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El exportavoz de Ciudadanos Valladolid: "Si Puente me llama, cogeré la llamada y me sentaré a escucharle"

Martín Fernández Antolín concede una entrevista a TRIBUNA días después de anunciar que abandona el partido

El exportavoz de Ciudadanos Valladolid: "Si Puente me llama, cogeré la llamada y me sentaré a escucharle"
Martín, en la redacción de Tribuna Valladolid. Foto: SERGIO BORJA.
Alejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
Lectura estimada: 4 min.
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Sin la "intención" de reprochar nada a nadie, pero sí de dar la cara y de dar, además, las explicaciones oportunas por si todavía hacía falta aclarar algún aspecto sobre su decisión. Así llegó el exportavoz y el que fue candidato a la Alcaldía en 2019 por CiudadanosMartín Fernández Antolín, a la redacción de TRIBUNA GRUPO en Valladolid, donde ha analizado varios temas que, en los últimos días, rodean a su figura.

La salida de Ciudadanos, su 'nueva' etapa en la Universidad Europea Miguel de Cervantes o la declaración de intenciones tanto de él como del alcalde de Valladolid, Óscar Puente, sobre la posibilidad de que Martín recale en el PSOE son alguno de los ejemplos que se han puesto encima de la mesa. Esto último sigue sin decartarlo, pero reconoce que se está haciendo un "océano" con tan solo unas palabras.

PREGUNTA: ¿Qué tal están siendo los días posteriores a la rueda de prensa donde anunció que abandonaba el partido?

RESPUESTA: Son días de cambios. Afronto ahora el hecho de compatibilizar la labor académica con la labor política y me supone un cambio de paradigma. Ya me he incorporado a la Universidad, me han recibido con los brazos abiertos.

P: ¿Se ha quitado un peso de encima abandonando Ciudadanos?

R: Creo que no. Sigo siendo concejal y sigo teniendo la misma responsabilidad que tenía en su momento. Cuando nos sentamos en el Pleno, estamos defendiendo los intereses de los ciudadanos en su conjunto, independientemente del punto de vista de cada partido. Si se ha interpretado mal alguna palabra que dije, jamás era esa mi intención. 

P: ¿Ha hablado al respecto con sus compañeros?

R: No he hablado de ello con ellos, pero sí de ese 'traspaso de poderes' porque dejé la portavocía. No ha habido ningún problema. Agradezco al nuevo portavoz las facilidades que ha dado para el cambio. De hecho, no he tenido presiones de ningún tipo. Ha sido una decisión libre y muy meditada. Fueron momentos muy complicados. La pandemia supuso un reto y, cada uno, lo intentamos abordar de una manera diferente. Últimamente estábamos trabajando muy poquitos en el Ayuntamiento y la comunicación a través de las redes sociales no favorecía a la acción política. Ese fue el primer choque.

El partido tomó una decisión de establecer un 'socio preferente' dentro de su actuación política. Hablar de socios preferentes es estar negando el hecho de poder dialogar con la otra parte que es muy importante para una ciudad como Valladolid, que es compleja. No debimos establecer socios preferentes. Eso se notó. Por ejemplo, en la Junta de Castilla y León cuando se decidió ir con el 'socio preferente'. Luego ha habido gestos que no han ayudado a la 'centralidad' del partido. Todos recordamos la foto de Cibeles y esa nunca se debería haber producido con la participación de un partido como Ciudadanos, que mandó un mensaje equivocado.

P: Al hilo de lo que comenta del nuevo portavoz, ¿cómo valora que sea el elegido para encabezar la candidatura a la Alcaldía?

R: La junta directiva provincial encabezada por Pablo Vicente parece haber visto en él a esa persona "que tendrá un gran impacto en la ciudadanía", según sus propias palabras en este medio. Estoy seguro de que si prioriza su actividad municipal, podría acercarse a ese nivel de compromiso que la presidenta autonómica de Ciudadanos defendió que tendría el candidato a la Alcaldía. Creo que Pablo no tiene un 'papelón', pero no me voy a meter en lo que tiene que hacer. 

P: Cuando formaba parte del partido, ¿temía que pudiera desaparecer?

R: Tuvimos un proceso de refundación, pero eso no hizo que se pudiera trasladar una serie de mensajes claros. Esto es lo que a mí me dejó más preocupado. En el fondo, en este proceso, intenté participar y, de hecho, asistí a una reunión. No creo que nadie pueda acusarme del partido que yo dejara de intentarlo. Creo que faltó valentía en ese proceso. Necesito saber, por el bien de Ciudadanos, al que le deseo lo mejor, que el partido vuelva a pensar las cosas y no tanto a refundarse. 

P: ¿Cogerá la llamada de Óscar Puente, esa donde le ofrezca ir en la lista del PSOE?

R: Si a mí me llama el alcalde de mi ciudad... Como buen concejal, tendré que coger su llamada y escucharle. Si no contesto, incumplo las funciones de un buen concejal. Hay demasiado protagonismo en las personas y más en esos puestos que no tienen tanta relevancia. Para mí, no es tan importante la persona, sino el programa que le acompaña. El número 2 o 27 va a actuar por delegación del candidato. Lo que tiene que tener este es un programa, un proyecto de ciudad. He afirmado que Óscar Puente tiene ese proyecto... Quizás porque está gobernando... Es el único programa real que conocemos hasta ahora.

Agradezco al alcalde las palabras que tuvo hacia a mi persona. Le honra. Me dejó bastante sorprendido porque no me esperaba que hiciera una lectura tan positiva de mi trabajo. Si el alcalde, me llama, insisto, me sentaré a escucharle. Nunca diré que no a nada, si detrás hay una voluntad de hacer algo positivo. En la vida, hay que actuar con ciertas garantías. Es cierto que ahora ya estoy retomando mi labor académica. Cuando llegue el momento de pensar otras cosas, llegará ese momento. Estamos haciendo un océano de tan solo unas declaraciones...

P: ¿No cree que Ciudadanos se pueda sentir traicionado si finalmente recala en otro partido?

R: No debería. Cuando entré en Ciudadanos, entré como independiente. No he engañado a nadie. Parece que Martín Fernández ha cambiado y sigo siendo el mismo. Mi idea era intentar conjugar las mayores libertades individuales con la mayor defensa de los intereses comunes. Me extrañaría que dijeran en Ciudadanos que Martín era marxista o leninista y ahora, de repente, seguidor de Donald Trump. Esto no es así. Simplemente ha habido ciertos corrimientos en la política, que me dejan en una situación incómoda. Lo que deberíamos pensar es si han cambiado los demás. En vez de pensar en transfúgas en las personas, había que pensar si todos estos movimientos han hecho que haya partidos (y no me refiero a Ciudadanos) que sean tránsfugas de sí mismos.