Un testigo que ha declarado este lunes, 24 de marzo, en el juicio que ha comenzado en la Audiencia Provincial de Valladolid contra un guardia civil y un militar ha asegurado que ambos, a través de una empresa, ofrecían la realización de cursos de formación con prácticas sobre el uso y manejo de explosivos.

Los dos encausados, que declararán en último lugar la vista oral, se sientan esta semana en el banquillo de los acusados como supuestos autores de un delito de tenencia de explosivos cometido al utilizarlos en cursos de formación para realizar prácticas sin tener autorización.

El guardia civil instructor de las diligencias abiertas a causa de los hechos que se juzgan ha expuesto en su comparecencia como testigo que comenzaron la investigación a raíz de que la empresa Eoditec, a la que estaban vinculados los procesados, solicitara la autorización de consumidor habitual de explosivos.

Tras hallar distintos tipos de armamento, se llevó a cabo una entrada y registro en el domicilio social y el jurídico de la empresa y se halló documentación y varias web de internet sobre la oferta de cursos a terceros acerca del uso y manejo de explosivos, entre ellos un curso para militares de la Armada chilena.

En un disco duro hallado en uno de los registros, se encontraron calificaciones de alumnos chilenos y fotos de unos terrenos ubicados en el paraje 'La Parrilla Acción y Aventura', en la provincia de Valladolid, que al parecer alquilaron los procesados para los cursos.

El disco duro también contenía cronogramas con las prácticas y propuestas de cursos de similares características a Ecuador y Senegal, además de una secuencia de fotografías que reflejaba el proceso habitual para hacer estallar un artefacto explosivo, ha descrito.

Al inicio del juicio, la defensa de los procesados ha aportado varios materiales que simulan ser explosivos sin serlo, con la finalidad de interrogar a los peritos acerca de ellos -los acusados sostienen que en las prácticas usaron materiales que solo aparentaban ser explosivos reales-.

El instructor ha manifestado que en los registros no hallaron explosivos reales ni simulados y que en los terrenos de La Parrilla donde al parecer se hicieron los cursos tampoco encontraron restos de explosivos.

La Fiscalía reclama provisionalmente tres años y seis meses de prisión para cada procesado, con la circunstancia atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas.

Los hechos ocurrieron a raíz de la constitución de la empresa Eoditec, el 15 de julio de 2013 en Valladolid, con el objeto social de desminado humanitario y desmilitarización, demolición y preparación de terrenos, servicios de formación o de la investigación desarrollo e innovación.

Uno de los encausados, A.G.G., técnico especialista en desactivación de artefactos explosivos (TEDAX) del Ejército de Tierra, es la persona que realmente llevaba a cabo la dirección y control de la actividad social de Eoditc, expone la Fiscalía.

El otro procesado, G.C.S., sargento de la Guardia Civil y jefe del servicio de desactivación de explosivos (SEDEX) de la Comandancia del instituto armado de Valladolid, fue contratado por Eoditec como jefe de estudios de la empresa y profesor en actividades de práctica de explosivos.

En el desarrollo de su actividad, esta empresa, a través de los acusados, organizó e impartió cursos de formación del uso y manejo de explosivos que tenían programada la realización de prácticas con explosivos, "sin que tuviera autorización para ello", argumenta el ministerio público en su acusación.

El juicio continuará este martes, 24 de marzo, con la declaración de peritos y de los acusados en último lugar.