TeleRural (I): El Bibliobús, una biblioteca sobre ruedas

Si el Bibliobús no existiera sin duda habría que inventarlo. No es ni más ni menos que una biblioteca con ruedas, que llega a la mayor parte de los pueblos de Valladolid que no cuentan con espacio de préstamo de libros de forma física, pública y permanente. Pero bajo la sencillez de este concepto móvil, el bibliobús -servicio prestado por la Diputación de Valladolid desde hace casi cuatro décadas- tiene un complejo engranaje que cubre más de 150 poblaciones de la provincia, con cuatro vehículos, nueve rutas y más de 27.000 visitantes el pasado año.

TeleRural, la nueva sección de Tribuna Valladolid que aborda en diez capítulos todos los servicios móviles que llegan al medio rural, ha querido comenzar contando esta historia: la del Bibliobús en voz de su encargado, José Manuel Rodríguez. Cada mañana, de lunes a viernes, los cuatro buses customizados en bibliotecas móviles parten de la capital, concretamente desde el Hospital Doctor Villacián, propiedad de la institución provincial.

Cada vehículo hace una media diaria de entre tres y seis poblaciones, de tal manera que cada municipio participante recibirá una vez cada quince días la biblioteca ambulante. Además del gran público, el coordinador hace hincapié el servicio que ofrece a los colegios rurales y a las Aulas de Cultura, actividad que también pertenece a Diputación de Valladolid.

"Se trata de un servicio de préstamo de libros y otros materiales como películas, DVDs, revistas... y nuestra misión principal es acercar ese derecho a la cultura que tienen las personas que viven en los pueblos, que en muchas ocasiones presentan más dificultad de acceso que cualquier otras a este tipo de servicios culturales". José Manuel Rodríguez cuenta en este primer capítulo de TeleRural cómo es su día a día, que comparte con el conductor del vehículo.

"Normalmente a mitad de trayecto paramos a tomar un café y aprovechamos para ir al baño, algo que ya será complicado en nuestro trayecto por los pueblos". En cada población, el bibliobús estaciona en el lugar convenido, normalmente la plaza del pueblo o cerca del colegio, y allí los bibliotecarios esperan la llegada de los usuarios ávidos de nuevas lecturas. Es muy importante la labor asesora que realizan. "Ya conocemos a muchos de nuestros lectores y sabemos de sus gustos y preferencias", dice.

Los usuarios están encantados con el servicio. "Sin el bibliobús no podríamos leer tanto". "La mayoría no tenemos acceso al libro electrónico y esta es nuestra solución"."Solemos tomar prestados dos o tres libros para tener cubiertos los quince días de espera", "Nosotros no tenemos las opciones que pueden tener en la ciudad de ir a cualquier biblioteca". Son algunas de las opiniones de los lectores que aguardan puntualmente la cita bimensual con su biblioteca móvil.

Tras el tiempo estimado, las puertas del bibliobús se cierran y es la hora de continuar camino en busca de una nueva localidad. En Alcazarén por ejemplo la parada es doble: primero en el CRA Río Eresma y, más tarde, junto al hogar del jubilado. Desde los colegios organizan a sus alumnos para que puedan acudir a cambiar sus lecturas cuando llega el servicio móvil.

El Bibliobús lleva en la provincia de Valladolid 38 años. Dice José Manuel Rodríguez que es una labor "francamente gratificante" el llegar a los pueblos "con esta carga de cultura y de información". El futuro es prometedor, aunque el protagonista de este primer TeleRural cree que deberá adaptarse a los nuevos escenarios de despoblación. Pero el Bibliobús tendrá que seguir llegando puntual a su cita con la cultura en el medio rural. Larga vida a la biblioteca sobre ruedas que te contamos en este primer episodio de TeleRural.