Se ha reunido con el subdelegado del Gobierno, Jacinto Canales, quien le ha transmitido que la Guardia Civil no ha archivado el caso
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Sin pruebas, sin sospechosos, sin testigos, sin testimonios y, aun así, sigue hacia adelante. Lorena Sánchez es la madre de David Hernández, un joven de 18 años al que asesinaron en plena pandemia en Torrelago, junto al municipio vallisoletano de Laguna de Duero. Del lugar del crimen a su casa hay apenas 100 metros, distancia que Lorena volvió a recorrer esta semana para atender a TRIBUNA sin pensar en nada más allá de seguir pidiendo justicia, tal y como hacen en otros casos los familiares de Estela Domínguez o de Esther López.
David salió de su casa aquella fatídica madrugada del 16 de abril de 2020 con lo puesto, aunque tenía prohibido hacerlo. Cuatro años después, su madre desconoce qué razón le llevó para que se fuera. "No sabemos todavía por qué David salió de casa. Imaginamos que alguien le llamaría, aunque en el móvil no saliera nada. Supongo que le dijeron que tenía que bajar y bajó", apunta Lorena, la cual confía en que no fueron sus amigos los autores del asesinato, sino el "entorno" del propio municipio.
Como pasó en pleno confinamiento, los primeros días no fueron fáciles para la familia de David, que trató de colaborar con la Guardia Civil en todo lo posible. "Analizaron su móvil y luego vinieron a la zona del lago, que le peinaron. He llegado a decir que el trabajo de la Guardia Civil no ha sido suficiente, pero luego compruebas lo que se ha hecho y te das cuenta lo mucho que nos han ayudado", confiesa. De hecho, registraron su casa, pero "no encontraban nada" y al estar el caso bajo secreto de sumario ni la propia Lorena podía acceder a la investigación. "Me decían que no me preocupara y, con el paso de los años, el trato ha ido de más a menos", relata.
Cuando peor lo estaba pasando, contó por fortuna con el respaldo tanto de sus hijos como de los vecinos del pueblo. "En Laguna la gente se ha portado muy bien. Han apoyado los actos y han compartido todo lo que he ido subiendo en redes sociales", comenta. El año pasado, por ejemplo, puso fotos de David y pancartas por la zona, pero al coincidir el día del asesinato con el cumpleaños de una de sus hijas, ya no quería que lo pasaran igual de mal que lo han pasado en anteriores ocasiones. "Para ellos es muy doloroso. Al principio, necesitamos ayuda psicológica, la cual fuimos dejando porque a los psicólogos les ves un tiempo, no toda una vida", asegura una Lorena que recomienda, en estos casos, "aceptar" lo que ha sucedido, además de "seguir luchando" por "los que están y no están".
Cabe reseñar que el Juzgado de Instrucción número 3 de Valladolid archivó el caso de David por falta de pruebas. Por esa razón, el abogado de la familia apeló a dicha decisión para que, al menos, sacaran el ADN de un cuchillo que hallaron por la zona. "Es lo único que encontramos. Necesitamos que el caso siga abierto porque sé que la Guardia Civil no se ha rendido. Recuerdo que no valía como prueba ni su móvil, que era muy básico... el de su hermano pequeño", sostiene. No obstante, a Lorena todavía no le "entra en la cabeza" que mataran a su hijo, el cual no olvida porque no ha dejado nunca de estar orgullosa de él, alguien que verdaderamente merecía la pena conocer.
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