El Sevilla se mantiene en línea ascendente y suma tres puntos más tras imponerse al Real Valladolid, que se encuentra en una situación de caída libre. El encuentro estuvo marcado por las decisiones del árbitro, lo que desquició a los locales. A pesar de haber disputado un intenso partido de vuelta de semifinales de la Europa League, el Sevilla salió en el José Zorrilla con la intención de presionar desde el principio y sorprender a los vallisoletanos en los primeros minutos.

La defensa blanquivioleta, con David Torres y Lucas Rosa en el once titular, demostró ser un bloque seguro, a pesar de la apuesta inesperada de Paulo Pezzolano al añadir al veloz Kenedy para potenciar el ataque.

El partido se caracterizó por la falta de juego y la poca creatividad de los equipos. Sevilla jugó con calma y prudencia, mientras que los locales mostraron nerviosismo y carecieron de capacidad de creación. Hubo varias faltas e idas y venidas sin sentido de un lado a otro del campo. Escudero tuvo la oportunidad de abrir el marcador en el minuto 39, pero Badé reaccionó rápidamente para evitar que el jugador del Sevilla rematara con facilidad.

Rafa Mir, por su parte, protestó la decisión y Masip, que había mostrado seguridad en la meta blanquivioleta, se quedó perplejo ante la decisión del árbitro. Esto trajo consigo una fuerte reacción de afición, jugadores y cuerpo técnico, hasta el punto de que uno de sus miembros vio la tarjeta roja.

Los vallisoletanos estaban decididos a centrarse y lograr una victoria, por lo que Javi Sánchez intentó empatar con un remate que no alcanzó la potencia necesaria para superar a Dmitrovic. Por lo tanto, Pezzolano decidió cambiar a Kike Pérez y Kenedy por Óscar Plano e Iván Sánchez para tratar de conseguir la recomposición deseada. Sin embargo, el gol de Badé fue anulado debido a una falta previa en la defensa local.

Ante la imposibilidad de la remontada, el entrenador optó por añadir a Sergio León para situar dos delanteros y así, aunque sin renunciar a nada, obligar al Sevilla a conservar su ventaja. Sin embargo, tras un fallo defensivo, Papu Gómez se plantó delante de Masip para marcar el 0-2. La jugada fue revisada por el VAR y finalmente se anuló el gol por fuera de juego. Esto provocó que el público se marchara del estadio, desilusionado por la falta de reacción de los vallisoletanos. Finalmente, Tecatito cerró el partido con un tanto en tiempo de descuento.