logo

El traje de Zelensky

imagen
El traje de Zelensky
Zelensky y Trump
Guillermo Delgado
Guillermo Delgado
Lectura estimada: 2 min.
Última actualización: 

Al llegar a casa la mujer del periodista le preguntó cómo había ido la rueda de prensa con el Presidente de Ucrania. Mientras sacaba una cerveza Budweiser del frigo, sonriente, contó que le había preguntado a ese payaso si no tenía mejor indumentaria para asistir a la Casa Blanca.

Alina en Kherson, hacía cola para recoger un kilo de harina, dos litros de leche, cuatro piezas de fruta, dos latas de atún y una barra de pan.

El periodista abrió en el móvil la cantidad de mensajes que tenía pendientes de contestar.

En la mayoría de ellos le felicitaban por esa pregunta tan original al hombre que puede desencadenar la Tercera Guerra Mundial.

Alina acompañada de su hermana visitaban por segunda vez en la semana la casa en ruinas de sus padres y recogían una alfombra y dos cuadros con los cristales rotos en los que se podía ver al matrimonio disfrutando de un día en el campo.

El periodista se ha descalzado y con los pies encima de la mesa está viendo la noticia de la televisión en la que trabaja. Han pagado 40 millones de dólares a Melania Trump por hacer un reality de su vida en cuatro capítulos.

Alina está en la cola esperando a cobrar la ayuda que les otorgan quincenalmente para sobrevivir.

El periodista saca el Chevrolet del garaje y en la parte delantera le acompaña su hijo. Van de camino a la Iglesia Evangélica donde preparan las canciones de la misa del domingo. Después le llevará a entrenar a la piscina cubierta para seguir preparando la próxima competición.

Alina acompaña a su hermana, con un clavel blanco en la mano, van camino del cementerio donde descansa su sobrino, de la misma edad del joven que ya ha llegado a la iglesia. Alikhan trabajaba de voluntario en un hospital cuando un dron estalló en la parte central de edificio. Todos los días le visitan y le dejan un clavel.

El periodista está en un Starbucks, contestando a los cientos de mensajes que ha recibido por la ingeniosa y singular pregunta que ha hecho al Presidente de Ucrania.

Alina y su hermana reciben dos abrazos interminables de unos familiares a los que hacía tiempo que por problemas de la guerra no veían.

El periodista no sabe que el destino le tiene preparado un traje y una caja de madera y unas flores y dentro de muchos años le lloraran sus familiares en un cementerio con zonas verdes y fuentes que se iluminan de noche.

Alina y su hermana nunca sabrán que usted fue el imbécil que preguntó por el traje de Zelensky.