Se celebrará en la sala LAVA los días 8 y 9 de abril y vestirá a Valladolid de tendencias y color
Triple salto de Luis Bermejo
El triple salto que ha dado este pasado fin de semana en el LAVA, el actor, director y dramaturgo Luis Bermejo superó por un centímetro el récord que tenía Jonathan Edwards de 18.29 metros hace 30 años. Viéndole saltar uno se da cuenta de que la vida es sutil, se esconde y se muestra a su antojo. Por eso LB maneja un salto lleno de metáforas y evocaciones.
Han sido tres saltos (3 noches): El minuto del payaso, Arrasado deseo y Hoy tengo algo que hacer. Tres noches donde LB ha sido capaz de combinar la audacia de querer decir con la humildad del que sabe cuando tiene que callar. Todas palabras sobre la vida. Palabras que nos hacen vulnerables; esa es por supuesto también su condición.
"Yo quiero gustar, gustar mucho... ¡A todos!". Existen 7.500 millones de voces en el mundo y no hay dos que sean idénticas. Nuestras voces reflejan el origen geográfico y social, nuestra edad, pero también los accidentes de la vida. Luis Bermejo utiliza el timbre exacto para cada tesitura que propone en escena. Puede ser cavernosa, sombría, alegre, burlona o histérica. Es capaz, tiene ese don, de que sus cuerdas vocales absorban y canalicen todas las cosas que nos va contando. Todos sabemos cómo dependiendo de lo que nos pase, una alegría o una emoción dolorosa nos cambia la voz.
Esta mañana he salido a buscar la felicidad. Felicidad, ¿dónde estás? Ilusión, ¿dónde estás? La ironía, el sarcasmo, el brío, el brillo, el fulgor, todo en estas tres noches invita a reflexionar sobre uno mismo y a cuestionarlo todo. Con dos ingredientes imprescindibles: rechazar los dogmas y abrazar la libertad.
En estos tiempos donde vivimos un cierto regreso al pasado, donde aparecen la irracionalidad, el nepotismo, el miedo y las teorías conspiranoicas, el autoritarismo y la guerra es necesario volver al teatro y escuchar y ver a Luis Bermejo. El público, como dice Rafa de Miguel, siempre se siente fascinado por la inteligencia y el carisma de los personajes que construyen consenso.
Escuchar a actores que nos hagan pensar por nosotros mismos y nos emancipen de fanatismos; caminar juntos en busca de la luz que nos permita un entendimiento común es imprescindible en estos tiempos modernos.
Frente al entretenimiento digital, el teatro nos espera. El teatro siempre demanda un diálogo constante, cualquiera que haya pisado el LAVA en estos tres días tendrá algo que decir al respecto. Somos el público los que otorgamos el poder al teatro. Si el actor, como en este caso ha sido el gran Luis Bermejo, propone, el público dispone.
Y el Jurado del LAVA ha dispuesto que el triple salto dado por Luis Bermejo ha sido válido. Los Juegos Olímpicos de los Ángeles 2028 le esperan.