El triple salto nos sabe a poco

España se queda con su medalla en el triple salto. Una desilusionada Ana Peleteiro logra una sexta plaza que sabe a muy poco.

Después de su bronce en Tokio la vida de Ana dio un giro de 180 grados con su embarazo y la llegada de su pequeña Lua. La decisión de ser madre para una atleta de este nivel nunca es una decisión fácil, marca un antes y un después en tu carrera.

Si algo es de valorar es la preparación y el esfuerzo que Ana ha hecho desde el nacimiento de su hija. Ha sido capaz de volver a la competición y de qué manera, con un oro en el Europeo de este verano. Una muestra de que el esfuerzo, preparación y talento son una muy buena combinación.

Sin embargo, no fue la competición de la española. La dominica Thea Lafond no lo puso fácil adueñándose del oro 15,02 metros, seguida de la jamaicana Shanieka Ricketts con 14,87 metros y el bronce la estadounidense Jasmine Moore con 14,67. Cerquita tuvo la gallega a las cubanas Liadagmis Povea y Leyanis Pérez fueron cuarta y quinta con 14,64 y 14,62 metros.

Una final muy cara en la que en muy pocos centímetros se encontraban cinco atletas luchando por el bronce olímpico. Ana lo intentó, pero no fue suficiente, el nivel de esta final olímpica requería más y la gallega no lo consiguió.

Lafond logró un oro que sabe a plata por la ausencia de la reina del Triple Salto Mundial, Yulimar Rojas. Sin duda la pieza clave de esta prueba y que ha dejado vacío el trono en París. La venezolana sufrió una lesión en el talón de Aquiles durante esta temporada y muy a su pesar tuvo que abandonar la idea de poder disputar estos Juegos Olímpicos.

Yulimar por el momento es imbatible con un record mundial de 15.74, una marca muy lejos de poder ser superada por el resto de mortales.

También se echa en falta a dos de las referentes del triple salto mundial en la última década, Caterine Ibargüen y Patricia Mamona. La portuguesa mamona, corrió la misma mala suerte que Yulimar esta temporada y una lesión le apartó completamente de la opción de acudir a París, quedando con el recuerdo de su medalla de plata en los pasados de Tokio 2020, por encima de nuestra Peleteiro.

Ibargüen por su parte colgó en Tokio los clavos y dijo adiós al foso del triple salto. La colombiana se mantuvo en la élite mundial de los Juegos Olímpicos desde Atenas 2004, logrando la plata en Londres 2012 y alzándose con el oro en Río 2016. El final deportivo de esta atleta marca quizá el principio del fin de una era en el triple salto mundial con la llegada a su vez de jovencísimas saltadoras que vienen pisando fuerte como Leyanis.