Lorena, la madre del joven que asesinaron en Laguna: "Tengo todavía la esperanza de que alguien lo reconozca"

El 'caso David' en Laguna, casi un lustro después, sigue sin resolverse. El joven, con tan solo 18 años, salió de su casa en pleno confinamiento aquel fatídico e inolvidable 18 de abril de 2020 sin que su madre, Lorena Sánchez, supiera ni a dónde iba y, sobre todo, con quién lo hacía. Estas mismas preguntas se las hace, en la actualidad, la propia Lorena, que atiende a TRIBUNA, en el Parque Valladolid, ubicado en Laguna de Duero, cerca del lugar de los hechos.

Hay que tener en cuenta que Lorena preguntó al propio David qué iba a hacer, creyendo que iba a volver pronto a casa debido al confinamiento. Aun así, ya le notaron nervioso por salir a la calle con lo puesto, algo que era muy poco habitual en él. Es más, pasaron las horas, y nadie les decía nada hasta que un vecino vio lo que jamás alguien hubiese imaginado: le encontró muerto a escasos metros del domicilio. El cadáver del joven presentaba signos de violencia, y todo parecía indicar que fue asesinado. ¿Por quién? Aún no se sabe.

Lorena admite, en declaraciones a este medio, que lo piensa "todos los días". No obstante, ha tratado de "desconectar", dejando a un lado tanto las entrevistas como las manifestaciones. Es más, así lo decidió para cuidar la "salud mental" de sus hijos, los hermanos de la víctima que, por fortuna, están "algo mejor". Eso sí, los vecinos la siguen preguntando por el pueblo, donde ha decidido quedarse porque la familia "lo hace todo aquí". "Esta es su vida. Agradezco a los vecinos que se acuerden, quieren que se pida justicia", reconoce.

No obstante, asegura que no esperaba que el caso "se demorara tanto" porque tenía la esperanza de que los hechos se iban a esclarecer tarde o temprano. Por esa razón, se reunió con el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, quien le pidió disculpas al ver que la Guardia Civil no se había puesto en contacto con la propia Lorena en estos últimos dos años, la misma que admite que los agentes no han archivado el caso. "Jacinto tuvo mucha empatía conmigo. Comentamos lo mismo de siempre... La Guardia Civil quiere enterarse de algo para cerrar el caso y resolverlo", apuntó.

En este sentido, sostuvo que "al principio, miraron en casa por si encontraban otro móvil u otro ordenador". Es más, desmontaron "su habitación entera y el baño" y no lograron encontrar nada, ni siquiera otro teléfono. "Miré por todas las partes de la casa porque alguien le tuvo que avisar o llamar para que saliera de casa", añade. El problema, según Lorena, es que la Guardia Civil "trata de tener algo por dónde tirar, pero no lo tiene". "La esperanza que tengo es que alguien reconozca que fue él o que por las noches oyera algo que ayudaría a la investigación. Últimamente no me ha contactado su círculo más cercano. Me han llamado para informarme de algo y me he reunido con ellos, con gente que no conocía, pero al final no tienen nada que ver", reitera.

Lo único que investigaron fue un cuchillo que hallaron cerca del lago, pero "no tenía restos de David". "Intento evitar la zona, y lo hice, sobre todo al principio, pero ahora es imposible no pasar, porque lo hago siempre. Lo sigo pensando y lo sigo recordando", explica una Lorena que descarta manifestarse en abril, aunque se cumplan cinco años del asesinato: "Hace un año me dijeron que si nos manifestábamos ante la Guardia Civil, pero no quise hacer nada porque mis hijos tienen una vida y la tienen que vivir. No nos manifestaremos a no ser que vea algo muy claro".

Por último, niega tener nombres de sospechosos encima de la mesa porque sigue pensando que su hijo "no tenía problemas tan graves para llegar a esta situación". Aun así, admite que cree que el asesino era del pueblo, "y más estando en pandemia".