El Real Valladolid empató (1-1) en El Molinón en un encuentro igualado que solo el Pucela pudo decantarlo a su favor, ya que fue el equipo que mejor acabó los últimos minutos. De hecho, el Sporting, que empezó bien la segunda parte con el gol de Cote, tuvo un pequeño arreón que no penalizó a los de Paulo Pezzolano, que se van de Gijón con la sensación de haber dejado vivo a un rival directo en la lucha por el ascenso.

IDA Y VUELTA CON ACIERTO BLANQUIVIOLETA

El Real Valladolid empezó con un plus de energía el partido siendo consciente de la importancia que tenían los tres puntos, ya que sabía, por ejemplo, que el Real Oviedo, su próximo rival, había goleado (5-0) al Burgos en el Carlos Tartiere. Los de Paulo Pezzolano, que había realizado cuatro cambios respecto al encuentro ante el Albacete, se acercaron con peligro a la portería de Christian Joel, que, con el paso de los minutos, sufría con las acometidas visitantes.

Eso sí, el Sporting de Gijón no dio su brazo a torcer en ningún momento. Los locales, en un partido que se convirtió por momentos en un ida y vuelta, tuvieron ocasiones suficientes para adelantarse en el marcador, pero sus remates no encontraron portería. Tan solo el cabezazo de Insua en los primeros compases puso en el miedo en el cuerpo a los pucelanos y a un Jordi Masip que estuvo muy seguro durante los primeros cuarenta y cinco minutos. El cancerbero catalán tuvo que intervenir ante Juan Otero en un mano a mano que el delantero sportinguista buscó el penalti tirándose de manera descarada, pero Galech Apezteguía no cayó en la trampa.

Justo, al filo del descanso, Biuk pudo sentenciar al Sporting, pero Christian Joel se quitó el balón de encima cuando este entraba tras un centro del '17' que fue de menos a más durante el choque.

ERROR EN EL GOL RIVAL Y REACCIÓN POSTERIOR

La reanudación sentó mejor al Sporting. Los rojiblancos tardaron cinco minutos en igualar la contienda gracias a un remate de Cote que superó a Masip (1-1) bajo la atenta mirada de Luis Pérez y César Tárrega que no estuvieron acertados en el marcaje. A partir del gol sportinguista, los de Miguel Ángel Ramírez se crecieron hasta el punto de que el propio entrenador local animó a su afición desde la zona técnica porque veía que podía remontar un partido que se le había puesto cuesta arriba. No obstante, el Pucela reaccionó al mínimo asedio que estaba sufriendo. Christian Joel sacó una buena mano al disparo de Meseguer y no pudo hacer nada en el remate posterior de Biuk, pero este se encontró con el larguero.

El extremo blanquivioleta dejó grandes detalles en El Molinón, sobre todo en la segunda mitad cuando parecía haberse echado el equipo a su espalda en el aspecto ofensivo. La entrada de Hassan reforzó el ataque al Sporting, pero se topó con un estelar Lucas Rosa, que desbarató todas sus acciones. Los pucelanos aprovecharon que los locales se conformaban con el empate para ir a por la victoria. Los cambios tardíos de Pezzolano modificaron el plan defensivo de los de Ramírez, que sufrieron en los últimos compases. Kenedy, entre otros, tuvo en sus botas el segundo tanto del Pucela, pero su volea se fue desviada.

El tiempo corría a favor del Sporting que ya no tenía tanta prisa por sacar. El pitido final de Apezteguía dejó al Real Valladolid con ganas de más y un sabor agridulce porque, a pesar de no perder, acabó los últimos instantes mejor que su rival, que se mantiene en la zona alta de la tabla. El próximo rival del Pucela es otro equipo asturiano, el Oviedo, que irá a Zorrilla con la moral por las nubes.