TeleRural (IV): La primera óptica móvil de España viaja por Tierra de Campos

Vio la oportunidad de negocio en una necesidad familiar. Había que llevar a su abuelo a cambiar de gafas a la capital y pensó que "por qué no una óptica en el medio rural". Así surgió Gafasvan, "la primera óptica móvil de España", dice su creador. Daniel Paniagua regresó desde Perú hasta su localidad natal, Mayorga, porque quería formar una familia y que sus hijos vivieran en un ambiente rural similar al de su niñez. Al final lo consiguió: establecerse en su pueblo y fundar su propio negocio. "Es feliz", confiesa, porque además defiende que "otro estilo de vida en el medio rural es posible y viable".

La primera de las ópticas llegó en noviembre de 2020 en Mayorga. Detrás de la iglesia del Salvador, junto a la Plaza España, se encuentra el epicentro del negocio de Daniel. Desde aquí, cada día de la semana se desplaza a una localidad de Tierra de Campos: Valderas, Villalón, Villada y Villalpando. Los viernes se queda en Mayorga, al igual que cada tarde que dedica a "reparaciones, montar gafas pedidos y otras labores".

Su negocio, por qué no, es otro de esos servicios sociales paralelos que ofrecen algunos emprendedores como él, en esa España que llaman vaciada y que necesita de estas ayudas para que la vida sea un poco más favorable. "La gente que no vive en los pueblos no sabe las necesidades que tienen los vecinos de estas localidades".

"Yo soy de Mayorga, un pueblo de 1.500 habitantes. En España no hay ópticas en poblaciones tan pequeñas, y si no las hay será por algo. Por eso juntando los pueblos de la comarca podía sumar siete u ocho mil personas y con esa cantidad la óptica ya es viable". La idea es tan sencilla como genial y se complementa con un gabinete de audioprótesis. Entre los muchos servicios que ofrece destacan el de revisión de la vista, adaptación de lentillas, medicación de la presión intra ocular, salud visual, taller y asesoramiento estético.

En un principio, eran los propios ayuntamientos quienes cedían un local para que Gafasvan pudiera operar. Con el paso del tiempo en la mayoría de las localidades, se han ido buscando emplazamientos más céntricos y en régimen de alquiler que les permita tener un escaparate permanente y dejar prácticamente la óptica operativa. Aun así, Daniel Paniagua en su inconfundible furgoneta amarilla, rotulada con una simpática oveja con gafas, lleva todo el material imprescindible para que su óptica móvil sea totalmente efectiva.

La óptica se extiende a Valderas, Villalón, Villada y Villalpando

Dice este óptico-optometrista que en todas las localidades les han acogido "con los brazos abiertos" e incluso son muchos los ayuntamientos que le llaman para que implemente el servicio en otras localidades. No obstante, Daniel no esconde la inmensa burocracia, papeleo y permisos que hay tras la apertura de cada óptica rural. Al menos, los clientes están encantados. "Me parece extraordinario que en Villalón haya una óptica. Si lo tenemos en el pueblo no tenemos que irnos a otra parte", dice Pablo González, quien define a Daniel Paniagua como "de lo bueno, lo mejor".

La mañana va llegando a su fin y por aquello de conciliar la vida profesional con la familiar, que era una de las premisas que se autoimpuso este emprendedor, a las dos cierra su óptica para que le dé tiempo a recoger a su hija del cole. Por la tarde, ya tendrá tiempo de seguir echando horas a su proyecto profesional en su centro de Mayorga, la primera óptica móvil de España que sigue viajando cada día por los pueblos de Tierra de Campos.