Fernando Cayo: "No tenemos nada que envidiar a Hollywood"

Fernando, un actor versátil con una exitosa carrera en el cine, la televisión y el teatro, revela en una entrevista exclusiva con Tribuna Valladolid las motivaciones detrás de su exploración en diversos medios y géneros artísticos. Una formación en diferentes lugares del mundo y su conexión con la ciudad del Pisuerga han dejado huella en su enfoque y estilo como actor, permitiéndole contar con reconocidos directores como J.A. Bayona, Ridley Scott y Pedro Almodóvar en su currículum, Fernando habla de su trabajo con cada uno de ellos y destaca las diferencias entre el cine y la televisión en España y otros países.

Pregunta: Fernando, ha tenido una carrera muy diversa en el mundo del cine, la televisión y el teatro. ¿Qué le motiva a explorar diferentes medios y géneros artísticos?

Respuesta: Para mí el terreno es la creatividad, en todas sus formas. A veces es escribiendo textos teatrales, componiendo música o, casi siempre, actuando porque creo que la base de mi tarea creativa es la interpretativa, es con lo que estoy más a gusto y es lo que llevo realizando más años. Cuando estás en este medio, lo adecuado es moverse dentro del cine, teatro y televisión, con cada una de las particularidades. Me divierte mucho porque trabajar en distintos medios te lleva a colocar la energía y a ubicarte creativamente en un sitio determinado. No es lo mismo el teatro, con la energía del público que la precisión de pensamientos y emociones que consigues con una cámara en un primer plano. Son territorios diferentes y te aportan texturas y calidades diferentes.

P: Ha trabajado con reconocidos directores como J.A. Bayona, Ridley Scott y Pedro Almodóvar. ¿Qué destacaría de cada uno de ellos?

R: De Bayona destacaría el cómo prepara las películas. Es un director que ha crecido absorbiendo todo lo bueno de Spielberg y de otros grandes del cine americano, y tiene ese sentido de hacer 'películas espectáculo'. Pero para hacer ese tipo de película, como hicimos en El Orfanato, requiere rodearte de un equipo muy potente y tener muchos meses de profunda elaboración de cada uno de los detalles y de la postproducción de lo que estás haciendo.
Ridley Scott, para mí es uno de los grandes maestros del cine, una de mis películas favoritas es Blade Runner, y trabajar con él en The Courselor fue precioso. La verdad es que fue un trabajo muy sencillo, un encuentro muy amable, con una persona absolutamente cercana que ama su trabajo y que se rodea, como Bayona, de un equipo que es casi su familia. Lo que destacaría también de Ridley Scott es la visión que tiene sobre los trabajos que hace, la visión de los grandes directores, de los Coppola o los Scorsese.
Trabajar con Almodóvar es lo más parecido a trabajar con un auténtico y verdadero autor. El escribe sus propios guiones y eso se nota. Para mí Almodóvar es un poeta visual.

P: Ha sido parte tanto de producciones españolas como internacionales. ¿Cuál es la diferencia más notable entre el cine y la televisión en España y en otros países?

R: Depende del producto que sea. Para mí trabajar en La Casa de Papel no tenía nada que envidiar a trabajar en Hollywood o a las producciones que he hecho en la BBC. Hablando de las producciones grandes, no tenemos nada que envidiar. La Casa de Papel ha marcado estilo y se ha convertido en un icono de lo audiovisual en todo el mundo. La única serie española que tiene un Emmy, una maravilla.
Cuando estuve trabajando en McMafia lo que notas es que en una noche de rodaje haces dos páginas de guion, en cambio aquí igual haces quince. Cuanto más dinero tienes más despacio puedes trabajar, y así es como se hacen las cosas bien, con tranquilidad. Yo estoy muy orgulloso de lo que se hace en España: tenemos series como Antidisturbios, Patria, Las noches de Tefía, la serie sobre Nacho Vidal o La Unidad que son cada una en su estilo estupendas.

P: Recientemente ha participado en la exitosa serie de Netflix, 'La Casa de Papel'. ¿Cómo ha sido formar parte de esta producción internacional y qué impacto ha tenido en su carrera?

R: Mi primer éxito es del año 97, con Manos a la Obra. Así que en el aspecto exterior del éxito, de que la gente te reconozca por la calle ya llevo muchos años de carrea con bastantes éxitos a mis espaldas, eso no varió. Lo que si fue importante fue el impacto internacional, el sentirme querido a pesar de interpretar un personaje con connotaciones negativas, el Coronel Tamayo, que se transformó en un personaje muy querido por parte de los seguidores de la serie. Es un personaje que tiene una combinación de ira y sentido del humor muy curiosa y eso hizo que la gente empatizara mucho con él.
Lo que supuso La Casa de Papel fue el impacto en las redes sociales, cientos de miles de seguidores más en tu cuenta... y se genera una comunidad entorno a eso, fue muy bonito. Además, me ha dado la ocasión de participar en otras producciones internacionales como la última que hice en México, Travesuras de la Niña Mala.

P: Nació en Valladolid y ha mencionado en varias ocasiones su conexión con esta ciudad. ¿De qué manera cree que su origen y su formación en Valladolid han influido en su trayectoria como actor?

R: En todo. Yo estudié en la Escuela de Arte Dramático de Valladolid y gran parte de lo que soy tiene que ver con eso, con los compañeros que tuve y el magnífico profesorado que tuve en ese momento: Carlos Vides, Alfonso Romera... hay y siempre ha habido un ambiente cultural muy potente en Valladolid.
Tuve una familia muy interesada en el mundo de la cultura: mi madre, mi padre, mis hermanas, mi abuelo, que perteneció a uno de esos grupos amateurs teatrales que hubo en Valladolid a comienzos del siglo XX.
Es una ciudad muy particular, hay influencias desde el flamenco hasta el teatro clásico, todo el arte del barroco que está en el Museo de Escultura? hay una sensación artística constante.

P: Valladolid es conocida por su Semana Internacional de Cine, la Seminci, uno de los festivales más importantes de España. ¿Ha tenido la oportunidad de participar en este festival?

R: No he tenido la oportunidad, creo que se ha pasado algún trabajo mío pero las veces que ha surgido la ocasión, no he podido ir por trabajo. Me queda disfrutar la 'Seminci' como invitado, porque como espectador, cuando era jovencito, por supuesto la visitaba.

P: Los Goya se celebrarán en Valladolid en 2024, ¿cree que estará ahí con alguna película?

R: Espero que La Fortaleza, que se ha estrenado hace poco, llegue de alguna forma nominada a Valladolid. Y si es teniendo yo alguna nominación ya sería tocar la gloria con mis dedos.

P: Más allá de su carrera como actor, también se ha incursionado en la dirección y la música. ¿Qué le llevó a explorar estas facetas y cómo las integra en su trabajo artístico?

R: Yo soy músico antes que actor. La música me ha acompañado a lo largo de toda la vida. En cuanto a la dirección, cuando ha surgido, he generado mis propios cortometrajes o he tenido que asesorar. Pero, sobre todo lo que más me interesa es cuando trabajo en mis propias producciones, como es el caso de Por Todos los Dioses, ahí sí que me considero actor creador, pero siempre cuento con un equipo detrás que me asesora y me acompaña.

P: Además de su formación en España, ha estudiado técnicas teatrales en Italia, entre otros lugares. ¿Cómo ha influido esta diversidad de influencias en su enfoque y estilo como actor?

R: Totalmente. Determina mi manera de hacer. Lo que haces cuando trabajas con otros maestros es amplificar tus capacidades creativas y expresivas, entonces eso me interesa. Eso lo hago también cuando trabajo con directores nuevos. Intento trabajar con directores que me aporten un imaginario propio que me enriquezca y me haga aprender. Lo que haces con los distintos maestros es ampliar tus posibilidades creativas, a través de la mejora de la respiración, la expresión corporal, el ritmo cómico, dramático. Yo me considero un aprendiz constante, la curiosidad y el aprendizaje son unas de las cosas que han marcado mi vida.