Las previsiones de lluvia obligaron a cambiar las procesiones previstas para este Sábado Santo por pequeños actos llenos de recogimiento y emoción. El Ofrecimiento de los Dolores de Valladolid a la Santísima Virgen se trasladó al interior de la Iglesia de la Vera Cruz, mientras que la Procesión del Santo Entierro de Cristo se convirtió en un pequeño acto de oración frente al Convento de San Joaquín y Santa Ana.