La constructora tendrá su logo ubicado en el centro de la camiseta del primer equipo
El Real Valladolid se anota la primera final tras un desenlace de locos
El cuadro de Iñaki Martín se impuso al HLA Alicante después de un partido de montaña rusa que tenía encarrilado al descanso tras un magistral segundo cuarto
Final por la permanencia, final de infarto... pero con triunfo blanquivioleta. El Real Valladolid Baloncesto se impuso al HLA Alicante en el primer duelo decisivo por la permanencia de los ocho que restaban (ahora siete) después de un partido que lo tuvo absolutamente todo. Homenajes, reconocimientos, el mejor cuarto de la temporada y posiblemente primera mitad (52-29 en el tiempo de asueto) y un desenlace no apto para cardíacos cuando parecía encarrilado al descanso. Fuera como fuese, los de Iñaki Martín tenían que ganar por lo civil o por lo criminal y tuvieron la cabeza fría para, con acierto desde la línea de personal, contener la presión y la ansiedad hasta cerrar un duelo trascendental contra un gran equipo.
Y es que al RVB, en un día marcado por la efeméride de los 100 partidos oficiales de Maj Kovacevic y el reconocimiento al ex Niksha Federico, le costó arrancar, pero derrochó energía en dos partes totalmente diferencias. Una, la primera, brillante; y otra, la segunda, de saber competir en el barro, agarrarse, y mantener las pulsaciones bajas para poner la octava victoria de la temporada. Sangre, sudor… y muchas notas baloncestísticas positivas ante un conjunto que llegaba con la flechita para arriba.
Porque el UEMC RVB comenzó frío, frenado, sufriendo también ante el buen nivel defensivo del rival, que también juega. Vaya si lo hace e hicieron. De hecho, los valencianos iniciaron 0-5 la contienda, pero Vucetic rompió el parcial buscando el poste, aprovechando su superioridad en kilos sobre Kačinas, abriendo la lata para un Pucela errático de primeras. Ahí estaba una de las bazas del partido, el duelo en el poste, el cual protagonizaron ambos también sumando desde el triple. El ala-pívot visitante marcó las diferencias por partida doble (terminó con 24 tantos) y el serbio dio la réplica al segundo de ellos para mantener a las ardillas en la estela (5-9).
HLA Alicante salió mejor que los pucelanos, con más fluidez y acierto y mantuvo una buena renta durante gran parte del cuarto. Espesos los locales, los ataques del cuadro de Iñaki Martín se estrellaron contra la gran defensa alicantina, aunque en la recta final del cuarto por fin encontraron el camino. Mike Torres con un dos más uno y Samkelo Cele partieron desde el banquillo aportaron canastas para apagar el primer fuego (del 8-15 al 13-15), aunque los primeros 10 minutos terminaron con una desventaja de 5 (14-19). La batalla se presentaba cruda y quedó bien patente desde el inicio.
Y el RVB dio uno, dos, tres y hasta cuadro pasos más, interpretándolo a la perfección. La segunda unidad del Pucela salió desde el banco con el cuchillo en los dientes, subió líneas, creció en agresividad y logró la igualada tras un triple espectacular, que no extraordinario porque acostumbra a ello, del centenario Kovacevic (19-19). Rubén Perelló, con un tiempo muerto, intentó frenar la inercia, pero el vendaval ya había comenzado y fue imparable... hasta el descanso.
El RVB embarró el partido y logró cambiar las tornas por completo ante un HLA Alicante que ahora no veía aro y pagó cara su desconexión. Todo lo contrario que un cuadro, el vallisoletano, desatado, desfondándose atrás, tocando todos los balones y encontrando puntería al otro lado de la cancha. Acción-reacción. Un triple de Vucetic obligó al preparador visitante a pedir un nuevo tiempo muerto (29-22) y sirvió para poner tierra de por medio, plasmando los buenos minutos de juego con tantos de ventaja. El tremendo parcial acabó siendo de 23-0 con un Dani Manchón en modo revolucionario, forzando pérdidas y corriendo al contrataque, para liderar al Pucela hasta un estelar +23 al descanso. El palentino, Mike Torres y Shemar Wilson (terminó con 23 puntos y 19 rebotes…) acercaron mucho la victoria, aunque no fue definitivo.
Saber sufrir para ganar
Afortunadamente el UEMC RVB había mandado a la lona a los alicantinos y aprovechó ese noqueo para hacer caja, porque al final la renta fue absolutamente crucial para sumar la octava. Pero no está escrito lo que hubo que sufrir para ello. El paso por vestuarios enfrió y paró por completo al UEMC RVB. Quizá el subconsciente blanquivioleta pensó que estaba todo hecho y que HLA Alicante ya hincaba la rodilla, pero nada más lejos de la realidad. Los visitantes reanudaron la guerra creyendo y apenas dos minutos y medio después del descanso, Iñaki Martín tuvo que pedir tiempo muerto para llamar a los suyos a filas (54-37).
Kevin Larsen comenzó a aparecer para tirar del carro del HLA Alicante, cada vez más cerca del UEMC RVB y amenazando con la remontada. Y pasito a pasito terminaron lográndolo. Sin hacer mucho ruido fueron recortando las diferencias, variando las defensas y aprovechando el atasco ofensivo de un Pucela que, con carácter y saber competir, alcanzó los últimos diez minutos con 12 de ventaja (65-53).
Pero el partido se descontroló por completo con un sinfín de faltas para unos y para otros y que facilitó el regreso del HLA Alicante a la pelea. Ahí emergió el visitante Jordan King (que hizo 25, todos ellos en la segunda parte), que puso Pisuerga patas arribas con tres triples consecutivos (68-62) para, definitivamente, poner la batalla en un puño. Ya no había mucha más renta que defender y el encuentro entraba en la parte crítica.
Dani Manchón regresó del banquillo para erigirse como el antídoto del base foráneo y las pérdidas forzadas entre él y un descomunal Shemar Wilson saltando al dos contra uno dieron aire al UEMC Pucela Basket. Los de Iñaki Martín, dando la tecla junto con su staff de cómo defender, parecían alejarse, pero no terminaron de rematar la faena. Tampoco ayudó el número de tiros libres que dispuso el cuadro visitante, que recibió hasta 13 faltas en el cuarto (por las 15 en lo que iba de partido, por contextualizar).
Tiro libre a tiro libre rebajaron la desventaja y pucelanos y alicantinos llegaron al carrusel final de la línea de personal con todo por decidir. Las ardillas no finiquitaron a pesar de verse hasta 8 arriba en distintas fases del cuarto, pero la labor defensiva final terminó desatascando un desenlace cardíaco. Y el acierto desde el tiro libre, porcentaje capital que desniveló la balanza. Los locales no perdonaron más y terminaron con un 29/33 (87%) por los 26/38 (68%) del HLA Alicante que tuvo bola para forzar la prórroga. Pisuerga y el equipo echaron el cierre al aro y la octava se quedó en casa. La primera final al saco y siete aún por jugarse.
La siguiente será en suelo valenciano, precisamente, puesto que el Real Valladolid Baloncesto visitará al Amics Castelló el viernes 4 de abril a las 20.45 horas en la segunda final por la salvación.
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