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Un vallisoletano logra una incapacidad absoluta tras años de denegaciones

Este, usuario de la once, ya fue declarado afecto a una incapacidad permanente para su profesión de chapista en 2012

Un vallisoletano logra una incapacidad absoluta tras años de denegaciones
L.S.J
L.S.J
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Tras un largo proceso contra el INSS, un usuario vallisoletano de la ONCE ha conseguido que se le reconozca una incapacidad permanente absoluta derivada de su glaucoma.

En el año 2012, este vallisoletano ya fue declarado afecto a una incapacidad permanente total para su profesión habitual de chapista, debido a las diferentes patologías que presentaba, entre las que se encontraban "defectos en el campo visual", lo que se traduce en una limitación para todas aquellas actividades que precisen "especiales capacidades y agudeza visual".

Con el paso del tiempo su patología fue empeorando, y ya en el año 2018 solicitó una revisión de grado que fue denegada hasta en tres ocasiones, una de ellas en vía judicial, por entender que la situación clínica era similar a la del año 2012, aunque el Juzgado de lo Social reconoció en sentencia que "a la vista del estado referido del demandante, debemos concluir que sí se aprecia un empeoramiento respecto a la patología visual tal como la misma se valoró en 2012 y en 2018".

"Es un caso de ceguera legal, donde queda acreditado que tiene una agudeza visual de 0,160 y 0,400 en cada ojo, con un campo visual menor a 10 grados en ambos ojos, siendo una situación cronificada y que solo puede empeorar. En suma, es usuario de la ONCE, precisa bastón y apoyo de tercera persona para muchas tareas de su vida cotidiana", ha concluido Saúl Núñez Amado, abogado encargado del procedimiento.