Mario de Fuentes Franco es el nuevo presidente de Vox en Valladolid. Aunque haya cogido las riendas ahora del partido, de Fuentes lleva las tres últimas legislaturas dentro del ámbito provincial, algo que lleva a cabo representando a la formación verde en la Diputación y en los municipios, ya que es el único alcalde actualmente de Vox que gestiona uno de estos últimos. Se trata de Barruelo del Valle, un pueblo que sufría una situación económica preocupante hasta que llegó Mario al Ayuntamiento. Por lo tanto, estas acciones han sido bien valoradas por el partido que, tras la dimisión del concejal Javier García Bartolomé, ha decidido que de Fuentes sea el nuevo presidente. 

A menos de tres meses de las elecciones, el diputado se ha pasado por TRIBUNA donde hace balance de la presente legislatura: "La inversión de la Diputación se está quedando muy corta. Estamos en un tiempo difícil. El mercado es tan variable que ya no te respeta ni los presupuestos. No aspiro a que la Diputación cambie su línea política porque represento yo solo a Vox en los plenos, pero intento que mejoren ciertos aspectos".

Sobre el proceso electoral, el alcalde de Barruelo considera que Vox sale a ganar porque la candidata "afronta las elecciones para convertir al partido en la fuerza más votada". "Las elecciones llegan en un buen momento para Vox. El partido se está asentando dentro de esta mejora que hemos tenido. Podemos dar ejemplo de las políticas que hacemos y, por esa razón, vendemos a la gente ilusión y gestión. A mí me gustaría seguir siendo el alcalde de Barruelo, llevo 15 años así. Acabo de coger las riendas del partido y todo lleva un proceso. No he presentado mi candidatura, pero por esta circunstancia", asegura.

"Para mí, esto es un reto. Aspiramos a mejorar los resultados, pero no por la experiencia que está teniendo el partido a nivel regional porque nosotros analizamos las prestaciones y las sugerencias que nos hace llegar cada municipio. A partir de ahí, procuramos que nuestros vecinos tengan los servicios cubiertos. En el municipalismo es donde me siento más agusto. Salimos a ganar en las elecciones. Irene las para convertir a Vox en la fuerza más votada. Es una gran candidata", añade.

LA HISTORIA DE BARRUELO

El diputado entró en el año 2007 en el Ayuntamiento de este municipio donde ya se había percatado previamente de la situación económica que había, algo que mejoró gracias a su gestión y también "a las políticas de Vox". "Veo descalifcaciones en redes sociales por ser el único alcalde del partido en la provincia. Entré en el 2007, y levanté una empresa con suspensión de pagos. Me quité el primer año el 40 por ciento de los gastos corrientes. Y, a los cuatro años, ya podía pagarlo todo con el presupuesto inicial. Gracias al plan de contingencia, ahorré 25.000 al año. De hecho, terminamos el ejercicio 2015 con un superávit de 12.000 euros. Cuando haces cosas, los vecinos ven que te mueves. Alguno parece que solo hace el programa de fiestas. Antes de ser alcalde, ya veía los gastos. Superamos esa quiebra técnica. Nadie me creía. Más que ser alcalde, soy un gestor de impuestos", señala.

UNA PLACA FRANQUISTA EN EL PUEBLO

El regidor, al ser preguntado en esta entrevista por la polémica con las placas franquistas, ha querido hablar de la que hay en Barruelo. En esta historia, que tiene un mensaje por teléfono como elemento inicial, explica su postura: "Me escribió el senador que lleva este tema porque hay una placa en Barruelo. Y es cierto, hay una placa. En ella, aparecen tres personas fallecidas: dos, por el bando nacional; y uno, por el bando republicano. Esta placa no incumple la Ley de Memoria Histórica. Muchas veces se intenta polemizar un tema que... No se intenta ensalzar al bando vencedor, como dice el espíritu de la Ley, porque está en la placa los fallecidos de ese bando. Si fueran cuatro, sería dos y dos pero, en este caso, son tres. Los ayuntamientos nunca han negado una exhumación. Se nos tacha de lo que realmente no somos".