El Real Valladolid perdió (2-1) en Mestalla ante el Valencia tras un tanto de Javi Guerra en el añadido con la izquierda. El joven jugador 'ché' anotó, con este gol, el primero en su carrera en LaLiga Santander. Los blanquivioleta no aprovecharon la oportunidad de poder salir vivos del campo valencianista después de haberse adelantado en el marcador con un tanto inicial de Cyle Larin. Los de Baraja, con esta victoria, alcanzan los 33 puntos, y se colocan a tan solo dos de los pucelanos que han sufrido la primera derrota desde la llegada de Pezzolano.

INMEJORABLE PUESTA EN ESCENA

El Pucela salió al partido como debe en situaciones como estas. Es decir, sin especular y encontrando ese esfuerzo en forma de gol aprovechando el error garrafal de Diakhaby en la salida de balón. Larin buscó el hueco, recuperó el cuero y con su pierna derecha batía en el mano a mano a Mamardashvili (0-1). Los pucelanos, ante el ambiente hostil en Mestalla con pitos hacia su equipo, se crecieron y buscaron el segundo, aunque no encontraban tan fácil la portería 'ché', a pesar de intentarlo.

El Valencia, con el paso de los minutos, comenzaba a reaccionar y, asimismo, a pisar el área rival, pero sin generar un peligro suficiente como para empatar el encuentro. De hecho, los de Pezzolano no estaban pasando muchos apuros en defensa, y conseguían mantener la ventaja hasta el descanso. Los de Baraja, por su parte, solo utilizaban el recurso de los centros laterales de Gayá que no funcionaron porque ni Paulista, Cavani y ni Diakhaby ponían nervioso a Masip.

CONFORMISMO Y MALA GESTIÓN

La reanudación no dejó muchos cambios en el guion del partido. La lesión de Amallah (sin castigo arbitral), durante el primer acto, conllevaba la entrada de Álvaro Aguado que era el que se echaba al equipo a sus espaldas ejerciendo de faro blanquivioleta ante la adversidad. En este sentido, el Valencia, a remolque, tampoco estaba obteniendo ningún tipo de recompensa porque seguía pecando de los fallos en cadena que le estaba costando tantos y tantos puntos en la temporada. No obstante, estaba más cerca el empate en el marcador que la sentencia pucelana.

En este tramo del partido, fue Diakhaby, que se rehizo del error en el gol de Larin, el que batió tras un cabezazo a Masip después de que éste se fiara de la trayectoria del balón dejándola pasar incluso porque creía que iba fuera. Sin embargo, la pelota tocó el palo y acabó entrando (1-1). El tanto del central 'ché' daba alas a un Valencia que se empezaba a creer que la remontada era posible. Entre tanto, el Pucela, aunque seguía conformándose con el empate, encontró a Fresneda dentro del área tras un taconazo magistral de Larin. El lateral mandaba el balón al larguero ante la salida de Mamardashvili. Ese gol podría haber dado la tranquilidad en el partido y clasificatoria al equipo de Pezzolano. 

El uruguayo, de hecho, tuvo que hacer dos cambios obligados, y los tres restantes los dejó para los 10 últimos minutos. La entrada de Olaza, Kenedy y Óscar Plano no aportó lo que demandaba el conjunto blanquivioleta y fue, además, el principio del fin porque ninguno de ellos se adaptó al contexto del encuentro. Eso sí, los minutos pasaban y el Real Valladolid seguía con el empate en el marcador, pero ese 'conformismo' con una mala gestión incluida le costó caro. 

Tras incomprensiblemente sacar el balón con prisa del área, el jovencísimo Javi Guerra se encontraba con el mismo en su poder. El '36' se internó entre los jugadores pucelanos, zafándose de Plano y con su pierna izquierda marcaba el tanto que, finalmente, decidió el choque y, por ello, certificó la remontada. No es la primera vez que ocurre este hecho a un Pucela que se va de Mestalla con las manos vacías, pero rezando porque todavía quedan varias jornadas y los 35 puntos en su casillero se mantienen como esperanza para la permanencia, objetivo que persigue.