Se mantuvo la celebración de la misa funeral a pesar de la incertidumbre que rodeaba la situación vivida por el corte del suministro eléctrico
Zara abre sus puertas ante la expectación de los vallisoletanos
Con 3.000 metros cuadrados se convierte en el tercer establecimiento más grande de la firma española, tras los situados en Madrid y Barcelona
La nueva tienda de Zara abre sus puertas al público de valladolid. Minutos previos a la hora de apertura, aguardaban expectantes ante el tercer establecimiento más grande de la firma española. Solo los situados en la Plaza España de Madrid y en la Plaza Cataluña de Barcelona superan a este local que cuenta con 3.000 metros cuadradros.
Los trabajadores han recibido entre apluausos a los primeros en conocer el nuevo concepto de la marca, reflejada en este local así como las mejoras tecnológicas. Estas buscan mejorar la experiencia del consumidor con los nuevos servicios de devolución y recogida de pedidos que permiten realizar estas gestiones de forma autónoma, entre otras cosas. Una antiguada empleada de Zara comenta a TRIBUNA que este local es "espectacular" y que "merece un reconocimiento bastante amplio y bueno".
Por su parte, una de las clientas allí presentes asegura estar "encantada" al ser una "forofa" de Zara". Explica que es "muy espaciosa" y que será "un buen impulso para el centro de Valladolid tras llevarse todo los centros comerciales de la periferia". Asimismo, el resto de clientes comparten que la perspectiva de la nueva tienda es "agradable y uniforme".
El establecimiento abrirá en horario de 10.00 a 21.00 horas, para que todos aquellos que lo deseen puedan realizar sus compras en un entorno que auna moda, tecnología e innovación.
El corte del suministro eléctrico empaña las buenas condiciones meteorológicas que acompañaron un día histórico
Puente asegura que "el objetivo es facilitar que las personas que tengan que coger un tren y no tengan otra posibilidad de pernoctar puedan hacerlo allí"
"Podrás encontrarnos en la terraza de al lado", decía el mensaje que los empleados de un establecimiento del centro de Valladolid le enviaban a su jefe