Paco Díez: "Los jóvenes deberían ser conscientes de la riqueza cultural que existe en Castilla y León"

Paco Díez es sinónimo de castellano. Un profesional, natural de la localidad vallisoletana de Piñel de Abajo, filólogo de formación, cantante, músico autodidacta y productor. Conocido en la provincia por su extensa carrera y por haber fundado el Aula-Museo de Instrumentos Tradicionales Ibéricos en Mucientes, con más de 450 piezas expuestas.

Su vida profesional se ha centrado en la música, como intérprete y como investigador del folclore castellano, leonés e ibérico, pero también de otras culturas, especialmente la sefardí, de la que está considerado como como uno de los mayores especialistas a nivel nacional e internacional.

Ha grabado un total de 18 discos y ha realizado cerca de 3.000 conciertos, en solitario, con su grupo 'La Bazanca' o con otras formaciones (Tradibérica, Tres Culturas Tres, Esencias de Sefarad, etc.), en España y en el extranjero.

En un descanso de su gira internacional, el artista vallisoletano ofrece una entrevista en exclusiva a Tribuna Valladolid para hablar de sus más de cuatro décadas de carrera musical y su labor como embajador de la Lengua y Cultura de España.

PREGUNTA: ¿Quién es Paco Díez, para los que no lo conozcan?

RESPUESTA: Un vallisoletano que ha ido formándose y aprovechando oportunidades para convertirse en el profesional que es hoy. Sin temor a equivocarme, puedo afirmar que soy soy el músico 'artesano', en niveles no comerciales, más internacional de Castilla y León.

P: Un total de 18 discos, múltiples colaboraciones con artistas internacionales de renombre y cerca de 3.000 conciertos, ¿qué le queda por hacer?
R: Ahora solo en queda compartir todo lo que he aprendido, todo lo que he tenido el placer de vivir. Quiero llegar a los más jóvenes para que sean conscientes de toda la riqueza que atesora nuestra tierra.

P: Hace mucho hincapié en la formación, ¿por qué es tan importante que estudiemos?
R: La curiosidad es el motor del saber. Debemos formarnos en cuanto a las aptitudes que cada uno tiene. Hay que especializarse y profundizar en nuestra formación, sin que eso nos impida abrir nuestra mente y nuestro conocimiento a otras ramas del saber.

P: Acaba de colaborar con nosotros en el serial de Tribuna Valladolid 'Castillos que hablan', ¿cómo ha sido la experiencia?

R: Ha sido todo un honor. Un privilegio ponerle voz a ese símbolo de mi tierra como es el castillo de Peñafiel. Una experiencia muy bonita. Quién me lo iba a decir a mi cuando subía de niño con bastante riesgo por las laderas del castillo de Peñafiel; quién iba a decirme que algún día le pondría voz a tal imponente 'navío'. Estoy muy agradecido a este periódico por hacerlo posible.

P: ¿Qué tiene la música y el folclore de Castilla y León que no tenga el resto del mundo?

R: Hemos sido durante milenios paso obligado de muchas rutas. Estar en el medio de España supone encontrarte una gran riqueza cultural. Somos una tierra un poco envejecida pero muy rica. Hay un mestizaje maravilloso en Castilla y León y eso se traduce en la música extraordinaria que tenemos aquí. Somos un cruce de caminos que todo aquel que lo han recorrido nos ha dejado su granito de arena.

P: ¿Qué tiene el Aula Museo Paco Díez de Mucientes que lo hace tan especial?
R: Con mis propios medios personales y económicos (me considero un Quijote de la Cultura) he construido este museo formado por 460 instrumentos ibéricos que representan, a la perfección, la historia de España y Portugal. Es un lugar muy curioso que todo aquel que tenga interés por la música y la historia debería visitar. Quien no lo conoce se pierde esa química tan mágica que se genera en nuestras visitas guiadas.

P: Una amplía carrera que le ha permitido incluso tocar ante el rey Felipe VI, ¿hay algún reto que se le haya quedado en el tintero?
R: Mi espinita clavada es que después de 45 años tenga que seguir buscando conciertos y enviando propuestas para poder trabajar. Es una especie de mendicidad. No me quejo porque trabajo de lo mío y me encanta. Pero es llamativo que, después de tantos años llevando el nombre de nuestra comunidad fuera de nuestras fronteras, muchas veces no sea sencillo transmitir nuestro conocimiento por falta de oportunidades. Pero ya saben lo que se dice del profeta en su tierra…

P: ¿Cómo ha funcionado su reciente gira por Norte América, Puerto Rico Y Méjico?
R: Ha sido mágico. Tengo un público magnifico que me permite soñar cada vez que me subo a un escenario. Vuelvo cargado de energía. Tanto en toda América como en Europa me siento como en casa tras tantos años girando por ambos continentes.

P: Muchos conciertos venideros, ¿qué expectativa tiene?

R: Bastantes conciertos en perspectiva con muy diferentes propuestas, no puedo quejarme, me siguen encantando esas giras y ahí seguiremos mientras que el cuerpo aguante, aunque con los años cada vez cuesta más recuperarse.

P: ¿En qué está trabajando ahora?
R: Estoy terminando un proyecto del que muy pronto habrá noticias. Saldrá editado el próximo mes de mayo. Un trabajo junto a Anthony Geist, el catedrático de la Universidad de Washington en Seattle, que se llama ‘Doce soles para doce poetas’. Además, estoy trabajando también el último monográfico de música sefardí que grabé con mi gran amigo y colaborador Raúl Olivar, guitarrista de flamenco. Y un último proyecto que acabo de comenzar que consiste en un viaje poético musical por el amor y el desamor de las lenguas indígenas de las américas.