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16 de marzo de 2022. Esa fecha estará marcada en el calendario para Paco García porque volvía a tomar las riendas del equipo de su vida para salvarlo de un posible descenso a la LEB Plata, hecho que no se consumó gracias a las nueve victorias en las últimas 10 jornadas de campeonato.
De hecho, la citada gran racha propició la clasificación a los playoffs de los pucelanos para renganchar a una afición que sufrió numerosas decepciones en el tramo inicial de campaña. Por desgracia, Estudiantes despertó del sueño a todos ellos sin restar mérito a lo que ya había obtenido Paco García, ya que había fortalecido la confianza y mejorado el estado anímico de los presentes.
Un mes después, el técnico vallisoletano pasa revista en Tribuna Valladolid analizando todos los aspectos que rodean la actualidad del UEMC con la mirada puesta en la 2022/2023, ya que seguirá capitaneando el barco.
PREGUNTA: ¿Está siendo difícil confeccionar la plantilla?
RESPUESTA: Bueno... Estamos en un período que muchos pensarán que es vacacional, pero no lo es tanto. Gran parte del éxito o del fracaso de la temporada que viene se está cociendo ahora a nivel deportivo. Tenemos que construir un equipo donde ya se han puesto las tres primeras piedras. Hay ganas de empezar.
P: Ha comentado esas tres primeras piedras, pero primero fue la suya. ¿Tuvo alguna duda a la hora de renovar?
R: Ninguna. Es cierto que había que dejar las bases bien asentadas. El club necesita crecer en estructura. Todos estamos en esa misma disposición.
P: El factor, como bien ha reconocido en anteriores comparecencias, para renovar como entrenador era el de construir un equipo ambicioso para la temporada que viene. A parte de este particular requisito, ¿había alguno más?
R: El de seguir creciendo. Poco a poco, iréis conociendo la mejora de la estructura del club y eso nos va a hacer mejores. A nivel profesional, los jugadores tienen que sentirse más arropados. Por eso, puse como ejemplo la figura de un fisio en los viajes. A todo eso hay que sumar todo el trabajo de la preparación física, de los delegados, de los entrenadores ayudantes...
P: Esa mejora de la estructura puede venir de la mano del Real Valladolid dentro de un convenio que acaba la próxima temporada. ¿Cree que se prolongará?
R: Me encantaría, pero son las dos directivas las que tienen que hacerse cargo de las negociaciones y no yo. De entrada, quiero disfrutar de esta temporada y seguir vinculado al equipo de fútbol.
P: El cambio de escudo del Real Valladolid entra dentro de este convenio, ya que estará presente en las camisetas de su equipo. Ya no como entrenador, sino como aficionado? ¿cómo lo valora?
R: No lo voy a valorar porque cualquier respuesta que dé va a ser utilizada y no me compete.
P: Cambiamos de tercio. Hay que seguir hablando de las diferentes renovaciones que tiene que llevar a cabo el club para completar la plantilla. El primero fue Sergio de la Fuente, el segundo, Jaan Puidet y el tercero, Melwin Pantzar. ¿Ha hablado con el resto?
R: Sí. Al finalizar la temporada, me gusta tener una reunión individual con ellos antes de que se vayan de vacaciones con la presencia, por supuesto, de la dirección deportiva, de Pepe Catalina. Les damos nuestra opinión para que mejoren y luego les preguntamos si les gustaría volver y todos ellos así me lo han trasladado. Luego entran los agentes, la economía, las propuestas...
P: ¿Es optimista entonces?
R: Siempre lo he sido. Creo mucho en lo que me dicen y en su trabajo. Cuando terminamos las rondas de entrevistas, estábamos satisfechos de cómo había ido y optimistas de cara a la construcción del equipo. Semanas después, la realidad nos dice que no será fácil porque la mayoría se han revalorizado. Por desgracia, no podemos competir con equipos que están económicamente por encima de nosotros como Estudiantes, Andorra, Burgos, Castellón, Palencia, Lleida...
Donde podemos competir es a la hora de presentar un proyecto diferente en el que el jugador puede crecer, les ofrecemos una buena instalación en un club serio y cumplidor y en una ciudad atractiva para vivir...
P: Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, le pregunto por esa instalación que va a cambiar?
R: Soy un enamorado de este Polideportivo. Le he visto nacer y crecer. Poco a poco, está teniendo mejoras. Hay que adaptarse a las circunstancias modernas. Ahora toca cambiar las gradas y creo que lo necesitaba. Se va a mejorar el parqué, la luz... Tiene que ser atractivo venir a ver el baloncesto y ese es el gran objetivo.
P: Por último, ¿qué le diría al aficionado que quiere soñar con el Real Valladolid Baloncesto 2022/2023?
R: Sí, se puede soñar... (risas). A mí lo que más me pregunta la gente es porqué el club de fútbol no pone más dinero. Es una pregunta que constantemente me repiten. El dinero del fútbol es precisamente eso, del fútbol. Lo que el baloncesto tiene que aprender a hacer es a generar su propio dinero y a gestionarlo.
No se puede estar mendigando dinero a otros y lo digo con todo el cariño del mundo. A partir de ahí... ¿se puede soñar? Vamos a ver una LEB Oro muy cercana a la ACB. Hay equipos muy buenos con grandes presupuestos. Tenemos que ser competitivos y creer que podemos hacerlo. Si llegamos a los playoffs, hay que intentar llegar a esos puestos con más holgura. Luego pensar en ascender en un corto o medio plazo. Nosotros también queremos llegar a la élite como la mayoría de los equipos de nuestra ciudad.
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