Margarita Robles en el punto de mira de varias asociaciones militares que denuncian "pésimas" condiciones

Asociaciones profesionales militares denuncian las "pésimas" condiciones laborales de los miembros de las Fuerzas Armadas, y cargan por ello contra la ministra de Defensa, Margarita Robles, coincidiendo con la celebración este lunes de la Pascua Militar: "No esperamos nada de ella", aseguran.

Así, la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (Asfaspro) critica, en un comunicado, que Robles siga "empeñada en tejerse un fajín a costa de los sacrificios del personal militar, que se llena de barro sacrificándose en la vuelta a la normalidad de las zonas afectadas por la dana desde hace dos meses".

Esta asociación pone el acento en que las "pésimas" condiciones de trabajo y las malas retribuciones hacen que la militar sea una profesión con poco atractivo, repercutiendo en la pérdida continua de efectivos, y denuncia que la ministra "regatea" subir sus "paupérrimas retribuciones".

En cambio, señala, "no tiene problema en distraer miles de millones en materiales" o en hacer planes "para botar cuatro nuevos y caros submarinos" y se pregunta de "dónde van a sacar las tripulaciones si no se consigue completar las plantillas".

Según Asfaspro, en los últimos años el número de personal en filas ha disminuido en 10.000 efectivos, ante lo que Robles reacciona "dedicando buenas palabras, que debe creer que son mágicas" y sin una sola iniciativa legislativa desde que asumió el cargo.

En la misma línea, la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) vaticina que el discurso de la ministra en la Pascua Militar estará cargado de "bonitas palabras de agradecimiento por el trabajo realizado" pero sin "ninguna medida" para mejorar las condiciones profesionales y retributivas de los militares.

Además de unas retribuciones dignas, esta asociación revindica también la aprobación de una Ley Integral de la Carrera Militar que ofrezca "verdaderas" expectativas de futuro al colectivo y finalice con la lacra de la temporalidad, y la necesidad del reconocimiento de la profesión militar como de riesgo.