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Víctor Caramanzana: "Las empresas de Valladolid tienen que subirse al carro de la digitalización, la sostenibilidad y la formación"

El recién reelegido presidente de la institución cameral de Valladolid se propone como objetivo para este mandato una Cámara "más cercana, útil y accesible"

Víctor Caramanzana: "Las empresas de Valladolid tienen que subirse al carro de la digitalización, la sostenibilidad y la formación"
Víctor Caramanzana, presidente de la Cámara de Valladolid. TRIBUNA
José Ángel Gallego Vázquez
José Ángel Gallego Vázquez
Lectura estimada: 6 min.

Ha sido reelegido por unanimidad como presidente de la Cámara de Comercio de Valladolid para los cuatro próximos años. Se plantea el mandato con tres ejes principales: "digitalización, sostenibilidad y formación" y tiene como proyectos importantes la transformación de la Escuela de Cocina, la creación de una nueva Oficina de Digitalización y la nueva Escuela de Negocios de Castilla y León. Víctor Caramanzana asume la tarea "con orgullo y responsabilidad" y con un equipo en el que están presentes 36 empresas que aportan el 70 por ciento del PIB provincial. En esta entrevista analiza su balance como presidente de la institución y mira al futuro con "optimismo".

PREGUNTA. ¿Por qué dar este paso a la reelección como presidente de la Cámara de Comercio?
RESPUESTA. Era algo normal. Hace tres años y medio llegamos a la Cámara con un objetivo muy claro que era hacerla sostenible económicamente tras una etapa muy complicada. Lo conseguimos y el paso siguiente era consolidar todos los proyectos que quedaban pendientes. Hemos planteado tres líneas estratégicas muy claras: digitalización, sostenibilidad y formación.

P. Su candidatura ha sido reelegida por unanimidad ¿cómo lo valora?
R. Con mucha gratitud y responsabilidad. Creo que viene a valorar la labor que se ha hecho por parte del pleno, del comité ejecutivo y de la presidencia con toda la estructura de la Cámara, que al final es la que saca los proyectos adelante.

P. ¿Cómo es el nuevo equipo que le acompaña?
R. El pleno de la Cámara está representado por 36 empresas y han entrado algunas nuevas, muy potentes, que consolidan el proyecto. En la actualidad estas empresas facturan el 70% del PIB provincial, lo que indica del efecto tractor que pueden tener en el resto de las 37.000 empresas que forman la Cámara de Valladolid.

P. Se ha propuesto como objetivo para la presente legislatura que la Cámara se más cercana y accesible ¿cómo se consigue?
R. Estos tres últimos años hemos estado muy pendientes sobre todo de la sostenibilidad económica de la Cámara. Lógicamente no hemos abandonado los proyectos propios para hacer más competitiva a la institución, pero somos conscientes de que tenemos que llegar a todas las empresas y no solo a las que habitualmente trabajan con nosotros. Somos una de las Cámaras más importante de España, estamos entre las cinco o seis más potentes, y nuestra idea es ayudar a transformar todo el tejido productivo de la provincia. Es un momento único por los fondos de Nueva Generación, con una cantidad económica muy importante, que ayudarán a impulsar la competitividad de las empresas. Es necesario que nos subamos a este carro.

P. Si yo le preguntara que para qué sirve una Cámara de Comercio ¿qué me respondería?
R. La Ley 4/2014 dice que las Cámaras no solo son necesarias sino que son importantes. Las Cámaras somos las que aglutinamos a todas las empresas de nuestro territorio, en este caso 37.000. Y tenemos un papel importante en la competitividad, en la mediación y arbitraje, en la Formación Profesional, especialmente la Dual, y somos organismo intermedio en los Fondos Europeos.

P. Cuando llegó a la Cámara se encontró con las arcas vacías ¿cómo están las cuentas de la institución?
R. Saneadas. La Cámara de Valladolid tiene un balance saneado. En aquel momento se refinanció la deuda que se tenía, hemos finalizado la financiación que había con la Escuela de Cocina y en este momento mantenemos un presupuesto que se acerca a los cuatro millones de euros.

P. Entonces, ¿la deuda es cosa del pasado?
R. Sí, seguimos manteniendo el préstamo firmado para la financiación de proveedores hace tres años y medio, pero no es deuda, sino financiación.

P. ¿Cómo se financia la Cámara de Valladolid teniendo en cuenta que las subvenciones son pocas?
R. Las subvenciones son muy poquitas. La única subvención proviene de la dirección general de Comercio al Consejo de Cámaras por valor de 1.7 millones a las catorce Cámaras de Castilla y León. De ahí tenemos un porcentaje muy pequeño para los 40 empleados que tiene Valladolid. El resto del presupuesto se obtiene a través de proyectos. Tenemos cinco grandes áreas y de ahí salen estos cuatro millones de facturación.

P. La Escuela Internacional de Cocina ha pasado de ser un quebradero de cabeza a convertirse en el proyecto estrella de este mandato.
R. Es un proyecto necesario y el proyecto más importante para la provincia de Valladolid. Una de las empresas más relevantes del sector de la consultoría nos ha elaborado un Plan Estratégico que nos dice dónde debemos de estar. Se trata de un proyecto que gira alrededor de la gastronomía y el vino y que pretende situar al nuevo centro [Wine and Gastronomy Valladolid Center] como el más importante del sur de Europa y que cuenta con tres grandes áreas: formación, innovación y experiencia gastronómica en vino; investigación y desarrollo y un Hub de experimentación con otros centros de referencia internacionales.

P. Uno de los ejes sobre los que gira su proyecto es la digitalización ¿cómo va a convivir este objetivo en una provincia en la que todavía hay muchos problemas con las coberturas de Internet y de telefonía móvil?
R. La Cámara comenzó hace año y medio con su proyecto Oficina Acelera Pyme que ha llegado al 70 por ciento de las empresas que podían solicitar las ayudas de los fondos Next. Es un éxito y nos hemos convertido en la tercera provincia que mayor porcentaje ha tenido de empresas, a través del Kit Digital. El objetivo que nos hemos marcado es digitalizar 30.000 de las 37.000 empresas. Crearemos una nueva oficina dedicada a Sistemas y Transformación Digital, con actuaciones tan importantes como un taller donde las empresas puedan probar los programas que necesitan antes de adquirirlos.

P. ¿Y en formación?
R. La formación es fundamental para la competitividad de las empresas. Contamos con tres líneas: impulso a la FP Dual, la Escuela de Negocios y la transformación de la Escuela Internacional de Cocina.

P. Se plantea una Escuela de Negocios en Castilla y León, a semejanza de la de Valladolid.
R. La Escuela de Negocios de Valladolid es la más importante de la Comunidad, con una empleabilidad del 75 por ciento de los alumnos y retiene talento. Ahora queremos convertirnos en la Escuela de Negocios de las empresas de Castilla y León y de forma conjunta con las Cámaras de la región extrapolaremos nuestro modelo de Escuela de Negocios.

P. ¿Tienen algún otro proyecto en marcha que suscite ilusión?
R. Nos hace especial ilusión el proyecto de la Mediación, porque no existía nada igual, y la verdad es que nos hemos posicionado como un referente a nivel nacional y hemos recibido importantes premios por ello. Ahora vamos a poner la guinda al pastel con la primera Cumbre Mundial de Mediación Empresarial que se celebrará en mayo de 2023 y que posicionará a la marca Valladolid en todo el mundo.

P. ¿Cómo es la relación de la Cámara de Valladolid con otras instituciones?
R. No solo cordiales, sino realmente buenas. La Diputación es un socio estratégico para llegar a todas las empresas de la provincia con aspectos como competitividad o comercio exterior; con el Ayuntamiento tenemos el proyecto Valladolid Consolida y la relación es muy buena. Y por supuesto, con la Junta los lazos son fructíferos.

P. ¿Está preocupado por la situación económica y esa posible recesión que se vislumbra en un horizonte cercano?
R. Lo estoy viviendo con un punto de realidad, pero también con optimismo. Todo parece indicar que el último trimestre puede ser muy complicado por la inflación, precios de energía y faltas de suministro. Pensamos que las empresas lo van a afrontar de una forma más sostenible que en el año 2008. Los tres componentes de la pandemia, la inflación y la guerra no son determinantes para que la situación de las empresas sea mala, las que lo pasarán mal serán las que ya venían de una situación anterior complicada.

P. El presidente de la Cámara de Valladolid es especialista en sector energético y de combustibles ¿por qué está ocurriendo este alza brutal de los precios?
R. Llevamos unos días en los que el petróleo ha bajado y los combustibles no. Influye, por ejemplo, que el precio del petróleo se compra en dólares y el ratio entre el euro y el dólar ya no es tan favorable. España tiene una ventaja competitiva y es que no se ha cerrado ninguna refinería, lo que hace pensar que no habrá problemas de desabastecimiento en gasóleo de calefacción y en el resto de combustibles. Los indicadores parecen mostrar que al final del año el precio del petróleo puede empezar a revertir.

P. ¿Está preocupado por una posible ruptura del Diálogo Social en Castilla y León?
R. Yo entiendo que no hay ruptura, sino que se están poniendo bases diferentes a las que había, pero no nos toca opinar sobre este tema. Nosotros apostamos por la mediación y la cultura del diálogo.

P. ¿Qué asignatura pendiente tiene como presidente de la Cámara de Comercio de Valladolid?
R. Queremos ser una Cámara útil y cercana y sobre todo una herramienta para ayudar a transformar a las empresas y subirse a ese carro que pasa por la digitalización, la sostenibilidad y la formación para que sean más competitivas.