El hombre de 30 años desapareció hace una semana en un hotel de Valladolid, donde se hospedaba ya que trabajaba como guía turístico del Imserso
El Policía acusado de pegar a un hombre en Valladolid: "Estaba totalmente desbordado"
El agente ha comentado en el juicio que "estoy totalmente arrepentido"
El agente de Policía Nacional de Valladolid acusado de pegar a un hombre en una comisaría de Parquesol ha comparecido este lunes en la Audiencia de Valladolid.
Ha manifestado que se encuentra "estoy totalmente arrepentido, estaba totalmente desbordado". El encausado, Jorge Alfonso S.A., ha explicado en la vista oral el 25 de mayo de 2022, sobre las 17.20 horas, estaba prestando servicio de seguridad en la comisaría de Parquesol en la capital vallisoletana.
Allí se presentó un hombre, A.S., quien le preguntó por el GEO3 y cuando el encausado le dijo que en esas dependencias no se encontraba nadie que respondiera a esa denominación, el visitante pregunto por el GEO2 y por el GEO1 y después por un jefe cuyo nombre no correspondía al real, según la versión del procesado.
"Él en todo momento quería quedarse en comisaría", ha relatado el acusado, quien ha explicado que un taxista entró a las dependencias policiales porque A.S. no le había pagado la carrera, ante lo que el conductor manifestó su intención de presentar denuncia.
El procesado pidió la documentación a A.S., quien dijo que no la tenía. El acusado ha insistido en que pidió a la víctima que abandonara el recinto en reiteradas ocasiones, sin que le hiciera caso, en unos momentos en los que el se encontraba sólo en el servicio de Seguridad, con un nivel 4 antiterrorista en esa época y en un edificio que alberga explosivos de los TEDAX y armamento.
La víctima se adentró en el edificio y el acusado ha especificado que tuvo que pedir ayuda a compañeros para encontrarle, hasta que le localizó un agente y, cuando él se encargó de bajarle por las escaleras se inició un forcejeó en el que el procesado ha dicho que sufrió lesiones.
El fiscal ha recriminado al acusado que su versión no se pareciera a lo declarado inicialmente y le ha dicho que golpeó a la víctima dos veces con la mano y le propinó una patada cuando estaba en el suelo. "Estoy totalmente arrepentido, estaba totalmente desbordado", ha sostenido el procesado, quien también ha expuesto que el denunciante le amenazó y se metió dentro de su perímetro de seguridad.
Ha contado que ha consignado 9.000 euros por los posibles daños causados al denunciante y por su arrepentimiento. La víctima, de origen rumano, en su declaración como testigo, ha expresado que el día de los hechos se encontraba "muy mal de la cabeza, del corazón", y no tenía consigo un móvil para llamar al 112, ante lo que vio una bandera del Estado español y pensó que podía ser un hospital donde podían ayudarle a ponerse bien.
Ha recalcado que él quería ir a pedir ayuda a su planta de Psiquiatría, ha dicho que sufre depresión porque le pegaron en un orfanato de pequeño y esa situación le ha marcado "para toda la vida". Con lágrimas en partes de su comparecencia, el denunciante ha negado que él insultase o amenazase al policía y ha remarcado que él sólo preguntó por Psiquiatría.
El procesado se enfrenta a una petición del fiscal de penas que suman tras años y medio de cárcel por un delito contra la integridad moral y otro de detención ilegal, además de inhabilitación para empleo o cargo público, una solicitud que ha rebajado, ya que en principio había reclamado seis años y medio.
La acusación particular ha solicitado la misma petición que el fiscal, mientras la defensa ha considerado que existe un delito leve de maltrato y, teniendo en cuenta que el encausado ha pedido disculpas y ha consignado 9.000 euros, por lo que ha contribuido a reparar el daño, una rebaja de la pena en dos grados y el pago de una multa de quince días a razón de seis euros diarios.
En cuanto a la detención ilegal, el letrado del acusado ha pedido la absolución por un error invencible y subsidiariamente un delito de detención ilegal "imprudente", teniendo en cuenta la atenuante muy cualificada de reparación del daño y arrepentimiento, con un mes y medio de suspensión de empleo y sueldo, sin inhabilitación.
Tras la declaración de una decena de policías como testigos y una forense como perito, además de la proyección de parte de un vídeo que captó la agresión, el juicio ha quedado visto para sentencia.
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