"La intervención, que realizamos a la gente que está sola en casa y sufre algún percance, cada día es más frecuente. Nos preocupa porque estas personas pueden necesitar una atención sanitaria urgente. Nuestro consejo es que estas personas faciliten unas llaves a alguien cercano a su entorno, ya sea vecino o familiar, porque podrían ayudarlas". Esas fueron las palabras de Javier Reinoso, el jefe de los Bomberos de Valladolid, a este medio durante el pasado 14 de febrero. Lo cierto que, a esas alturas, la ciudad contabilizaba dos muertes, las cuales se habían producido en la misma condición, ya que los fallecidos estaban en sus casas cuando los agentes y los bomberos hallaron sus cadáveres.

A estos se le suma el que murió este martes, justo cuando febrero echaba el cierre. En este caso, era un varón de 78 años el que falleció en su vivienda de la calle Renedo por causas naturales, al igual que el de 90 años durante la tarde del día 7. El otro difunto tenía 70 cuando perdió su vida el domingo 12. Otros fueron hallados en la calle, como el de la Plaza San Andrés, o en una vivienda, aunque este era un caso en el que la mujer había desaparecido. También desaparecido estaba un vecino de Parquesol, el cual fue hallado sin vida en el río Pisuerga.

Tal y como se puede comprobar, son situaciones en las que, en algún caso, ha llevado consigo una intervención de los propios bomberos porque los agentes necesitan acceder a la vivienda tras un aviso previo de los vecinos, los cuales se preocuparon por el estado de su paisano porque hacía días que no sabían nada de él. 

Ahora, ya en marzo, la capital se prepara para intentar solucionar un asunto que estudia el Ayuntamiento a través de la concejalía de Servicios Sociales, con Rafi Romero al frente: "Nosotros entendemos que no podemos llegar a todo. Pusimos en marcha el proyecto de Buena Vecindad porque entendemos que hay una pata que la administración no consigue solucionar. Queremos que el vecino del tercero, que lleva dos días sin ver al del cuarto, suba por si no se encuentra bien. Seguimos trabajando con la Federación de Vecinos".

"Estamos estudiando el nuevo perfil de la persona mayor, ese que todavía no se deja ayudar, a pesar de todo lo que le ofrecemos. En Navidad, por ejemplo, bajaba gente a los centros y no salían en las fotos porque no querían que el vecino de enfrente les viera. Tenemos unos prejuicios que hay que romper. Si estás solo y te apetece comer con otras personas... Sería una decisión de lo más normal", añade y concluye.