circle
Reels

La antigua Fundición Gabilondo, un "oasis" para hacer frente a las altas temperaturas en Valladolid

En 2010 el Consejo de Urbanismo remodela esta fábrica, situada en Arco de Ladrillo y levanta un jardín que conserva uno de sus muros

La antigua Fundición Gabilondo. Sergio Borja.
Tania Díez Perea
Tania Díez Perea
Lectura estimada: 2 min.
Última actualización: 

Olas de calor y verano van de la mano. Los episodios de altas temperaturas son típicos de esta época y por ello, muchas ciudades han puesto en marcha refugios climáticos. Estos son espacios pensados para hacer frente al exceso de calor, aunque también existen algunos cuya función es proteger del frío.

El centro de Valladolid es uno de los refugios por antonomasia para combatir el calor, al encontrarse el parque de Campo Grande en el mismo. No obstante, hay otras zonas repartidas por la capital del Pisuerga que cumplen la misma función. Un ejemplo sería el jardín situado en el Paseo Arco de Ladrillo

Este espacio surge en 2010, cuando el Consejo de Urbanismo de Castilla y León toma la decisión de adaptar algunos elementos protegidos a la escena urbana de Valladolid. Ante cuatro altas torres residenciales, encontramos el último vestigio de lo que a mediados del siglo pasado fue una de las zonas industriales más importantes de la ciudad y es que, este jardín se erige tras la remodelación de las Naves de Enertec.

Estas son las herederas de la antigua Fundición Gabilondo, fundada en 1860 por los hermanos Gabilondo y que se traslada al Paseo Arco de Ladrillo en 1949. Su taller se dedicaba a la fabricación de camas de hierro, molinos de viento, bombas y diversas maquinarias hasta que, en 1904, se constituye como una Sociedad Anónima y pasa a producir elementos para la construcción, así como piezas para los Talleres del Ferrocarril del Norte. No obstante, también es conocido por realizar cuatro de las farolas más antiguas y características de Valladolid. Estas alumbraron la entrada de Campo Grande. Pero actualmente se encuentran en los jardines de la Rosaleda y la tercera, en la Plaza de la Solanilla. 

La remodelación de este espacio, ejecutada por el estudio López Merino y Asociados hace 14 años, conserva la fachada principal que da al Paseo Arco de Ladrillo y la estructura metálica de los 5 primeros pórticos. También, dota a los elementos mencionados de protección estructural y levanta el invernadero abierto que ejerce de "oasis" durante los cálidos veranos de Valladolid, ya que sus plantas proporcionan una sombra que reduce la temperatura y hace que sea más agradable sentarse o pasear por la zona.