron sus credenciales tanto UEMC RVB como Odilo FC Cartagena CB en la penúltima jornada de liga. Los locales, más cómodos corriendo y anotando en transición; y los visitantes, con el interior Ugochukwu capitalizando las primeras posesiones, firmaron un inicio igualado y vertiginoso (6-6). Pero rápidamente los de Alejandro Paniagua se hicieron con el mando para no cederlo y mejoraron progresivamente.

Demers, Mballa (firmó 18 tantos y 9 rebotes) y Torres brillaron en los primeros minutos con un UEMC RVB tirando de rotaciones cortas para paliar la falta de efectivos ante las ausencias de Vucetic y Kosavevic por lesión. Así, colgándose al contraataque por segunda vez, un mate del ala-pívot francés puso el primer estirón local (11-7) y los vallisoletanos tomaron la delantera para no perderla hasta el final. Con la segunda unidad en pista, gestionando esfuerzos y moviendo constantemente el quinteto, el conjunto del Pisuerga, pragmático y vertiginoso al contraataque, puso tierra de por medio y terminó el primer acto con un botín de 9 puntos (25-16).

La buena defensa del pick and roll generó muchos problemas al cuadro murciano saltando a los 2x1, permitió a las ardillas robar, correr y distanciarse con un baloncesto rápido, dinámico y práctico. Aunque se atascó por momentos el UEMC RVB, los blanquivioleta mantuvieron a raya al Odilo FC Cartagena CB con un inmenso Josh Mballa finalizando cerca del aro, un triple de Eric Demers y manteniendo muy alto el listón defensivo (34-26).

Ahí lo paró el visitante Jordi Juste con el primer tiempo muerto de la partida. Los murcianos reajustaron y mejoraron de inmediato, subiendo líneas atrás y aprovechando las pérdidas locales para responder con un parcial de 0-8 (34-32). Turno entonces de Alejandro Paniagua para hacer lo propio apenas dos minutos después, apostando entonces por un quinteto pequeño con Juanga al ‘cuatro’ y devolviendo la dirección del equipo a Mike Torres. Y así reaccionó con presteza el Pucela, parando el parcial de los cartageneros y cimentando de nuevo su renta merced a otros dos triples de Eric Demers, que se fue hasta los ¡8!. El norteamericano dio un paso adelante importante y asumió galones para liderar el estirón previo al descanso y que dejó a los blanquivioleta siete arriba (46-39).

 

Trabajo defensivo y en el rebote superlativo

Pudieron ser más los tantos de ventaja, pero las pérdidas evitables del segundo cuarto y un arbitraje tétrico (el enésimo) ajustaron las tornas y dejaban todo abierto para la segunda parte. Pero lo cierto es que el UEMC RVB había firmado una primera francamente buena. Jugando de forma práctica, fácil, encontrando buenas situaciones, sólidos en el rebote y en defensa... solo quedaba refrendarlo durante dos cuartos más. Y vaya si lo hicieron los pupilos de Alejandro Paniagua y Álvaro Díaz.

El UEMC RVB regresó de vestuarios con otra marcha, con una actitud encomiable, luchando cada balón y enchufadísimos. La clave radicaba en ver si una rotación de 10 jugadores iba a tener combustible suficiente para lo que quedaba, más aún teniendo en cuenta que era el tercer partido en ocho días, pero Pisuerga también ayudó y empujó a los suyos. El cuestionable arbitraje hizo de acicate y colaboró en ese ambiente hostil que aprovechó el cuadro local para seguir distanciándose. Amén de una técnica contra el banquillo local que encendió al respetable, sobre la pista Demers y Mballa echaron más gasolina con dos triples y un mate para abrir brecha (59-47).

Terminó de encenderse un Pisuerga enfervorecido. El choque iba de parciales y de nuevo fue Jordi Juste quien tuvo que pararlo. Y otra vez, con rápida reacción cartagenera. El UEMC RVB entró en barrena durante varias posesiones, pero la intensidad y agresividad hicieron que Odilo FC Cartagena CB entrara en bonus con 4 minutos por jugarse. Un triple de Agustí Sans cortó el parcial de 0-5 visitante (62-52) y Dani Manchón aprovechó esos minutos de locura que tan bien gestiona el palentino para hacer caja desde la línea de personal y mantener la ventaja por encima de los diez puntos (68-56). A pesar de los problemas en el rebote y las segundas oportunidades que sacaron los murcianos, el equipo de Alejandro Paniagua resistió los envites foráneos y llegó al último asalto 11 arriba (68-57).

También con bajas Odilo FC Cartagena CB, en los últimos minutos iba a ser clave gestionar esfuerzos y ver quién tenía más piernas. Lo que sí demostraron las ardillas es que, con actitud y corazón, poco importaba el depósito y paliaron todo eso con un derroche de deseo. La buena gestión desde el banquillo también fue trascendental, con rotaciones cortas todo el partido y dando descansos programados. Esa guerra de desgaste recogió sus frutos en el periodo decisivo.

El ímpetu local sacó tres faltas al cuadro murciano en apenas dos minutos y la sombra del bonus amenaza a los de Jordi Juste, obligados a bajar el nivel de contactos si no querían pagar el peaje de los tiros libres. Y ahí se desató el Pucela. El UEMC RVB aprovechó esos centímetros de margen, impuso su cordura y los puntos de un celestial Demers (terminó con 28 en su hoja de servicios) y de Shemar Wilson agrandaron la brecha (76-61).

No dio pie el cuadro castellano a la reacción de un Odilo FC Cartagena CB que lo intentó de todas las formas posibles, pero no estuvo acertado en el triple y también acusó sus ausencias. Agustí Sans entró al campo para dormirlo, para imponer su orden y Sergio se desfondó en la pintura para asegurar rebotes. Así mantuvo el colchón el UEMC RVB, que resistió también entrando en bonus y jugando al límite de contactos, pero los de Jordi Juste no estuvieron certeros desde la línea de personal.

Faltaba rematar la faena y poner la guinda, algo que logró Eric Demers a título colectivo y particular. El octavo triple del artillero de Massachussets (86-72), récord en la historia del Club, desató el delirio en Pisuerga y ató la undécima victoria del curso para acercarse a la permanencia. El ‘16’ la personificó con puntos, 28 en total, pero fue un trabajo coral, de derroche defensivo, de deseo, de solidez en el rebote y de carácter.

Ya en la penúltima jornada, el UEMC Real Valladolid Baloncesto visitará al Aircargobooking Ourense el próximo viernes 2 de mayo a las 21.00 horas.

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