El Caja Rural Aula Valladolid se quedó muy cerca de puntuar en Elche. A las de Miguel Ángel solo les fallaron los detalles en los momentos vitales de un encuentro que se decidió en los instantes finales. Y eso que llegaron a dominar por hasta cuatro goles en el marcador durante la primera mitad, pero las bajas, el cansancio y los errores dejaron la victoria en tierras ilicitanas.

Jimena Laguna asumió el peso ofensivo blanquiaazul durante los primeros minutos del partido. La valiente primera línea fue un quebradero para la siempre pegajosa defensa ilicitana, que tantas veces se le ha atragantado a las vallisoletanas. La importante baja de María O?Mullony no hizo que el ataque vallisoletano se atascara, con una Jimena Laguna desatada y bien acompañada por Elba Álvarez en esa primera línea. Aunque la primera ventaja importante de las blanquiazules, que ayer vestían de morado, llegó desde la defensa (5-7, min. 15), con una gran Alicia Robles, que detuvo un siete metros y hasta tres lanzamientos consecutivos de las ilicitanas.

Con eso en el bolsillo y un gran acierto de su primera línea, las vallisoletanas se fueron hasta los cuatro goles de diferencia (5-9, min. 17). Tantos problemas estaba teniendo el Atticgo Balonmano Elche, que Rocamora tuvo que pedir un tiempo muerto para tratar de frenar el despegue blanquiazul. Dos pérdidas y dos transiciones rápidas más tarde, las locales habían reducido la diferencia en el marcador. Su problema es que en la primera parte de ayer estuvieron labradas por las exclusiones. Las vallisoletanas supieron aprovechar las superioridades para mantener la ventaja en el marcador a pesar de la aparición de Alexandraa Do Nacimiento como respuesta a la defensa individual sobre Danilo So Delgado que propuso Miguel Ángel Peñas.

Y es que, poco a poco, el partido fue cambiando de tendencia, con e Balonmano Elche subiendo cada vez más la intensidad en defensa. Ahí aguantaron las vallisoletanas con una buena defensa, obligando a ir al límite a las ilicitanas, Y en ataque, Jimena Laguna seguía resolviendo en los momentos complicados. La blanquiazul se fue al descanso con 7 goles, fundamentales en la ventaja de dos que consiguieron las vallisoletanas antes del paso por los vestuarios (13-15).

Precisamente, el descanso marcó el cambio de tendencia en el choque, con un Atticgo Balonmano Elche mucho más directo en la búsqueda de penetraciones y lanzamientos de su potente primera línea. Esto, unido a que las vallisoletanas tuvieron que jugar en inferioridad cuatro minutos consecutivos llevaron a que las locales empataran el encuentro antes de los primeros cinco minutos de la segunda mitad (16-16).

Por si fuera poco, las vallisoletanas recibieron una nueva exclusión, esta vez de Inoa Lucio, obligándolas de nuevo a mantenerse en el partido en inferioridad. Aguantaron las vallisoletanas, que supieron volver a empatar después de verse por detrás en el marcador. Pero el ecuador de la primera mitad marcó el dominio del Atticgo Balonmano Elche, que supo aprovechar las pérdidas vallisoletanas para correr y poner una diferencia de tres goles (22-19, min. 47). Miguel Ángel Peñas trató de cambiar el rumbo del encuentro, pero el cansancio y las ausencias marcaron el final del partido. Y es que el choque se decidió al final por pequeños detalles en los que el Caja Rural Aula Valladolid no estuvo acertado.