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El vallisoletano que se ha tatuado toda la cara y el cuerpo: "No es un capricho, sino un proyecto de vida"
El creador de contenido se encuentra en pleno proceso de coloreado de sus piernas y asegura que no lo hace por convertirse en famoso porque se trata de su "pasión"
Roma Rodríguez es un vallisoletano que, como tantos otros creadores de contenido, es famoso en las redes sociales por su físico. Pero de una manera mucho más original y con un físico mucho más particular a lo que estamos acostumbrados.
Saltó a la fama tras la que fue la primera de las muchas entrevistas que vendrían tras ella y se hizo viral por su imagen física, con todo su cuerpo y su cara tatuado completamente de color negro.
A pesar de las múltiples críticas que recibe en su día a día, asegura que "no se trata de un capricho" y defiende su decisión haciendo saber, en una entrevista con Tribuna Valladolid, que "se trata de un proyecto de vida que requiere mucho tiempo, dinero y sufrimiento".
El hombre, de 41 años, nació en el antiguo Hospital Río Hortega de Valladolid y ahora vive en Barcelona, lugar en el que trabaja como creador de contenido, dedicándose en su totalidad a las redes sociales, donde comparte videos de su experiencia con el mundo de los tatuajes en sus cuentas de Instagram o Tiktok.
Natural de la localidad vallisoletana de Cabezón de Pisuerga, donde habitan muchos de sus familiares más cercanos, comenzó "muy pronto" en el mundo de los tatuajes y, desde aquel momento, no ha sabido parar: "Me tatué por primera vez cuando estuve en el ejército y luego me fui tapando algunos que no me gustaban".
El hombre viral ha viajado por muchas partes del mundo haciendo artes marciales y fue en Nueva Zelanda donde conoció una tribu maorí que se tatúa la cara: "Me encantó el significado de sus gestos. Viví con ellos durante una semana y fue el principio de este proyecto de vida".
Su momento de mayor popularidad se dio al afirmar en una entrevista que sufría racismo: "Se malinterpretó lo que quise decir. Si se burlan de mí me llaman 'negro' pero, evidentemente, no sufro racismo porque no soy de una etnia minoritaria".
Acumula miles de seguidores en sus redes sociales, a pesar de que denuncia que, cada cierto tiempo, sus perfiles de Tiktok o Instagram son eliminados y tiene que volver a empezar desde cero con lo que ahora se ha convertido en su trabajo: "He tenido 42 cuentas desde el año 2022 pero, igual que despierto amor, genero odio y procuran borrar mi rastro".
La técnica de tatuaje se llama 'blackout' y se utiliza, tradicionalmente, para tapar tatuajes antiguos que ya no gustan, con hasta 48 agujas que genera bastante inflamación y requiere de curación en seco.
El vallisoletano pide respeto y compara su apariencia física con personas que deciden operarse el pecho, la nariz o cambiar el color de su pelo: "Me sorprende que la gente gaste tanto tiempo en opinar del físico de los demás".
Ahora mismo, se encuentra en pleno proceso de colorear sus dos extremidades inferiores: "Esta semana pasada he estado en Madrid tatuándome media pierna y pronto volveré para hacer lo mismo con la otra".
Decisiones polémicas que, tal y como asegura, su familia y sus amigos más allegados respetan: "Los que me conocen saben que no he tomado esta decisión de la noche a la mañana y que, ni mucho menos, lo haría por ser conocido".
Afincado en Barcelona desde hace ya varias décadas, imagina lo "curioso" que sería visitar Valladolid y ver las reacciones de la ciudadanía que no acostumbra a ver personas que se salgan de lo establecido: "Si fuese a ver a mis abuelos y me diese un paseo por Pucela, la gente fliparía. Si ya pasa en una ciudad tan grande y libre como Barcelona, no quiero ni imaginarme lo que supondría en Castilla y León".
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