Quince asociaciones no entienden "una ciudad sin soterramiento": "El bienestar de las futuras generaciones está en juego"

El Salón de Plenos ha acogido este lunes una sesión extraordinaria con el objetivo de "solicitar a la Entidad Pública Empresarial Adif-Alta Velocidad (ADIF-AV) la apertura de un diálogo respecto a la construcción de la remodelación de la estación 'Valladolid Campo Grande' que no condicione ni impida la aplicación de la opción de soterramiento".

Ante la presencia, como cada sesión plenaria, de todos los grupos políticos municipales, quince asociaciones, de las 18 en total, han arropado el proyecto del soterramiento frente a la nueva estación de tren presentada por el ministro de Transportes, Óscar Puente. A esta última, muchos coinciden en apoyarla, siempre y cuando no impida soterrar las vías a su paso por Valladolid, ya que "el bienestar de las futuras generaciones está en juego".

El primero en tomar la palabra ha sido Alberto López Soto, en representación a la CEOE Valladolid, quien aseguró que Valladolid cuenta con "una barrera generadora de incomunicación entre los barrios". De hecho, pese a que la ciudad ha dado "un paso hacia adelante" respecto al futuro cambio de la estación, ha reconocido que "conviene hacer un esfuerzo" para que el diseño de la misma "no cierre la puerta al soterramiento".

Desde Impulsa Igualdad, Elizabet Arija explicó que "el soterramiento permitiría a las personas con discapacidad acceder a todos los rincones de la ciudad". En este sentido, consideró que la ciudad debería ser más "inclusiva, segura y eficiente", algo que se conseguiría con el soterramiento, ya que lo único que buscan es que los ciudadanos se muevan "sin dificultades". El presidente de Avadeco, Rafael Monedero, compartió la misma opinión de Erija al no entender "una ciudad sin soterramiento". "Estación sí, pero no así. Pedimos que no se ejecuten obras que dificulten al soterramiento. Tenemos que pensar en la ciudad que dejamos a las futuras generaciones", añadió.

Para Jesús Vegas, presidente de la Asociación de Vecinos Los Santos, la estación no resolvería el problema que afecta "a más de 90.000 ciudadanos". "Está en juego el bienestar de las futuras generaciones. Es una deuda pendiente", apuntó Vegas, quien calificó al ministro de "nefasto emperador romano". Jorge Valentín-Gamazo, tesorero de la Asociación de Propietarios de Empresas del Polígono de San Cristóbal de Valladolid, apoyó la decisión del alcalde, Jesús Julio Carnero, de la apertura de diálogo con Adif porque el soterramiento fomentaría la actividad económica y, a su vez, "se revalorizaría el suelo industrial". "La estación debe garantizar su compatibilidad", señaló.

Del barrio La Pilarica, de su asociación vecinal, participó la presidenta del colectivo, María del Pino Lozano, puso como ejemplo una historia de un vecino para respaldar el proyecto del soterramiento al vivir en un barrio "dividido". Por esa razón, pidió "llegar a un acuerdo de ciudad", porque la misma "es imposible que avance" de esta forma. "Tiren los muros. Hagamos entre todos la mejor ciudad posible", reiteró. Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos Barrio Delicias, Luis Miguel Trapote, pidió que "no se malgaste el dinero público" para poner en marcha la estación, presentada por el "destructor" Óscar Puente.

De hecho, manifestó que no le valen las "disculpas" que se dan porque se ha proyecto, para él, "una mala imitación del Santiago Bernabéu". "Esta idea aparece y desaparece al día siguiente. Tenemos túneles del miedo, ese fraude de la izquierda y extrema izquierda. Recordemos que el ministro firmó ante notario el ansiado del proyecto del soterramiento", insistió. Fernando Pérez, en representación de la Asociación Vallisoletana de Empresas de Informática (AVEIN), entendió que "una ciudad inteligente" se basa en "favorecer el talento", algo que sería posible con el soterramiento. "Consideramos fundamental que la estación de tren no excluya el soterramiento", aseguró.

María Paz Areas Soriano, miembro de la Asociación de Mujeres Españolas, explicó que, aunque "muchas cosas hayan cambiado", se deben "destruir los muros, creando nuevos espacios". El arquitecto Gregorio Vázquez, en representación de la Asociación  de Vecinos Nuestra Señora del Rosario, respaldó la postura del Ayuntamiento de Valladolid, algo que no hizo Isabel Pérez Ortega, representando al colectivo CGT Valladolid. Para Ortega, el soterramiento "no puede ser el proyecto estrella", sino "la última opción" si se descartan "todas las decisiones políticas". De hecho, manifestó que el soterramiento supondría "un despilfarro económico innecesario", pese a que la estación conlleve "un pero": "El aparcamiento para coches".

Más contundente se mostró María de la Concha Morán, presidenta de la Asociación Vecinal de La Rondilla, quien apoyó el proyecto presentado por Puente al ver que la petición de diálogo con Adif propuesta por Carnero "es tramposa". "Piense en sus promesas electorales, y no en dilatar al máximo posible proyectos como estos. Le pedimos que cumpla sus promesas sin excusas. El soterramiento se dejó escapar. Deje de gastar dinero en proyectos maridos y deje también de marear la perdiz", continuó.

La Asociación Vecinal La Unión de Pajarillos, la Federación Vecinal de Conde Ansúrez, Fecosva, y la Asociación Española de Expertos en Buen Gobierno Corporativo de las Empresas (AEBE) anunciaron su apoyo al alcalde Carnero porque "con el dinero invertido en la estación se haría el soterramiento". Es más, Elvira Yáñez, presidenta de la Federación Vecinal Conde Ansúrez, apuntó que tendría el soterramiento de Valladolid "un fugado de la Justicia". La Plataforma del Soterramiento, que estuvo presente viendo el Pleno, defendió su postura, en contraposición de Ecologistas en Acción, el último colectivo en intervenir que no apoyó el soterramiento, pese a que no ve con buenos ojos las actuaciones realizadas en el paso de Padre Claret.