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Tres accidentes, tres salidas y tercer podio para Alonso en Australia

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Tres accidentes, tres salidas y tercer podio para Alonso en Australia
Foto: @AstonMartinF1
Alfons Aurin
Alfons Aurin
Lectura estimada: 6 min.

Ni rastro del amenazante gris de ayer en Melbourne. Un sol radiante parecía alejar los imprevistos, y presagiaba una carrera intensa y centrada en los recursos de cada cuál. Nuestros hombres salían cuarto Alonso y quinto Sainz, por delante suyo tres monstruos como Hamilton, Russell y Verstappen. Todo por ganar, mucho en juego. Bandera verde, luces fuera y empieza el Gran Premio de Australia. Russell adelanta a Verstappen en la salida, y Alonso, que se metía por el exterior en la curva dos, tuvo un trallazo en la trasera que le hizo perder tracción, Sainz le adelanta y le aleja de los tres de arriba. Hamilton pasaba a Verstappen en un adelantamiento más propio de Mad Max que de Sir Lewis, y el holandés aprovechaba para llorar por la radio. ¿Papeles cambiados, emociones nuevas?, nada, apenas el prologo de una de La Guerra de las Galaxias. Stroll se tocaba con Leclerc mandando al monegasco a la grava y a la grada, lo que propiciaba el primer Safety Car de la carrera hasta la vuelta tres. Primera tragedia para los Ferrari.

Las espadas láser brillaban en la luminosa mañana australiana. Russell se defendía como podía de su compañero, y con el sentido común que le caracteriza, lanzaba un mensaje por radio diciendo que no le pueden decir que gestione neumáticos y luego tener a su compañero acosándole incesantemente. Por su parte, Sainz se defendía de Alonso. En la vuelta 7 Albon que rodaba en un meritorio sexto, se estrellaba en la chicane de la curva 8. Sacaron el segundo safety car del día y empezó la danza de la que creímos sería la única parada del día, pues Melbourne degrada poco los neumáticos. Entraron George y Carlos, que pasaron de primero a sexto y de cuarto a decimoprimero respectivamente. Lo que parecía un gran movimiento se tornó en error con la bandera roja que sacaron justo después de la parada de ambos pilotos, para limpiar la pista. Como era previsible todos los coches aprovecharon para cambiar neumáticos sin perder posición, montando duro la mayoría, a excepción de De Vries y de Sargent.

Salida desde la parrilla de nuevo. Carrera nueva, esta vez con neumático duro. Verstappen volvía a salir mal y le pasaba Hamilton que se ponía primero. Alonso tercero seguido por un Russell que salió muy bien, pasando a Gasly y a Stroll. Hamilton duró primero el tiempo que no hubo DRS, en cuanto lo activaron, Verstappen le pasó como una exhalación. Alonso no podía despistarse ya que Russell iba tras él y no precisamente lento. Parecía que Fernando iba a sufrir en ese sandwich de Mercedes en el que se encontraba, pero el coche de George dimitió en la vuelta 18 generando un corto virtual safety. Pista libre para que Alonso fuera a por Lewis. En este punto Verstappen ya estaba a años luz del resto, marcando vuelta rápida cada una o dos vueltas. Sainz que había pasado a Gasly y Stroll, lideraba un tren de DRS que iban a por un Fernando en modo gestionar neumáticos. Todo el mundo estaba de alguna forma en gestión de neumáticos, pero subiendo el ritmo, viendo lo bien que iba el compuesto duro. Veíamos algunos toques por la zona baja pero nada reseñable, incidentes de carrera que dicen los que no están involucrados. Pérez a lo suyo, remontando hasta la séptima posición, mientras que por arriba veíamos un pulso de ritmos entre Hamilton, Alonso, Sainz y Gasly. Parecía que iba a ser un paseo triunfal de Verstappen hasta el final cuando Magnussen, que quería salir en la foto, se estampaba contra el muro llenando la pista de trozos de aluminio y neumático, con la consecuencia de otra bandera roja que, a falta de 3 vueltas, no entendía nadie.  

Sorpresón mayúsculo, reedición de aquel apoteósico final en Abu Dabi del 2021, una carrera de 2 vueltas con resalida en parrilla, todos con blandos. Mucho que perder para Verstappen que ya estaba en su casa tomando café, y mucho que ganar para Alonso y Lewis. Y lo que parecía una situación idílica para intentar la 33 de Fernando, se convirtió aparentemente en un infierno. Sainz salió mal, y sin tiempo a respirar se llevaba por delante a Fernando, en una maniobra kamikaze muy parecida a la de Marquez con Oliveira el otro día, mandando a Alonso a la hierba. Logan Sargent se comía a De Vries en la frenada de la recta principal. Pérez se fue a la grava para evitar a Gasly. El francés había bloqueado en la recta y se había salido, y al reincorporarse se llevó por delante a su compañero Ocon, ya sabemos cómo se las gastan con el "compañerismo" en Alpine. Alonso bramaba por radio, mientras Stroll se iba a la grava para desesperación de la escudería británica que veía como se escapaba una gran carrera y un jugoso botín de puntos. Bandera roja de nuevo. Por reglamento y debido a que no se había completado suficiente porcentaje de la vuelta, se restablece el orden posterior a la resalida, devolviendo a Alonso (fin del infierno) y a Stroll a sus respectivas posiciones, para frustración de Sainz que era tercero de la otra forma. Checo también volvía a zonas más nobles tras su percance.

Y cuando todo parecía resuelto y esperábamos a la resolución de la única vuelta que quedaba, sanción de 5 segundos a Sainz. Desesperación del madrileño que no entendía nada. Es verdad que se comió a Alonso con patatas por su ineptitud en la salida, pero 5 segundos dada la resolución del golpe fue un severo castigo para un Carlos que había completado una más que decente carrera. Alonso, que al final fue tercero, concordaba que era excesivo. Una pena para Sainz y un desastre para Ferrari, que se va de Australia sin un punto.

Verstappen volvió a ganar aunque no sin polémica, ya que en la ¡tercera salida!, después de los autos de choque, salió desde una posición legalmente muy dudosa y visto lo visto este año con cómo se las ha gastado la FIA con la posición en el cajón, léase sanciones a Alonso y a Ocón, todos esperábamos una penalización, que no solo no llegó, sino que ni siquiera se investigó, en fin. Lo de los amigos de la FIA y la FIA con sus amigos, entre los cuales no está Fernando. Ha sido un gran premio sensacional, cargado de emoción y donde vimos que los Red Bull son superiores en condiciones normales, pero no están tan lejos si pasan cosas, pero aún así ganó un Red Bull, y sonó un himno que ya nos sabemos dememoria, el holandés. Ahora tres semanas de vacío hasta nuestra próxima cita en Bakúocéanos de tiempo para los amantes de la Fórmula 1.

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