La Diputación impulsa un programa pionero para la detección precoz del deterioro cognitivo en los mayores de la Provincia

Un total de 75 mayores --58 mujeres y 17 hombres-- de seis municipios vallisoletanos con una edad media de 78,2 años han participado en el primer proyecto que se realiza en España para la detección precoz del deterioro cognitivo en personas mayores de zonas rurales que han llevado a cabo de forma conjunta la Diputación Provincial y el Centro Hospitalario Benito Menni y cuyos primeros datos se han dado a conocer este lunes.

En concreto, han sido 40 los mayores participantes durante el primer trimestre, con una edad media de 77,4 años, y 35 durante el segundo (79 años de media). Durante el primer trimestre los municipios en los que se ha llevado a cabo este proyecto han sido Pedrajas de San Esteban, Olmedo y Tudela de Duero, mientras que en el segundo se ha realizado en Fompedraza, Medina de Rioseco y Aldeamayor de San Martín.

Estas 75 personas han participado en los diferentes talleres de estimulación cognitiva y análisis, hasta once, de 90 minutos guiados y dirigidos por un especialista en neuropsicología clínica del Centro Hospitalario Benito Menni y en los que se ha ahondado en la estimulación cognitiva de los participantes, la valoración de su funcionamiento cognitivo general y la detección de aquellos participantes con un perfil cognitivo más desajustado para posterior valoración individualizada del funcionamiento cognitivo.

Así lo han explicado tanto el director gerente del Benito Menni, Ángel González, como el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, quienes han comparecido conjuntamente para presentar los primeros resultados del proyecto.

De esos 75, 16 mayores han precisado de una valoración individualizada en la que se les ha realizado un estudio neuropsicológico con la emisión de un informe completo y la aportación de información comprensible tanto para la persona afectada como para sus familiares, junto a la propuesta de un plan rehabilitador, orientando a la persona afectada y a su familia hacia los recursos más idóneos en función de su estado cognitivo.

En este sentido, y para dotar a todo el proceso de un marco integrador, en la última fase se han realizado dos sesiones de rehabilitación y seguimiento individualizado de las personas a las que se ha realizado la valoración personalizada de su funcionamiento cognitivo, incidiendo en el aprendizaje de herramientas y estrategias de estimulación cognitiva por parte de la persona afectada y su familia, con el fin de que dichos aprendizajes puedan ser transferidos a la vida cotidiana y la estimulación se pueda alargar en el tiempo.

DIAGNÓSTICO PRECOZ

Los neuropsicólogos del Centro Hospitalario Benito Menni se han encargado de desplazarse hasta los pueblos, realizar las evaluaciones a los mayores de 65 años para el diagnóstico precoz de diferentes problemas de deterioro cognitivo como el alzhéimer o la demencia, hacer una evaluación psicológica de casi cinco horas donde se han valorado aspectos como la capacidad para aprender, para planificar, organizar, entender, percibir estímulos externos o a nivel de lenguaje.

Por otra parte, el equipo neuropsicológico ha insistido en la importancia de abordar de forma precoz este tipo de patologías y hacer labores de prevención a través de estimulación cognitiva porque, de este modo, "se puede ralentizar el desarrollo de la enfermedad varios años".

Aunque se trata de datos preliminares y la evaluación final del programa no se conocerá hasta mediados de agosto, Íscar ha abogado por "continuar esa línea de trabajo" y ha confiado en que tras los ajustes que sea necesario hacer a este proyecto piloto, el mismo pueda extenderse a toda la provincia.

Por su parte, González ha defendido que tanto entre los técnicos del programa de Envejecimiento Activo de la Diputación como entre los neuropsicólogos del centro hospitalario y entre los pacientes y sus familias, las sensaciones han sido "muy positivas", por lo que también se ha mostrado "optimista" en cuanto a la continuidad de este proyecto, del que ha enfatizado su carácter "pionero", pues no existe "ninguna de este estilo de detección en el medio rural".

El director gerente del Benito Menni ha subrayado que el porcentaje de participantes que precisaron de valoración individualizada se situó en el 21 por ciento, un nivel de prevalencia "en consonancia" con los estudios disponibles en España, en los cuales este porcentaje puede oscilar del cuatro al 20 por ciento.

La Diputación de Valladolid y el Centro Hospitalario Benito Menni han llevado a cabo este primer Programa de Detección Precoz del Deterioro Cognitivo en la población rural que se ha desarrollado mediante un convenio de colaboración entre ambas instituciones.

OBJETIVO DEL PROYECTO

El proyecto tiene como objetivo detectar y abordar de forma temprana los principales problemas neurodegenerativos que afectan a población mayor de 65 años de las zonas rurales de la provincia, sin diagnósticos previos y con indicadores de funcionamiento cognitivo limitado, así como ofrecer un recurso de prevención de cara a la estimulación de personas que presentan pérdidas cognitivas asociadas a la edad.

El presidente de la Diputación ha señalado que los profesionales del Programa de Envejecimiento Activo de la institución venían constatando "la necesidad de avanzar en este tipo de detección precoz del deterioro cognitivo", ya que las personas mayores que comienzan a presentar determinadas limitaciones "tienden a autoexcluirse de los grupos habituales de trabajo que existen en sus municipios, por sentir que sus limitaciones no les permiten seguir la dinámica del resto del grupo".

Un abandono que se produce, precisamente, "cuando más necesitan seguir incidiendo en su cuidado personal y en la promoción de su autonomía", ha insistido Conrado Íscar.

Por su parte, Ángel González, director gerente del Centro Hospitalario Benito Menni de Valladolid, ha señalado que este proyecto "no sólo se centra en las personas de avanzada edad", sino "también en sus cuidadores", que "normalmente caen en el olvido y es muy importante darles las herramientas necesarias y ayudarles a comprender la situación".

Tanto Conrado Íscar como Ángel González han incidido en que, según los últimos datos INE de 2022, la población mayor de 65 años supone el 24,08 por ciento de la población total de la provincia de Valladolid, de ahí la importancia de trabajar en esta línea.