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Condenado uno de los dos hermanos juzgados por un delito de estafa con sondeos de pozos

Para cada uno de los dos encausados, el ministerio público había solicitado en sus conclusiones provisionales cuatro años y medio de prisión

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Condenado uno de los dos hermanos juzgados por un delito de estafa con sondeos de pozos
Miguel Ángel  Fernández
Miguel Ángel Fernández
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La Audiencia de Valladolid ha condenado a dos años de prisión por un delito continuado de estafa a Carlos G.M., quien fue juzgado por comprometer sondeos y perforaciones para pozos que fueron cobrados y no se realizaron, mientras en el caso de su hermano, encausado por los mismos hechos, la Fiscalía retiró la acusación.

La Audiencia ha tenido en cuenta para la condena de Carlos G.M. las circunstancias atenuantes de reparación del daño, la vinculada con la toxicomanía que padece -adicción a la cocaína y al alcohol- y dilaciones indebidas, según la sentencia, a la que ha tenido acceso EFE.

Además, la resolución establece que el encausado abone una multa de 1.500 euros -cinco meses con cuota diaria de diez euros- y el pago de una indemnización de 79.469 euros a una entidad y otros cien a un particular.

La vista oral se desarrolló el pasado 9 de enero por hechos cometidos en 2019 a través de trabajos vinculados con los pozos que se publicitaban con la marca Sondeos Aquaobit en radios, una web y pegatinas.

Para cada uno de los dos encausados, el ministerio público había solicitado en sus conclusiones provisionales cuatro años y medio de prisión, aunque en función de la prueba practicada durante el juicio retiró la acusación contra uno de ellos, Raúl G.M.

Carlos G.M. reconoció durante su declaración que, con al marca Aquaobit, su intención consistió en coger dinero de clientes y utilizarlo en su beneficio para conseguir drogas y admitió que no tenía intención de realizar las obras contratadas, a la vez que recalcó que su hermano no tuvo nada que ver con su actividad.

Argumentó que su hermano y sus padres trataron de resolver los problemas que él había generado por el consumo de sustancias tóxicas, que intervinieron para ayudarle y devolver lo adeudado, para lo que sus progenitores vendieron una vivienda.

En el apartado de hechos probados, la sentencia establece que Carlos G.M., de 50 años, "actuando con ánimo de ilícito beneficio" procedió a ofrecer a través de distintos medios de publicidad y bajo la denominación Sondeos Aquaobit (que no se trataba de una sociedad legalmente constituida, sino de un nombre comercial), trabajos de sondeo, perforación, equipos de bombeo y legalización y concesiones de agua.

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