Se han lidiado dos toros de Álvaro Núñez para rejones y uno del Vellosino, terciados, escurridos, con poca fuerza en general y que no ayudaron en casi nada
El novillero vallisoletano Mario Navas se ha proclamado este jueves ganador del certamen de novilladas nocturnas de Las Ventas. Mopstró ofició y una muy entonada actuación ante dos novillos del hierro del Freixo, de El Juli, y otro de Talavante, que estropeó con la espada.
Era la séptima actuación del vallisoletano en Las Ventas. Llegaba para despedirse de novillero (se doctorará en septiembre en la plaza de toros de Valladolid). Ante el primero de Talavante, Navas lo toreó con suavidad por ambos pitones, en una faena que no acabo de romper por culpa de su enemigo, muy protestón y brusco. Dejó el novillero detalles de mucha calidad.
En el sexto, aunque tampoco acabó de cuajar, Mario Navas dejó un saludo capotero muy ajustado y templado. El novillo tuvo más nobleza, aunque le faltó un punto de chispa. El vallisoletano firmó los mejores momentos de la noche, aunque las espadas le privaron de un triunfo mayor.
Abría el cartel Valentín Hoyos que pechó con el mejor astado de la corrida, un colorado de Talavante, con fijeza, fondo y transmisión. El salmantino estuvo un punto acelerado en los comienzos de la faena, aunque terminó muy asentado, sobresaliendo un conjunto de naturales. Dio una vuelta al ruedo. En su segundo, otro buen animal, Hoyos cuajó un trasteo que fue a menos, a medida que el animal fue bajando de intensidad.
Fabio Jiménez, que completaba la terna, no tuvo lote y pasó desapercibido. Finalmente, el jurado decidió entregarle el galardón del concurso al vallisoletano por el conjunto de la noche. Algunos aficionados desde el tendido no lo entendieron así.
Se han lidiado dos toros de Álvaro Núñez para rejones y uno del Vellosino, terciados, escurridos, con poca fuerza en general y que no ayudaron en casi nada
Lo sucedido "ha roto la ilusión, el trabajo, las ganas, la dedicación y el esfuerzo para conseguir una res de lidia de las características zootécnicas"
Uno de los utreros porque sobrepasaba el peso exigido en plaza de primera, alcanzando los 560 Kg en lugar del máximo de 540 reglamentarios
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