Cientos de personas abarrotaron la localidad de Medina de Rioseco para disfrutar de la novena edición del Toro del Carnaval. Un festejo que se celebró en sesión de mañana y tarde y que tuvo una suerte bien diferenciada. La primera suelta matutina fue accidentada, con dos golpes y un hombre corneado, mientras que por la tarde fue un festejo multitudinario, quizá en el año con más gente abarrotando el recorrido.

El espectáculo taurino, organizado por el Ayuntamiento y la Asociación Taurina Riosecana, comenzó con una concentración de minibueyes que hizo las delicias de los más pequeños.

Más tarde se soltó una vaca, de la ganadería de Cantoblanco, y un novillo de Toros Weimar. Fue este astado cuando salió del cajón y barrió las talanqueras. Un aficionado a la fotografía taurina de Tordesillas recibió una cornada en el muslo cuando no puedo acceder al vallado. 

Fue un sanitario riosecano, Ramón Sam José, miembro de la Asociación Taurina Riosecana, quien le practicó el torniquete al herido, permitiendo que llegara con vida al hospital.

Fue trasladado al Clínico Universitario de Valladolid y fue operado de urgencia. Según confirmó el alcalde de Medina de Rioseco, David Esteban, la intervención de la cornada de 15 centímetros fue un éxito. Dos personas sufrieron heridas de diversa consideración. Un vecino de Cuéllar sufrió una fisura en una costilla y otro mozo fue volteado cuando toreaba al novillo.

La suelta de la tarde fue mucho menos accidentada. La organización cifra en unas 3.000 personas, la asistencia a un festejo que ya se ha hecho un hueco en el panorama taurino regional. La vaca, de Toros Weimar, y el novillo de Cantoblanco dieron muy buen juego. Desde hace nueve ediciones se celebra el Toro del Carnaval, coincidiendo con la fiesta de disfraces posterior que organizan algunos bares de la localidad y la Asociación de Empresarios.