Melchor, Gaspar y Baltasar desafían al aguacero y reparten sonrisas en la Ciudad de los Almirantes
La lluvia dio una tregua para que los Reyes Magos, como es habitual, llegaran en barco por las aguas del Canal de Castilla. Pero el aguacero fue inmisericorde con la Cabalgata cuando su majestades de Oriente llegaban a la Rúa Mayor. A pesar del intenso chuvasco, Melchor, Gaspar y Baltasar no se amedrentaron y repartieron sonrisas y caramelos entre los más pequeños, al refugio de paraguas y los centenarios soportales de la calle principal riosecana.
Esta Cabalgata, que cuenta con el título de Fiesta de Interés Turístico Regional, comenzó al anochecer con un videomapping sobre la fachada de la fábrica de harinas San Antonio. Una colección de fuegos artificiales era el mejor prólogo a la llegada de sus Majestades a bordo de la embarcación Antonio de Ulloa, surcando las gélidas aguas del Canal de Castilla.
Foto: Ayuntamiento de Rioseco
En la proa del barco surgían la silueta de los tres Reyes Magos para algarabía de los centenares de personas que esperaban este mágico momento.
Más tarde, Melchor, Gaspar y Baltasar se subían a sus carrozas para protagonizar un desfile acompañados de personajes de fantasía, además de la Virgen, San José y el niño. Cada año, es una cofradía de Semana Santa la que colabora en la Cabalgata, y en esta ocasión ha recaído en el Nazareno de Santa Cruz.
Finalmente, sus Majestades recibían a todos los niños en el interior del Ayuntamiento en el inicio de una noche que, sin duda, será mágica.
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