Valladolid, el origen de un viaje que salvará la vida de niños en situaciones límite

Una expedición procedente del Hospital Clínico y de la UVa partirá a Guinea para evitar la muerte, en muchos casos, de bebés recién nacidos

imagen
Valladolid, el origen de un viaje que salvará la vida de niños en situaciones límite
José María Pradillos, junto a Juan Manuel Priede y Sofía Pérez Arroyo, en la Plaza Mayor. Sergio Borja.
Alejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
Lectura estimada: 5 min.
Última actualización: 

"El mundo está en manos de quienes tienen el valor de arriesgarse a vivir sus sueños", dijo el sabio novelista Paulo Coelho. Desconozco si pensaba en los siguientes protagonistas, pero si no es el caso, al menos, puede tomar a varios de ellos como ejemplo. José María Pradillos Serna (Ciudad Real, 46 años), jefe de cirugía pediátrica del Hospital Clínico de Valladolid, encaja en ese perfil que busca Coelho y no, precisamente, por sus ganas de salir en los medios de comunicación (no le gusta), sino porque es la persona indicada para impartir valentía como si de una asignatura se tratase.

Con dinero de su bolsillo y sin buscar ningún tipo de beneficio económico, Pradillos emprendió una aventura de la mano de la asociación que preside Solidarity Pediatric Surgery (Sopesur) hace ocho años con el fin de llegar a Guinea-Bissau para salvar niños en situaciones límite al no tener la oportunidad éstos de solucionar sus problemas en un país que no cuenta con, por ejemplo, los materiales, herramientas o equipamientos suficientes como para poder evitar una desgracia. El jefe de cirugía pediátrica del Hospital Clínico, como ya avanzó TRIBUNA, volverá a Guinea, junto a otros 12 valientes, para volver a vivir una experiencia tanto enriquecedora como satisfactoria.

"El que ya haya ido decide igual que la persona que va por primera vez, salvo excepciones, ya que en algún caso es mejor tener algo más de experiencia", comenta Pradillos, que visitó la redacción de TRIBUNA GRUPO en Valladolid, acompañado del anestesista madrileño del Hospital Clínico Juan Manuel Priede (Madrid, 28 años), y de una alumna vallisoletana Sofía Pérez Arroyo (Valladolid, 22 años), que viajará con ellos tras conseguir una plaza de las tres que ofrecía la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid. Ana Sevillano Cabeza (Valladolid, 23 años) y Sofía Esteban Santos (Burgos, 23 años) han ocupado las dos vacantes restantes.

Tanto Juan Manuel como Silvia vivirán "por primera vez" la experiencia con alguna que otra duda. "Me preguntan qué van a hacer allí y cómo van a estar, pero es lógico. Les hemos dicho que vamos a estar bien gracias también al equipo con el que vamos, que ya ha ido más veces", sostiene un Pradillos que asegura que en Guinea "todos son iguales". Es decir, que allí nadie ejercerá de jefe porque tratarán de que los desplazados remen en la misma dirección. Aunque en estas últimas semanas también hayan surgido problemas, ya que cambió recientemente la dirección del Hospital Nacional Simao Mendes, el manchego afronta el viaje con tranquilidad. "Es como si estuviéramos en el Hospital Clínico, pero de una forma más intensa", comenta.

Lo que sí que tiene claro es que van a priorizar algún determinado caso. "Aquellas familias que no pueden pagar las operaciones serán las primeras que atenderemos. Es decir, las familias que no tienen nada de nada y que solo piensan en morirse", reconoce. Esta circunstancia puede generar "un cierto caos organizativo" que se irá solucionando con el paso de los días. Su intención es salir de Valladolid el próximo 18 de marzo hacia León, donde tienen guardado todo el material que han ido comprando y recopilando. De León, se irán a Lisboa para llegar a Guinea "el día 19 al mediodía". Allí estarán hasta el 2 de abril. "Haremos allí lo mismo que hacemos aquí", reitera. Dormirán, de hecho, en la Casa Somori, que es el espacio que acoge a los niños en Guinea antes de ir a España o a Portugal para ser intervenidos.

LAS SENSACIONES DE JUAN MANUEL

El anestesista madrileño del Hospital Clínico de Valladolid conocía de primera mano el viaje a Guinea. No obstante, como en diferentes ocasiones "no le venía bien", no pudo formar parte de la expedición. Afortunadamente, este año pudo cuadrar fechas y le transmitió a Pradillos sus "ganas" de ir a salvar vidas. "Siempre me ha gustado el mundo de la cooperación. Cuando vi la oportunidad de ir, lo tuve claro", explica en declaraciones a este medio.

Priede, aunque es consciente de que estará "en un entorno distinto", sabe que "la forma de trabajar es la misma". "Al haber trabajado con José ya sabes lo que puedes hacer o no", añade. Aun así, mantiene esa "incertidumbre" de no saber lo que se va a encontrar "exactamente". El hecho de que vaya otra anestesista, con más experiencia en este tipo de aventuras, le tranquiliza. Y no solo a él, sino también a su familia que ha visto con buenos ojos el viaje.

UNA APRENDIZ CON UN SUEÑO POR CUMPLIR

El caso de Sofía es muy distinto. Al no ejercer, ya que sigue en la carrera, viajará con un rol establecido. Como no tendrá que operar, irá rotando en diferentes áreas de especialidad que le vayan tocando. La vallisoletana buscó "por su cuenta" el proyecto y ya de primeras le llamó la atención. "Busqué en Internet la forma de poder viajar con ellos. Cuando vi que sacaron plazas en la Universidad, no me lo pensé. Es una gran oportunidad para mí", apunta.

Su objetivo es "tratar de ayudar al máximo" por ese sueño que tiene en el horizonte. "La cooperación es algo que me gustaría hacer cuando ya tenga el título", sostiene la joven que afronta el viaje "con muchos nervios, pero con muchas ganas". "En el equipo nos han acogido genial y nos están resolviendo todas las dudas que tenemos", asegura.

En este sentido, Pradillos explica que no sabían hasta hace apenas "dos semanas" qué estudiantes les iban a acompañar porque el proceso se estaba alargando por una preselección que dio, por fin, la merecida recompensa. Cuando ya supieron quiénes eran las afortunadas, se pusieron en contacto de manera virtual con cada una de ellas a través de videollamadas y de diferentes conexiones telemáticas para que, asimismo, vayan poniendo cara al resto de efectivos. "La novedad este año es que vienen estudiantes, pero los roles no cambian. Se tendrán que amoldar a las funciones que ya existen. Creo que es una oportunidad atractiva para ellos porque pueden ver otras condiciones de trabajo", destaca.

El cirujano pediátrico también reconoce que está en contacto permanente durante todo el año con los sanitarios de Guinea, los cuales les informan de la situación y les mandan niños y una futura lista porque saben que es en Semana Santa cuando viajan. Y lo hacen por dos razones. La primera, porque no llueve como puede pasar, por ejemplo, en verano. Y, segunda y última, porque pueden gastar los días de vacaciones de una manera más efectiva, ya que la expedición viaja a salvar vidas ya no solo con dinero de su bolsillo, sino también utilizando las jornadas laborales que, a priori, tenían de descanso.

Con todo y con ello, estos valientes tratarán de lidiar diferentes obstáculos en los próximos días, algo que no descartan hacer también en 2025, porque mientras haya vida en Guinea, hay esperanza.

2 Comentarios

* Los comentarios sin iniciar sesión estarán a la espera de aprobación
usuario anonimo 3/16/2024 - 3:23:59 PM
Bravo!
0
usuario anonimo 3/15/2024 - 6:38:52 PM
Cuando conocí a Juanma llevaba un piercing y ahora veo que lleva dos no???
0
Mobile App
X

Descarga la app de Grupo Tribuna

y estarás más cerca de toda nuestra actualidad.

Mobile App