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Lo mejor la Banda de música de Pedrajas, en la segunda novillada del Piñón de España

Lo mejor la Banda de música de Pedrajas, en la segunda novillada del Piñón de España
Jesús  López Garañeda
Jesús López Garañeda
Lectura estimada: 2 min.

La segunda de las novilladas del llamado 'Piñón de España' en Pedrajas de San Esteban resultó un flojísimo espectáculo ante la falta de raza de los toros lidiados pertenecientes a la ganadería de la Castilleja, Los murubes que pastan en Peñarroya no tuvieron fuerza ni celo en sus embestidas cansinas, retrotraídas y además rajándose en algunos momentos de la lidia como sucedió con el segundo y tercero de la tarde, pitados ostensiblemente por el público en el arrastre.

Poco pudieron hacer, pese a su voluntad los dos novilleros que se presentaban en la coqueta plaza pedrajera. En esta ocasión el piñón de su suerte fue de acíbar y amargo no porque salieran dañados los protagonistas sino porque lo intentaron con esfuerzo y decisión, pero la mansedumbre y flojera de las reses no les permitieron el triunfo. Incluso el cuarto de la tarde, devuelto a corrales con cierta precipitación y para cortar la bronca del público, por un calambre en su pata trasera que le hizo perder las manos en dos ocasiones, por el Presidente del festejo, en esta ocasión Ángel Capellán.

El mejor toro por embestidas y nobleza fue el sobrero de Núñez Benjumea, un castaño embarrado de los corrales por la lluvia caída, pero que fue toreado muy dignamente por Pedro Andrés. El vallisoletano estuvo solvente, templado y con decisión frente al burel que cerraba corrida. Lo toreó con temple por ambos pitones, luciéndose y recogiendo una ovación espectacular del público cuando instrumentó dos redondos, citando de espaldas y llevando toreado completamente al sobrero. Cuando tenía el premio más que ganado, se perfiló para matar y consiguió una estocada defectuosa. No obstante se echó el toro y lo levantó el puntillero de tal forma que hubo de descabellar Pedro Andrés, enfriando el ánimo del público.

Frente a su primero, un novillo terciado y escurrido de peso, de nombre 'silencioso' tras lograr la estocada entera con que lo pasaportó al desolladero, dio una vuelta al ruedo.

Abrió festejo y plaza el mexicano 'ardillo', Andrés García, el cual mostró sus ganas y voluntad frente al rajado tercero y sobre todo con 'valenciano', el novillo que abrió festejo y programa, al que picaron al relance, de mala manera, y que tras una faena por el pitón izquierdo aceptable y con cierta decisión, los aceros brillaron por su melladura más que por su filo y corte. Pinchazos y descabellos terminaron con el animal. Estuvo con voluntad frente a 'verono', marcado con el número 14 que brindó al público.

Al final, las caras del personal marcaban cierta decepción por lo visto y sucedido en esta segunda novillada de Pedrajas de San Esteban, pero todos sabemos que así es este mundo del toro, algo así como el del melón que aparentemente crees que va a ser extraordinario y luego sale pepino y sin sustancia. Menos mal que la tarde la salvó la Banda de Música de Pedrajas, con un toque de pasodobles y armonía merecedora del aplauso.