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El bombero que rescató a varias personas en el edificio de la explosión: "Nos costó acceder, fue duro"

El suceso, una semana después, continúa en la boca de los efectivos que intervinieron

El bombero que rescató a varias personas en el edificio de la explosión: "Nos costó acceder, fue duro"
Los Bomberos interviniendo en el suceso. AGENCIA ICAL.
Alejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
Lectura estimada: 3 min.
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19 días y 500 noches parece que es el 'tiempo' que ha pasado desde que se produjo la catástrofe de la calle Goya. No será un tema de Joaquín Sabina, pero será igual de inolvidable que su éxito de 1999. Por ello y por los motivos trágicos conocidos, la explosión sigue en mente de los vecinos de la zona, de los residentes de la misma y de, al fin y al cabo, de todos los vallisoletanos. Se trata de un catastrófico momento que se saldó con una mujer fallecida y 14 heridos, de los cuales solo dos continúan ingresados. Estos últimos evolucionan, afortunadamente, de manera favorable.

En este sentido, el concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona, ya ha confirmado que el 1ºC pudo ser el origen a pesar de que las causas todavía no se hayan dado a conocer porque el Ayuntamiento está a la espera del informe definitivo de la Policía Científica, que confirmará dichas teorías e hipótesis. En cualquier caso, la labor de los efectivos policiales y de los Bomberos pasará a la historia porque todos ellos se vistieron de héroes: rescataron a más de una decena de personas que se habían quedado atrapadas en el edificio siniestrado. Uno de los que estuvo presente, siendo clave en la resolución de la intervención, fue Roberto Martínez (Valladolid, 1975). Este bombero, con tres años en el cuerpo y 20 como policía a su espalda, condujo el vehículo autoescala que salvó la vida de los residentes, ya que ellos no podían salir por sus propios medios al desaparecer las escaleras tras la explosión. 

Martínez estaba en el parque de Canterac cuando de repente escuchó un "petardazo" como indica a TRIBUNA. "Nunca he visto algo tan gordo. Hubo mucho trabajo y fue duro. Tuvo que vinir gente de retén y gente que no estaba trabajando. La escala intervino de apoyo, pero fue, al fin y al cabo, clave. Nosotros estábamos en el parque de Canterac descansando en el patio. Desde allí, escuchamos un estruendo fuerte. A los que estaban en el interior del parque les comenté que el ruido que se había escuchado no era uno habitual, sino que parecía importante. Ya cuando vi la pantalla de los avisos del 1-1-2... nos empezamos a cambiar rápidamente. El jefe de la sala nos avisó y en cuatro minutos ya estábamos en la calle Goya", asegura.

"Nos costó acceder al edificio porque la calle estaba bloqueada. Entramos por la calle Estrella, que es muy estrecha para la escala que llevábamos, rozamos los retrovisores con las ramas de los árboles. Yo era el que llevaba la dotación y decidí entrar por el vehículo a la calle marcha atrás. Manejé la escala, levanté un poco la cesta, que llevaba dos compañeros encima. Afortunadamente, pudimos sacar a varias personas que estaban pidiendo auxilio. También utilizamos la manguera para atacar al fuego desde esa posición", añade.

En una intervención de tal magnitud, los nervios te pueden jugar una mala pasada. Sin embargo, Martínez niega que eso haya sucedido: "No vi nerviosos a mis compañeros porque estas situaciones ya estaban entrenadas. Cada uno sabe lo que tiene que hacer. De hecho, lo de la calle Goya es la suma de todas esas intervenciones que entrenamos. Eran muchos pisos, mucho fuego y mucha carga. Nos organizamos bastante bien a pesar de acabar cansados. Nos hicieron el relevo a las 04.30 horas y nos fuimos al parque de Canterac a descansar. Lo que pasa es que se produjo un incendio en un contenedor de Las Delicias y tuvimos que sofocarlo... No nos dio tiempo ni a descansar.".

Por último, Roberto reconoce que su mayor preocupación era la gran cantidad de gente que estaba en los alrededores. "Había muchísima gente. Hubo dos bomberos, Guillermo y Rubén, que nos ayudaron incluso a cerrar retrovisores por si nos llevábamos alguno de los coches que estaban aparcados en la calle Estrella. Me preocupaba el la cantidad de gente que había en la calle porque si hay una segunda explosión... Hubiese sido un final todavía más trágico. Creo que la labor de la Policía y la de los Bomberos fue muy buena y los vecinos se comportaron genial", concluye.