Javier Reinoso es el jefe de Bomberos de Valladolid, un cargo que lleva ejerciendo desde el 2013, aunque es consciente de que este año cumple también 25 desde que está en el servicio de la capital. Sin embargo, antes de celebrar los aniversarios correspondientes, ha tenido que gestionar el Servicio de Extinción de Incendios en un 2022 lleno de sucesos con incendios forestales de por medio y con el incremento de accidentes mortales de tráfico, aspectos que ha sufrido tanto Castilla y León como la propia Valladolid.

A pesar de la dura labor que han desarrollado en estos últimos doce meses, Reinoso reconoce, en una entrevista concedida a Tribuna Valladolid, que como los años de pandemia ninguno. En este sentido, el responsable matiza que la vuelta a la "normalidad" provoca que analice los hechos desde un punto de vista positivo y diferente aclarando, aun así, que hay aspectos que le preocupan.

PREGUNTA: ¿Qué balance hace de 2022?

RESPUESTA: El 2022 no ha sido tan complicado como en los años de pandemia porque ahí sí que nos trastocó bastante todo. Nos obligó a cambiar el modelo de trabajo doblando guardias, trabajando prácticamente 48 horas seguidas... También teníamos que evitar cualquier contagio... Fue una época compleja. Íbamos a rescatar a personas que estaban con el Covid con trajes especiales... Ya parece que hemos vuelto a la normalidad.

P: Uno de los temas que más preocupaba en Castilla y León fueron los incendios forestales. ¿Cómo lo vivió?

R: Tuvimos que mandar dotaciones. Nuestro ámbito no es forestal para poder intervenir con seguridad. En cualquier caso, colaboramos y lo seguiríamos haciendo si corresponde. Vi los vídeos que me pasaban con mucha tristeza. Es una pena tremenda prácticamente dar por hecho que perdías un territorio porque los bomberos estaban en una zona de contención sin poder meterse de lleno porque tenían ante ellos una cantidad de hectáreas arrasadas que, además, tardará años en recuperarse.

P: Los accidentes de tráfico es otro aspecto que ha incrementado y ha sufrido Valladolid...

R: Hemos tenido un repunte y estamos preocupados porque son una de las intervenciones más tristes que nos toca hacer si el accidente acaba siendo mortal. Es cierto que incendios, por ejemplo, con víctimas hemos tenido muy poquitos. Lo que uno desea es que eso nunca ocurra porque queremos que la gente se desplace con normalidad y que llegue a su destino. 

P: Al hilo de lo que comentaba de los incendios, el último se ha producido en Parquesol. ¿Se está investigando?

R: Sí, la policía científica está tratando el tema. Es cierto que localizar el incendio no fue nada sencillo. De hecho, fue curioso. El aviso nos lo dio un vecino del séptimo piso porque notó el olor a través del sistema eléctrico por donde va el cableado. Por ahí iba el humo desde el garaje. En el edificio no se percibía nada. Buscamos por todos los sitios hasta que lo encontramos en el segundo sótano. Es un tema complejo por la accesibilidad y visibilidad porque el humo que se produce es muy tóxico. Como era tan denso, podríamos tener el coche incendiado a tres metros, pero no lo podíamos ver. Tuvimos que dar, poco a poco, los pasos necesarios para extinguirlo. El tema está pendiente de esa investigación porque hay que retirar el resto de vehículos que quedaron afectados.

P: Fueron tres los coches calcinados y en La Rondilla meses antes aparecieron cadáveres en esa misma situación...

R: Cuando fuimos no pensábamos encontrarnos con los cadáveres en ese estado. Al parecer, estas personas fueron atacadas previamente y después fue cuando el autor de los hechos las dejó dentro de las viviendas. Son cosas que nunca te esperas. 

Todos estos temas hacen que sea difícil poder hacer un balance positivo, pero si lo comparamos con años anteriores, creo que el 2022 sí que lo ha sido. Quiero dejar claro que hay dos temas que nos preocupan como son los accidentes de tráfico y los rescates en domicilios donde hemos intervenido una vez mínimo al día. Son incrementos sorprendentes. Centraría mis preocupaciones en estos dos aspectos porque hay otros que ya sabemos que se producen todos los años.

P: Hablemos en clave municipal. ¿Cómo es la relación que mantiene con el Ayuntamiento de Valladolid?

R: Muy fluida. Nos están cuidando muy bien. Todos nuestros materiales se cubren como tiene que ser. Un traje de bomberos cuesta alrededor de 3.000 euros y somos más de 140. Añadimos también a esa lista los vehículos... Creo que el Ayuntamiento está haciendo un esfuerzo muy importante. La gestión sabemos que no es sencilla, pero valoramos de forma positiva ambas partes.

Además, la inversión está siendo muy buena y no podemos tener queja. Uno siempre desea la perfección, pero es que el Ayuntamiento está aportando lo que pedimos y nos está ayudando en los problemas que van surgiendo. 

P: Por último, ¿cómo afrontan los Bomberos de Valladolid el 2023?

R: Cada año nuevo lo afrontamos con optimismo porque siempre existe esa posibilidad de que sea mejor que el anterior. Tenemos ganas, ilusión y proyectos que desarrollaremos. Hay mandos que tienen que promocionar también porque debemos relevar a la gente que se empieza a jubilar. Queremos acercar nuestra formación a los más jóvenes. En España no tenemos formación de autoprotección en los colegios y no lo comprendo. La intención es poder llegar al mayor número de jóvenes posible para que sepan lo que tienen que hacer ante cualquier emergencia.