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El Puente Colgante de Valladolid, declarado Bien de Interés Cultural

Finalizado en 1865 ue el primero en España y el cuarto de Europa realizado con la tecnología arco-tirante y fue presentado en la Exposición Universal de París

El Puente Colgante de Valladolid, declarado Bien de Interés Cultural
Rebeca Pasalodos Pérez
Rebeca Pasalodos Pérez
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El Puente Colgante de Valladolid, una de las estructuras más reconocibles de la capital vallisoletana, ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento por el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León. Esta distinción subraya el valor excepcional del puente en términos históricos, técnicos y culturales, convirtiéndolo en un referente destacado del patrimonio de Castilla y León y en un testimonio vivo del avance tecnológico en España durante el siglo XIX.

Conocido también como el Puente de Hierro, el Puente Colgante es un icono urbano que refleja la relación intrínseca entre Valladolid y el río Pisuerga. Su diseño innovador, basado en el sistema arco-tirante o Bow-String, fue un logro técnico pionero en su tiempo, siendo el primer puente de este tipo construido en España y el cuarto en Europa. Este sistema, desarrollado por el ingeniero inglés Isambard K. Brunel, fue presentado como una de las tecnologías más avanzadas de la época en la Exposición Universal de París, y su aplicación en Valladolid en 1865 marcó un hito en la arquitectura de hierro en el país.

El puente, cuya construcción comenzó en 1852 bajo la dirección del ingeniero Andrés de Mendizábal y fue completada con el sistema Bow-String tras un cambio de diseño, fue fabricado en los talleres ingleses de Ebro Works en Tividale, cerca de Birmingham. Las piezas fueron transportadas a Valladolid a través de los puertos de Santander y Bilbao, y su ensamblaje, bajo la supervisión de los ingenieros Carlos Campuzano y Antonio Borregón, culminó en 1865. Desde su inauguración, el Puente Colgante ha mantenido su diseño original, soportando el paso del tiempo y continuando en uso, lo que ha fortalecido su estatus como un "símbolo inequívoco" de la ciudad.

La ciudad "está de enhorabuena"

El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ha expresado su satisfacción ante la declaración del puente como BIC, calificándolo como un reconocimiento merecido a una infraestructura que, durante más de un siglo, ha sido esencial para la ciudad. "Valladolid hoy está de enhorabuena. La Junta de Castilla y León acaba de declarar nuestro Puente Colgante como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. Es un reconocimiento, sin duda, al segundo puente histórico de la ciudad de Valladolid. Llevábamos 800 años con un único puente, el Puente Mayor. Y en 1865 se decidió que teníamos que tener una vía de comunicación importante a través del río Pisuerga que complementara, precisamente, nuestro Puente Mayor", afirmó Carnero.

El alcalde también ha destacado la importancia de la tecnología empleada en la construcción del puente, subrayando su relevancia como "hito dentro de la arquitectura de hierro" y como ejemplo del avance técnico de su época. "La tecnología que se usó marcó un hito dentro de la arquitectura de hierro, en lo que son los puentes constructivos de aquel entonces. Hoy con esta declaración, tanto Castilla y León como la ciudad de Valladolid quieren rendir homenaje a esta vía medular de comunicación. Una vía medular que lo seguirá siendo, en tanto en cuanto sigamos preservando las condiciones técnicas de este puente. Y así lo vamos a hacer todos los vallisoletanos. Un reconocimiento, el de BIC, que lo único que hace es hacer justicia con este emblema de Valladolid", concluyó.

La declaración del Puente Colgante como Bien de Interés Cultural no solo asegura su protección y preservación, sino que también refuerza su legado como una obra maestra de la ingeniería y la arquitectura, un símbolo perdurable de la historia de Valladolid y un testimonio del papel crucial de la ciudad en el desarrollo de las infraestructuras modernas en España.