logo

Un plan más que seguro

El artículo de Diego Jalón de este viernes para Tribuna

imagen
Un plan más que seguro
Diego Jalón Barroso
Diego Jalón Barroso
Lectura estimada: 5 min.
Última actualización: 

Bueno, pues todos tranquilos, que ya tenemos un nuevo plan. Se llama "+Seguridad Energética" y lo ha presentado esta semana Teresa Ribera, a la que no hay que confundir con la viuda de Ruiz Mateos, Teresa Rivero, aunque últimamente es difícil, dado el nivel que ha alcanzado la ministra. Nada que ver con José María. Teresa Ribera es la esposa de Mariano Bacigalupo, hasta hace un mes consejero de la CNMC, el organismo que supervisa el sector energético del que es ministra su mujer. Así todos contentos. A ver, no todos. Tanta familiaridad cantaba un poco la Traviata y al bueno de Mariano le han tenido que buscar otro sueldo público, esta vez en la CNMV, eso sí, cuatro años después.

Este es el nivel de quienes legislan y supervisan el sector energético en España, así que no se extrañen cuando pasa lo que pasa. Pero lo de la energía, insisto, ya no tiene que preocuparnos. Teníamos seguridad y ahora, con el nuevo plan, vamos a tener más. O +, como ustedes prefieran, según sean de letras o de números. Este Gobierno parece más de números, desde luego letras muy pocas, y por eso prefiere lo del símbolo aritmético, que queda como muy moderno y además nos ahorra dos caracteres en el título del plan, como tiene que ser en un plan que busca precisamente eso, el ahorro.

Digo que el Gobierno parece de números, pero lo que es ser, no es. Vamos, que si alguno de ustedes tiene la insana y morbosa curiosidad de leerse el plan, podrá comprobar que en sus 146 páginas hay muy pocos números y mucha palabrería de esa que les flipa a los cientos o miles de asesores del complejo de La Moncloa, y entiéndase esto último en el sentido psiquiátrico del término. Más de 80 páginas de introducción en la que nos explican que "España está en el top 10 de países más atractivos para invertir en renovables", "que lidera el debate europeo" o "que nuestro plan está entre los mejores de la UE según un análisis de expertos". Sí, sí, no es broma, por aquí andan otra vez esos "expertos" que tan bien han asesorado a nuestro Gobierno estos últimos años.

Luego, menos de 30 páginas dedicadas a las medidas concretas, en las que no hay una sola medida concreta, en este plan con el que el Gobierno de España calcula que va a reducir "entre un 5,1 y un 13,5%" el consumo del gas. Que digo yo que, para ese nivel de precisión, puestos a ahorrar, se podían haber ahorrado los decimales. El plan va a permitir también "mejorar la autonomía energética", "aumentar la competitividad de la economía, a la par que elevará las exportaciones energéticas, actuando solidariamente con el resto de la UE". Y por si todo esto fuera poco, "incrementará la protección de la población frente a la crisis de precios provocada por la guerra en Ucrania".

Esto de "la guerra en Ucrania" es el sintagma nominal protagonista de este plan, y por supuesto el culpable de la subida de precios, pese a que en la página 58 hay un bonito gráfico que ilustra la evolución de lo que venimos pagando por el megavatio/hora. Y, oh sorpresa, resulta que entre febrero y octubre de 2021 pasó de 50 euros a 200. Si tenemos en cuenta que la invasión de Ucrania comenzó el 24 de febrero de 2022 y que, según este mismo gráfico los precios han subido solo de 200 a 250 euros desde entonces, cabe pensar que "la guerra en Ucrania" no ha cometido el precicidio sola, sino más bien... en compañía de otros... Tal vez Teresa, Mariano, Pedro...

Volviendo a las medias concretas, de la ardua lectura de este plan se desprende que la mayoría de ellas ya las hemos adoptado hace tiempo, cosas de tener un Gobierno previsor. Como dice en la página 74, "España ha apostado de manera decidida por una transición energética que favorecerá la descarbonización de la economía, reduciendo a su vez nuestra dependencia energética del exterior y fomentando el crecimiento económico de nuestras empresas y el bienestar de nuestros hogares". No cabe duda.

Así que como ya está todo hecho, o casi, pues la pobre ministra no pudo anunciar ninguna medida concreta el otro día cuando presentó el plan, más que nada porque en el plan deslumbran por su ausencia. Para que lo entiendan, voy a darles algunos ejemplos de las 73 medidas que recoge el plan, pero créanme, son todas del mismo pelo. Y si no quieren creerme, no tienen más que ir al texto, que pueden consultar aquí. ¡Ánimo!

Se habla por ejemplo del "refuerzo del bono social eléctrico y del térmico". ¿Quiere usted saber cuánto, cómo o cuando va a aumentar? Pues yo también, pero el plan no lo explica. Sobre la angustiosa situación de las comunidades de vecinos que no pueden acogerse a la Tarifa de Último Recurso del precio del gas y van a tener que pagar el triple que el resto de consumidores, el plan indica que "habrá un mecanismo de protección" y que "El Estado adoptará las medidas presupuestarias necesarias para su financiación". Lo cual resulta un tanto inquietante, no solo por la inconcreción del mecanismo, también porque en los presupuestos del Estado presentados la semana pasada no figura nada de esto.

Dice también el plan que se va a fomentar "la instalación voluntaria de contadores individuales de gas". Pero a uno se le cae el alma a los pies cuando lee cómo se pretende hacerlo: "Se articularán mecanismos en el sector de instalación de esos contadores que permitan su financiación de modo que los costes sean sufragados a cargo de los ahorros generados". ¿Han entendido algo? Confieso que yo no, salvo que para esto no habrá ni subvenciones ni medidas presupuestarias.

Y así todo, aunque para ser completamente sincero sí he encontrado una medida muy concreta. Se va a obligar a las eléctricas a informar a los consumidores en las facturas de cuál es "el consumo medio de los clientes que compartan su mismo código postal". Que dirá usted que eso no sirve de nada, pero se equivoca. Estos consumos medios por código postal se acabarán filtrando y serán públicos. Así Sánchez podrá contarnos lo malos que son los ricos de Pozuelo, no mencionará Matadepera, que eso es Cataluña, que gastan más que los vecinos de algún municipio gobernado por el PSOE que convenga a su relato y a su afán por buscar culpables. Cuidado, señor Puente, que aquí Valladolid puede salir más consumidora por habitante que Ávila o Burgos y se monta el lío.

Lo que sí tiene el plan son muy buenos consejos, seguramente elaborados también por "el grupo de expertos", para rebajar ese consumo energético que tantos disgustos nos está dando. Son tan originales, innovadores e inéditos como "usar el agua caliente con prudencia", "desconectar los electrodomésticos cuando nos ausentemos de casa por un periodo largo" o "sustituir progresivamente las bombillas incandescentes o halógenas por tecnología LED".

Si además de todo esto se acuerda usted de que "en verano conviene abrir las ventanas por la noche o a primera hora de la mañana para aprovechar las horas más frescas" y que "en invierno suele ser suficiente con abrirlas unos pocos minutos", pues ya puede estar tranquilo, porque gracias al sobrehumano esfuerzo y al colosal trabajo que Teresa Ribero y sus expertos han llevado a cabo para elaborarlo, este es un plan seguro. Más que seguro.

0 Comentarios

* Los comentarios sin iniciar sesión estarán a la espera de aprobación
Mobile App
X

Descarga la app de Grupo Tribuna

y estarás más cerca de toda nuestra actualidad.

Mobile App