Allí han analizado estrategias de detección y abordaje de dificultades en niños de 0 a 6 años
La Hermandad del Cristo de los Artilleros cumple su 'misión' en Valladolid con 'susto' inicial incluido
Empezó a llover ligeramente en el 'corazón' de la ciudad minutos antes de que empezara la procesión
La Hermandad del Santo Cristo de los Artilleros salió minutos más tarde de las 18.00 horas de la Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz. Las pequeñas gotas que caían en Valladolid media hora antes del inicio de la procesión provocaron un pequeño 'susto' a los vallisoletanos y, a su vez, a los cofrades, aunque uno de ellos despejó las dudas en declaraciones a TRIBUNA en pleno recorrido: "Queríamos salir. Esperamos tener suerte". Y para conseguirla, hay que buscarla, aunque la predicción de la AEMET reflejaba que la lluvia no iba a aparecer durante todo el Sábado de Pasión.
Afortunadamente, permitió volver a ver cómo el Santísimo Cristo de la Misión salía del Palacio Real, donde la propia cofradía fue a recogerle, tal y como indicaba el itinerario. Sobre las 18.30 horas, decenas de vallisoletanos no querían perderse este momento (incluido el presidente de la Junta de Cofradías, Miguel Vegas) porque la última vez que lo vivieron fue tanto en 2019 como en 2022. Una vez realizada la entrega a la Hermandad, el cortejo procesional se encaminó hasta el monasterio de Santa Isabel de Hungría, donde se realizó un breve acto de oración.
Ya a las 21.15 horas llegó el Cristo al Palacio, el cual fue testigo de un acto militar, en recuerdo a todos los hombres y mujeres que dieron su vida por España, con la interpretación de la marcha 'La muerte no es el final'. Tras este emotivo momento, la Hermandad continuó por la plaza San Pablo, Felipe II, Leopoldo Cano, plaza los Arces, Guadamacileros hasta la Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz, donde se dio por finalizda la procesión.
La 'Marea Blanca' recorrió el centro de la ciudad al grito de 'Defendamos nuestra sanidad pública. Defendamos nuestros derechos'
El afortunado selló su boleto en la calle Hernando de Acuña del barrio vallisoletano
Con una visión renovada del mundo que nos rodea, el ahora alcalde de Valladolid reconoce que la fe, la familia y los amigos fueron esenciales