Caiga quien caiga

La opinión de Diego Jalón, como cada viernes, en TRIBUNA

imagen
Caiga quien caiga
Diego Jalón Barroso
Diego Jalón Barroso
Lectura estimada: 6 min.

Hace un par de sábados Sánchez presidía en Madrid la reunión del consejo de la Internacional Socialista. Y nos recordó que su Gobierno "nació de la necesidad de acabar con la corrupción". Añadió además, sin esbozar una sonrisa, que "esa lucha contra la corrupción ha de ser implacable, venga de donde venga y caiga quien caiga. Frente a quienes obstaculizaban la acción de la Justicia para dificultar investigaciones que les afectaban, hoy hay colaboración absoluta con la Justicia para llegar hasta el final". Hace bien en sacar pecho, porque todos sabemos que Sánchez, su Gobierno y sus socios, Miriam Nogueras incluida, son los mayores defensores de la colaboración absoluta con la Justicia.

Y también sabemos todos a estas alturas, que las cosas que dice Sánchez hay que interpretarlas, digamos, con algunos matices. Porque esa lucha contra la corrupción no es implacable venga de donde venga, sino más bien según de dónde venga. Es implacable si la corrupción viene del PP, incluso cuando la fiscalía ya ha archivado el caso. Que se lo pregunten si no al hermano de Ayuso. Pero si viene del PSOE ya es sólo implacable según y quién. Sí con Ábalos, que no figura en el sumario. Pero no con Armengol, porque tampoco figura en el sumario. Ni con Salvador Illa, ni con el ministro de Política Territorial, que ahora sí figuran en el sumario. Como Tellado, que según Patxi López "es el que tiene que dar explicaciones". Tiene razón Patxi, España está pendiente de que Tellado explique qué hizo cuando Koldo le pidió ayuda para tapar un caso de corrupción que afecta al PSOE y al gobierno balear de Francina. Esto debe ser a lo que se refiere Sánchez cuando dice que "defender la democracia y luchar contra la corrupción es no infundir [sic] bulos". Póngame otra infusión presidente.

Y luego, hay un tercer tipo de corrupción. Es la que implica a aquellos que tienen los votos necesarios para que Sánchez siga siendo presidente y a sus amigos, incluido el hijo de Pujol, el del Ferrari y el Lambo. Esa corrupción no es que no se persiga de manera más o menos implacable. Sino que se indulta, se amnistía y queda impune. Caiga quien caiga. Y, además, se pide perdón a los delincuentes y se dan las gracias por los favores recibidos.

No importa si este especial trato de favor y servidumbre implica pasarse por el forro la Constitución Española que establece que "los españoles son iguales ante la ley", una igualdad reconocida también en las constituciones de todos los estados miembros y por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que la considera un principio fundamental del derecho comunitario. Y tampoco si obliga a este gobierno, que se autoproclama "progresista", a vulnerar, con su incesante cesión a la extorsión de los independentistas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en su artículo 7 dice textualmente que "todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley".

Cuando Sánchez decide que quiere escribir un libro, tiene la costumbre pagar a otra persona para que se lo escriba. Pero en esto de la ley de amnistía, es él el que se ha convertido en el amanuense que ha escrito al dictado del fugado. Y además también ha pagado la cuenta. Porque lo de estas últimas semanas puede haber sido muchas cosas, pero lo que no ha sido es una negociación, sino una genuflexión tras otra y un "sí señor" ante cada nueva exigencia de Puigdemont.

Sánchez se ha ido tragando cada línea roja que iba dibujando, hasta llegar a esta pirueta final según la cual los independentistas no serán amnistiados por los delitos de alta traición y de terrorismo del Código Penal, al que obedecen el resto de los españoles, sino por los que figuran en una supuesta "legislación europea". Veremos lo que opinan los jueces y el recorrido jurídico que tiene todo esto, pero da la impresión de que esta vez igual se han pasado un poco estirando el chicle para parir esta ley "impecable desde el punto de vista constitucional".

Pero, aunque han vuelto a tener que tragarse sus palabras, Sánchez y los suyos están felices y risueños, como las mocitas madrileñas porque juega su Madrid. Feliz estaba Sánchez en Brasil, que no sé yo si se habrá ido para allá por si acaso, como hizo el Dioni, al ver la que se está montando con lo de Koldo, su pandilla y esa aerolínea rescatada que financiaba las actividades académicas y empresariales de su señora. Y lleno de gozo y satisfacción está Bolaños que, al anunciar ayer el acuerdo logrado para que Junts se deje amnistiar, parecía estar dando un discurso tras haber sido premiado en la gala de los Goya. "Quiero concluir felicitándome"
Nos explicó que esta ley de amnistía no es un atentado contra los derechos humanos y el estado de derecho, sino que "se va a convertir en un referente mundial", un poco lo que decía Sánchez de la ley del sólo sí es sí. Según el ministro con esta ley "se cierra una etapa, una etapa de enfrentamiento, de conflicto, de tensión, de una quiebra de los afectos y de la convivencia que protagonizaron una década en Cataluña, una década en la que no ganó nadie, una década de fracaso colectivo". Con lo que viene a reconocer que todo esto que nos llevan dos o tres años diciendo de que con Sánchez todo iba sobre ruedas en Cataluña, pues no era cierto del todo. Nos hacía falta la amnistía. ¿Cómo hemos podido vivir sin ella todo este tiempo?

Aseguró que "es una ley que hoy marca historia, la mejor historia de España, la historia de la reconciliación y de la convivencia, la historia de un Gobierno valiente, de un PSOE valiente, que se mira a los ojos con personas que piensan muy diferente". Pues digo yo que es una lástima que este gobierno haya tardado cinco años en reunir el valor suficiente para dar este paso tan histórico y necesario para España, para Cataluña y para la convivencia y la reconciliación. Pero claro, más vale tarde, dirá Bolaños.

Pero me permitirá el ministro que le reproche estos cinco años de retraso, estos cinco años perdidos para la mejor historia de España, este lustro que han tardado en ponerse manos a la obra para reconciliarnos a todos, "el más noble de los propósitos", según sus propias palabras. Hay quien podría pensar que esta ley en realidad sólo sirve para intentar reconciliar a Sánchez con Puigdemont y para rascar siete votos, pero se equivocaría. No hay más que leer lo que decía el héroe de Waterloo el martes pasado, seguramente con el acuerdo ya cerrado: Que todo el mundo tenga claro que la represión no ha terminado, ni acabará, por más leyes que hacemos. Y esto debe confrontarse, sin miedo, sin rehuirlo, sin renunciar a él. De la misma forma que no podemos renunciar a la unilateralidad, que no es la declarativa, es la práctica. La que debe hacer materialmente posible que Cataluña sea independiente". Si esto no es pasar página, olvidar una etapa de enfrentamientos y abrazar el diálogo, la reconciliación y la convivencia, que venga Bolaños y lo vea.

Muy feliz estaba también la ministra de chascarrillos, María Jesús Montero, porque, aunque le volvieron a tirar abajo en el Senado su techo de gasto desbocado, sabe que "la andanza de este Gobierno va a continuar y la legislatura se le va a hacer muy larga al PP". La que ha estado más callada es Yolanda, igual porque ha trasnochado. Pero votará también a favor de amnistiar a malversadores y corruptos, pese a que estos días se esforzaba en olvidar el sopapo que le dieron sus paisanos gallegos, proponiendo una reforma legal para impedir indultar a los corruptos, aprovechando lo de Koldo, ese caso por el que todavía no ha hecho un solo reproche al PSOE. Es el toque de surrealismo que necesita la vida política de cualquier país que se precie. Todos contra la corrupción, caiga quien caiga.

4 Comentarios

* Los comentarios sin iniciar sesión estarán a la espera de aprobación
usuario anonimo 3/8/2024 - 10:19:24 AM
Manda narices que en plena "barra libre" con la ley de amnistía perdonando lo que le apetece a Puigdemont, hablen el Pedro Sánchez, Óscar Puente y compañía de que "caiga quien caiga" si hay corrupción
0
usuario anonimo 3/8/2024 - 10:18:27 AM
Completamente de acuerdo, "caiga quien caiga", a menos que sea del partido de Pedro Sánchez o de los que le prestan sus votos
0
usuario anonimo 3/8/2024 - 8:20:44 AM
Justificar la actual ley de amnistía con la directiva europea es en si misma una mentira tan grande que el PSOE va a tener un grave problema en los tribunales.
0
usuario anonimo 3/8/2024 - 2:25:13 AM
Estupendo artículo
0
Mobile App
X

Descarga la app de Grupo Tribuna

y estarás más cerca de toda nuestra actualidad.

Mobile App