El Real Valladolid Baloncesto perdió (73-58) en la segunda batalla ante Estudiantes en un partido donde los madrileños aprovecharon la escasa puntería de los de Paco García que intentarán reivindicarse ante su afición el próximo viernes para acabar de la mejor manera posible la temporada, aunque ya el premio de jugar el playoff es una realidad manifestada y merecida.

Con todo y con ello, el guion se mantenía, a pesar de conocer el argumento del primer encuentro. Y es que la buena puesta en escena no iba a estar, en esta ocasión, acompañada por el acierto, ya no solo concretamente en el tiro exterior, sino en las jugadas decisivas del mismo.

Con el paso de los minutos, aun así, el UEMC demostraba que se podía plantar cara al ‘todopoderoso’ Estudiantes a través de una buena actuación en el aspecto defensivo. Sin embargo, los continuos y constantes errores en las jugadas ofensivas no dejaban al equipo pucelano acercarse en demasía al marcador, cuando Estudiantes quería poner tierra de por medio.

No obstante, el conjunto de Diego Epifanio, superior en varias fases del encuentro, no sentenciaba el partido porque los de García se resistían para que eso no ocurriera. Los tres primeros cuartos, prueba de ello, manifestaban una aparente igualdad que desaparecía con el fondo de armario utilizado por parte de los madrileños.

Este último hecho provocó al UEMC irse del partido antes de tiempo para alivio de los asistentes, ya que salieron el pasado viernes con la sensación de que el Real Valladolid Baloncesto era más rival de lo que alguno se pensaba. Si este último aliciente se presenta en la partitura del próximo concierto, el director de orquesta pondrá el nervio en el cuerpo al Estudiantes recortando distancias en la serie.